Reinando en la cúspide de la ladera del río Vinalopó a su paso por Elche, el Molí Real es uno de esos grandes atractivos culturales y patrimoniales a veces olvidados tanto por ciudadanía como por las administraciones.
Desde que el Ayuntamiento de Elche comprase la estructura, junto a la casa agrícola adyacente y el Hort Real, sus usos han sido varios, y alguno de ellos fallidos, dejando a esta muestra del crecimiento industrial de Elche en un segundo plano dentro del patrimonio ilicitano.
Su origen data del siglo XVIII, aunque no pasó a titularidad pública hasta 1957
Diferentes usos
Fue en 1957 cuando pasó a ser propiedad pública esta construcción, que data del siglo XVIII y que en sus orígenes fue propiedad del célebre Doctor Nicolás Caro y Martí, y ha sido taller de palma blanca, proyecto para museo del agua en la ciudad (cuyo plan y consecuente rehabilitación fueron rechazados por el Ministerio de Cultura en 2013) y, más recientemente, sede de la Asociación de Bellas Artes de Elche.
Pero a pesar de sus múltiples usos e impresionantes arcos consolidados como parte inseparable de la postal de Elche, junto a la mencionada ladera del río y el palmeral que los rodea, la estructura ha visto como el paso de los años le han restado importancia, tanto visual como social.
Necesidad de intervención
Con la intención de dar un impulso al Molí Real, el gobierno municipal puso en marcha un estudio geotécnico para establecer el estado en que se encuentra la estructura y su entorno.
Tras recibir el informe final, este recogía que el estado de la estructura requería de una intervención, ya que, si bien esta no corría un riesgo urgente que inquietase a los técnicos, sí contemplaron grietas y filtraciones de agua que ponían al Molí Real y la ladera del río en posible peligro en el futuro.
«El Molí Real es un elemento importantísimo de nuestro patrimonio histórico» A. Arabid
Estabilización de la zona
Por este motivo, el Ayuntamiento de Elche ha puesto en marcha la licitación de un proyecto para “estabilizar la ladera en que se asienta el Molí Real”, tal y como reconoce Ana Arabid, concejala de Patrimonio. Algo que insiste “hay que atajar, porque se trata de un elemento importantísimo de nuestro patrimonio histórico”.
“Lo que hemos hecho es iniciar un proyecto para estabilizar la ladera e impermeabilizar la zona para evitar que se produzcan más filtraciones de agua y, principalmente, sentar así las bases para una futura rehabilitación del Molí Real”, afirma Arabid, quien explica que, entre las actuaciones que se realizarán en este sentido, estará la de “coser las grietas que existen tanto en el muro como en el talud de la zona”, algo que también dará más seguridad al entorno.
El muro de mampostería que hay debajo de los arcos quedará rehabilitado
Mejoras visuales
Con la mejora de la estructura que sostiene el Molí Real se da un paso previo y necesario para acometer futuras mejoras e incluso una rehabilitación integral. Aunque, si bien el proyecto que ahora nace no afectará al propio edificio principal, si habrá mejoras visuales fácilmente reconocibles.
Y es que el muro de mampostería que hay debajo de los arcos del Molí quedará rehabilitado y las grietas de la ladera cosidas, algo que, según indican desde el gobierno, se apreciará estéticamente.
Futura rehabilitación
Pero el objetivo final será acometer una mejora notable de la propia estructura principal. Esto será posible, o al menos más sencillo, tras la culminación del inminente proyecto, debido a que, según reconoce la propia Arabid, “esta actuación es muy importante a la hora de conseguir algún tipo de subvención para acometer esa rehabilitación, pues, hasta ahora, el tener la ladera en el estado en que se encontraba no nos permitía acceder a ninguna ayuda”.
Este importante paso, y el futuro lavado de cara, abrirán las puertas a retomar el uso del Molí Real como emplazamiento público, algo que se confía en poder hacer una vez culminada una futura rehabilitación del complejo.