A puertas del mes de septiembre, y tras una temporada de inicio de la recuperación de la actividad turística los hoteleros de la Comunidad Valenciana, empiezan a pensar que el otoño traerá cierres y expedientes de regulación de empleo.
Las noticias sobre los recursos presentados a la adjudicación del programa Imserso, hacen ponernos en la peor situación. Y es que aún recuerdan aún lo que pasó en el programa de 2015 cuando no se puso en marcha hasta mitad de noviembre. Y aún así, ese año la adjudicación y los recursos se hicieron antes del mes de julio, por lo que el panorama para este año es desolador.
Hemos hablado las últimas semanas del verano de la recuperación, con resultados de ocupación como antes de la pandemia, e indicadores de productividad que han empezado a volver a estar en positivo. Pero el panorama de este otoño invierno se antoja muy diferente, sin programa Imserso, y sin opción de ayudas que puedan paliar los infracostes planteados, están ya haciendo que los directivos hoteleros planteen cierres anticipados en los hoteles, e incluso peticiones de expedientes de regulación de empleo ante la incertidumbre de la puesta en marcha, y sin disponer de ninguna garantía sobre las habitaciones comprometidas previamente al programa.
Y es que una vez más, se pone de manifiesto un programa que, bajo la convocatoria de un nuevo concurso dirigido a acabar con la mediocridad de las anteriores prórrogas, ha demostrado seguir estando mal diseñado, y sobre todo con una adjudicación tardía y de muy dudosa legitimidad, al haber recibido recursos a todos los lotes.
Los últimos meses del programa llevados a cabo con la anterior licitación, contaron con el apoyo económico del Gobierno Valenciano de Ximo Puig, hasta finales de 2022, ya que el escenario inflacionistas y el incremento de costes había hecho inviable el desarrollo de la actividad hotelera con el Imserso, a los precios a los que se había contratado, rondando los 22€/estancia/día,
Los más de 50 establecimientos hoteleros de la Comunidad Valenciana que participan en el programa se vieron respaldados por el Gobierno Valenciano y la diputación provincial de Alicante, que salieron sin dudar a mantener la actividad laboral y económica de aquellos destinos donde los hoteles trabajan con Imserso: Benidorm, Peñíscola, Gandía, Finestrat, Guardamar del Segura, Torrevieja, Denia, Calp, Jávea, L´Alfas del Pi, Vinaròs, y Benicàssim.
Si hablamos de cifras en el año 2022, el gasto total de los turistas del IMSERSO en nuestro territorio ascendió a 77 millones de euros, y el mantenimiento de 3.000 empleos directos y 10.000 empleos indirectos, así como un efecto en toda la cadena de valor, como proveedores de productos y servicios, tejido comercial hostelero, pasando por excursiones y visitas culturales.
En la Comunidad Valenciana el efecto arrastre es mucho mayor para nuestra economía, y esto se suma también a la preocupación de los hoteleros, que ven como ni se pone en marcha el programa, ni se plantea una mejora de las condiciones económicas, y que a día de hoy tampoco saben cuándo ni cómo podrán recibir el apoyo al desarrollo del programa que ya ejecutaron en el primer semestre del año 2023.
Estamos ante la incertidumbre de los plazos en los que los recursos podrán ser admitidos a trámite, la adjudicación o paralización del programa, en definitiva, ante la imposibilidad de planificar actividad empresarial en los próximos meses.
Además, no podemos olvidar a los usuarios finales, que vuelven a encontrarse ante la incógnita de poder disfrutar de su derecho a unas merecidas vacaciones, objetivo principal del programa Imserso desde su creación.
El impacto social y económico que puede implicar que no se ponga en marcha este programa va a estar recogido en un informe que HOSBEC ha encargado a expertos economistas de la Universidad de Alicante, así como una actualización de los costes que los hoteles asumen cuando se acogen a un programa que solo trae pérdidas y malas noticias.