Una de las zonas más interesantes de nuestra comarca, también es de las más desconocidas. Así lo piensan el investigador Jorge Payá Sellés (Alcoy, 30-mayo-1976) y la cronista Assumpció Brotons Boix (Mutxamel, 15-abril-1954), quienes acaban de publicar el libro ‘Montnegre. Un río, un territorio, un paisaje’ a través de la Universidad de Alicante (UA).
El río Monnegre (o Montnegre en valenciano) nace en la sierra de Onil, pasa por el pantano de Tibi y los azudes de Mutxamel y Sant Joan para desembocar en El Campello. También da nombre a una partida rural ubicada entre los términos de Mutxamel, Alicante y Jijona. Un territorio con una idiosincrasia muy especial tanto en sus habitantes como en sus paisajes. La próxima presentación de este libro será el 28 de abril en la alicantina librería Pynchon.
¿De dónde os surgió la idea de escribir este libro?
Jorge Payá (JP) – Somos amigos desde hace muchos años y compartimos nuestra estima por la tierra, el río, el agua y toda la tradición que hay alrededor de la agricultura. También quizás porque es un territorio del que veíamos que hay muchas cosas que contar, y no había ningún libro al respecto.
Assumpció Brotons (AB) – Montnegre es una zona con la que tenemos una gran conexión. Mucha gente que salió de allí a partir de los 80 escogió Mutxamel como nuevo lugar de residencia. Son personas con las que tenemos amistad y que poseen una necesidad de contarnos cómo era su cultura agrícola de esfuerzo y sus tradiciones para que no se pierdan. Sigue siendo un territorio muy desconocido.
«Es curiosa la perfecta organización que han tenido de su territorio a pesar del aislamiento» A. Brotons
Es curioso que sea una zona tan desconocida aún a pesar de su cercanía con poblaciones como Mutxamel, Alicante o Jijona.
AB – Ten en cuenta que hasta 1969 no hay ni un puente para pasar de un lado al otro. El sistema de carretera y caminos era prácticamente inexistente. En línea recta efectivamente no hay mucha distancia, pero en la práctica estaban muy aislados.
En este libro contamos un poco de todo, pero hemos puesto especial énfasis en la perfecta organización que tenían sus habitantes a pesar de su aislamiento. Cada núcleo de población contaba con su alcalde pedáneo, escuela, ermita, una fiesta propia, etc. Y lo que no tenían, como puede ser un médico, trataban de apañarse con los de Jijona o Mutxamel.
JP – Era un lugar aislado, pero nunca triste. Ellos supieron ganarse la vida con la agricultura y estaban al día porque subían continuamente a los mercados de Alicante, Jijona, Alcoy… No hay que pensar en sus habitantes como ‘pobrecitos’ porque en realidad, a pesar de todas las dificultades, les fue muy bien.
Se podrían escribir muchos más libros porque es espectacular la riqueza de esta zona desde el punto de vista geológico, etnográfico, lingüístico, ornitológico, botánico, agrícola, paisajístico, etc. Por ejemplo, la frontera que estableció el tratado de Almizra entre Castilla y Aragón en el siglo XIII pasa justo por el lugar donde está tomada la foto de la portada. Es un territorio aislado, pero habitado de manera permanente… lo cual es un milagro.
«Estas personas consiguieron ganar batallas judiciales contra familias terratenientes muy poderosas» J. Payá
Quizás la gran importancia de esta zona para la comarca es que han ejercido la función de guardianes del agua de la huerta, ¿no?
JP – Sí. En mi caso además yo soy doctor en Derecho y precisamente realicé mi tesis sobre el régimen jurídico de las aguas del río Montnegre. Las personas que han habitado aquí han sido muy defensoras y luchadoras de lo suyo. Durante siglos estuvieron peleando con los regantes de la Huerta de Alicante, es decir contra familias terratenientes muy poderosas.
Era una batalla de David contra Goliat, pero aún así tuvieron una gran constancia hasta que consiguieron que el Consejo Supremo de Castilla (actual Tribunal Supremo) les diera la razón en el siglo XIX, y de nuevo en el siglo XX. Hay que tener en cuenta que ellos estaban detrás del Pantano de Ibi y delante del Assut de Mutxamel. Esto quería decir que si la paraban, el agua no pasaba.
AB – En su memoria colectiva todavía tienen muy asumido que Jaime I les dio el agua a ellos antes que a Alicante. En realidad esto no consta en ningún documento, pero en su tradición oral ha ido pasando entre generaciones. De hecho normalmente en Sant Joan y Mutxamel no se conoce a esta partida como ‘Montnegre’ sino como ‘el riulet’.
«Podríamos utilizar los Fondos Europeos para rehabilitar los molinos harineros» J. Payá
¿Cuánto queda de su patrimonio a día de hoy?
JP – Las escuelas siguen en pie, aunque con una función diferente. Por ejemplo una asociación vecinal reconvirtió la de Montnegre de Dalt en un centro social. Las ermitas están bien conservadas, salvo la del Chapitel que fue derrumbada por orden del obispo hace años. Aún así siguen haciendo la fiesta en el mismo sitio (risas).
Los molinos harineros están la mayoría en mal estado. Sería interesante reflexionar sobre si debemos dejar que desaparezcan del todo, o tal vez buscar Fondos Europeos para salvarlos. Desde el punto de vista turístico se le podría sacar partido reconstruyendo la maquinaria de alguno.
AB – A día de hoy creo que ya solo queda una familia aquí viviendo de la agricultura. Los últimos mohicanos. Podríais entrevistarles algún día porque tienen muchas cosas interesantes que contar.
¿Dónde podemos adquirir el libro?
En las librerías de la comarca y a través de la UA, a cuyo departamento de publicaciones damos las gracias igual que a todos los que han participado en este proyecto. Está disponible en castellano y valenciano. Cuesta doce euros.