Entrevista > Juan Castaño ‘Juanele’ / Exfutbolista y autor de ‘Mi verdad’ (Gijón, 10-abril-1971)
Es una tarde calurosa del mes de septiembre en Benidorm. Cuando Juan Castaño pasea por las calles de la ciudad, muchos son los que le interpelan, pero nadie lo hace por el nombre que aparece en el DNI. Todos le llaman Juanele, que es como se le conoció futbolísticamente durante su larga carrera de casi veinte años, en los que anotó 61 goles en Primera; fue cinco veces internacional (con dos goles) y ganó dos Copas del Rey.
En su ocaso como futbolista profesional fue diagnosticado con un trastorno bipolar, y colgó las botas a los 38 años. Este mes de febrero publicó su autobiografía, ‘Mi verdad’, que ha presentado oficialmente en Benidorm. Pocos días después, sufrió un ictus.
El pasado mes de febrero fue una montaña rusa para ti. Primero, porque publicaste ‘Mi verdad’, y luego porque sufriste un grave problema de salud del que todavía te estás recuperando.
Así es. Publicamos el libro el día 8 y el 24 me dio el ictus. Pero aquí estamos, vivo para contarlo y para tirar para adelante e intentar mejorar.
«Los deportistas tienen que prepararse para cuando llegue la retirada, y la verdad que es un momento duro»
En primer lugar, ¿cómo te encuentras?
Bastante bien, con muchas ganas de seguir adelante y de salir de todo esto.
Haces un repaso a toda tu trayectoria y también a tus problemas de salud mental en ‘Mi verdad’. Creo que eso, en los deportistas, con una vida laboral tan corta, puede ser todavía más complicado por la presión que puede suponer pensar en el que vendrá después. ¿Cómo viviste esos años finales de tu carrera?
Los futbolistas y los deportistas en general tienen que prepararse para que llegue ese momento, y la verdad que es duro. Lo viví en mis carnes y no lo pasé bien. Tuve momentos muy malos, pero aprendí a que lo importante es seguir y trabajar.
Ahora, lo hemos visto recientemente con Carlos Alcaraz o, más atrás en el tiempo, con Simone Biles, hablar de salud mental ya no es un tabú. Tú te retiraste con 38 años después de haber sido diagnosticado con un trastorno bipolar. ¿Era un tabú hablar de ello entonces?
Sí y creo que la mayoría de los futbolistas pasan por ello. Son problemas que tienes y que debes solucionar. A mí me cogió ya tarde, cuando era veterano. Lo pude arreglar, pero fue complicado.
Recientemente decías en una entrevista que, pese a lo mucho que cuentas en el libro, tienes anécdotas para escribir otro. ¿Tanto te has dejado fuera?
He contado todo lo que he podido, lo que he vivido. No sé si da para tanto como para un segundo libro, pero estoy muy contento de haber escrito ‘Mi verdad’, que era de lo que tenía muchas ganas.
«La mayoría de futbolistas pasan por problemas de salud mental. Son problemas que tienes y que debes solucionar»
¿Por qué el título de ‘Mi verdad’?
Porque sobre mí se han contado muchos bulos. Hay muchas cosas que se han dicho y que no son ciertas, y lo que he pretendido es que la gente sepa mi versión sobre mi vida y la realidad.
¿Hay algún bulo que, de manera particular, te empujara a escribir?
Puede ser lo que sucedió en el Mundial de Estados Unidos. Allí no jugué porque Clemente no contó conmigo, y se decía que era porque salía mucho con Quini de marcha. Eso no era verdad. No tuvo nada que ver. Es algo que comenzó a comentarse mucho en Gijón, pero es que con Quini no había coincidido. Sabía quién era y lo vi jugar alguna vez, pero personalmente nunca habíamos hablado.
¿Te ha servido publicar el libro para despejar esos fantasmas?
Efectivamente, me ha venido muy bien. Creo que todo el mundo debería escribir un libro sobre su vida.
Pero no todo el mundo ha sido futbolista profesional, ha ganado dos Copas del Rey, ha ido convocado a un Mundial… Creo que el libro de mi vida no daría para más de dos capítulos sin interés alguno.
(Ríe) Bueno, pero, aunque sea un libro pequeño, tampoco pasa nada. Es fundamental escribir sobre tus memorias. Al menos, se lo aconsejo a la gente, aunque no lo saque luego en ningún sitio. Escribir sobre tu vida viene bien para la mente.
«En Estados Unidos podríamos haber quedado campeones perfectamente, pero por un detalle nos quedamos fuera»
¿Te ha servido el deporte y todo lo que has aprendido en él para afrontar primero ese diagnóstico de trastorno bipolar y ahora el ictus?
Claro que me sirvió mucho. Es algo que he hecho desde que tenía seis años y hasta los 38 que me retiré. De alguna manera, aprendí bastante sobre la bipolaridad.
¿Sigues la actualidad del fútbol?
Sigo más el de Segunda que el de Primera División, porque los tres equipos donde jugué, el Tenerife, el Zaragoza y el Sporting, están en Segunda. Esos son los partidos que veo. Pero bueno, también sigo al Madrid, al Barça, al Atleti… a equipos que hacen buen fútbol.
Del Mundial de Estados Unidos, España se volvió tras caer en cuartos. ¿Cómo vuelve uno de lo que, al menos desde el punto de hoy en día, se percibe como un fracaso deportivo?
En aquel momento venía bien. Me fui con mi mujer a Ibiza a pasar unas vacaciones, pero con los años ya no fue tan bonito. Piensas lo que pasó, piensas que no jugaste un minuto… y que fue duro todo lo que viví en Estados Unidos.
Viendo los éxitos actuales de La Roja, ¿no has sentido nunca un poco de rabia por pensar que, quizás, llegaste un par de generaciones demasiado pronto al fútbol?
Así es. En nuestra época, y especialmente en Estados Unidos, creo que podríamos haber quedado campeones perfectamente, pero por un detalle nos quedamos fuera y no conseguimos nada.
Ahora, La Roja tiene buenos jugadores, está con mucha confianza y la verdad que es una alegría para todos que haya podido ganar la Eurocopa o aquel Mundial de Sudáfrica. Eso hace que todos podamos disfrutar del fútbol.