La ruta que une Gilet y Segart se ha convertido en uno de los parajes favoritos para los vecinos del área metropolitana de València. Parejas y familias se unen a ciclistas que han descubierto en estos caminos una explosión de belleza natural.
Esta ruta está catalogada como de nivel moderado para los amantes del deporte. A pie, el tiempo estimado para su realización es de una hora y media. En invierno no hay que perder de vista la puesta de sol si se tiene previsto llevarla a cabo por la tarde.
Aparcamiento en Santo Espíritu
La fórmula que utilizan muchos senderistas pasa por dejar sus vehículos en el aparcamiento próximo a Santo Espíritu, un poco más arriba del pueblo de Gilet. Si el excursionista tiene tiempo, además, goza de la magnífica oportunidad de visitar este monasterio del siglo XV.
Con una zona muy amplia, ciclistas aprovechan para poner a punto sus vehículos y senderistas para terminar de pertrecharse. Algunos, además, instalan sus caravanas en dicho aparcamiento para pernoctar.
El ‘dragón de la Calderona‘ se alzó en 2005 como centro de arte e investigación
Embocando la ruta
A fin de embocar la ruta, el senderista debe descender algunos metros por el arcén de la carretera hasta llegar a la rotonda de Gilet, que direcciona hasta las urbanizaciones. En ese punto se encuentra el inicio de la ruta campo a través.
La Sierra Calderona abre sus puertas naturales por un hermoso sendero que poco a poco aleja a deportistas y paseantes de la carretera que une Gilet con Santo Espíritu. Muchos son los senderistas que recurren a los bastones para facilitar la marcha. Conviene, además, tener precaución con el descenso rápido que en ocasiones realizan los ciclistas de trail.
La ‘Casa dragón’
A los pocos minutos de iniciarse el ascenso aparece el primer hito. Se trata de una indicación hecha por los lugareños en donde se nos indica una bifurcación que ofrece la posibilidad de visitar tanto la Cruz como la ‘Casa dragón’.
Si el senderista opta por abandonar la ruta principal que le lleva hasta Segart y adentrarse por esta bifurcación gozará de las panorámicas vistas de la Cruz. El punto elevado permite contemplar todo el litoral que baña el área metropolitana de València por el norte.
La ‘Casa dragón’, o también conocido como ‘El dragón de la Calderona’, se alzó en 2005 como centro de arte e investigación. El proyecto, conocido como GAIA, pretendía ser una referencia en el estudio del arte y su vinculación con la naturaleza.
‘El Xocainet’, refugio de caza típico del monte valenciano, aparece muy bien conservado
Naranjos
Tras dejar atrás esta primera fase de ascenso, el camino se allana durante varios minutos conforme recorre unos espléndidos campos de naranjos. Los dueños avisan de no coger las naranjas por motivos de fumigación. No obstante, en el suelo ciertas cáscaras evidencian cómo los paseantes desoyen en ocasiones las indicaciones de los propietarios.
Los pinos acompañan durante todo el camino. En otoño e invierno se multiplica la presencia de nidos de procesionaria. Los sufridos pinos alimentan a estas orugas creando los conocidos bolsones blancos que cuelgan de sus ramas. Conviene no tocarlos dado que sus pelos son urticantes.
Los pasos del jabalí
Es comentada entre los senderistas la advertencia que aparece colgando de una cadena que delimita uno de los campos de naranjos: ‘Atención peligro: prohibido el paso a la finca por esperar al jabalí’.
Esta prohibición justificada por la espera al paso de un jabalí, además, tiene el añadido de que se produce todos los días en un tramo vespertino: ‘De 18 a 24 h’. Son algunos los curiosos que aguardan a ese tramo horario a la espera de contemplar a dicho animal.
En el descenso a Segart una gran fuente supone un alivio para la sed del caminante
Estallido de colores
Uno de los atractivos por los que los vecinos de València y su área metropolitana acuden a recorrer las rutas de este paraje es su flora. Se trata de una hermosa paleta que combina multitud de colores de la flora mediterránea.
Al verde de los pinos y el naranja de los cítricos se unen los tonos malvas y violáceos. La manzanilla valenciana y los populares cardos se unen al tradicional romero. Pinos, carrascas y almendros en flor flanquean el camino hasta un pequeño refugio.
Refugio de 1990
‘El Xocainet’, refugio de cada típico del monte valenciano, aparece muy bien conservado. Levantado en agosto de 1990, en la placa inaugural del mismo sorprende que se haya borrado el nombre de los políticos en cuyo mandato se promovió su construcción.
En estos momentos el paseante se encuentra a 436 metros de altitud, aunque el camino sigue siendo bastante moderado pese a algún tramo bastante inclinado en este contrafuerte oriental de la Sierra Calderona.
Una fuente antes de Segart
Una vez comienza el descenso hasta Segart, la ruta se estrecha y serpentea, teniendo que ir con más precaución el senderista. Una fuente rehabilitada, de frontal ancho y pintado de cal blanca, alivia la sed pocos minutos antes de llegar a Segart.
Esta pequeña localidad, a 300 metros sobre el nivel del mar, como reza una inscripción en sus calles, dispone de un solo bar para reponer fuerzas. Muchos senderistas acuden también desde la zona del Garbí en lo que supone el final de una preciosa ruta.