Entrevista > José Císcar / Diputado autonómico (Teulada, 13-abril-1961)
Uno de los políticos más representativos de nuestra provincia durante estos últimos años se retira del ruedo. Fue vicepresidente de la Generalitat, conseller de varias áreas y alcalde de Teulada.
Pepe Císcar nos concede su última entrevista antes de renunciar a su escaño como diputado autonómico. Repasamos la intensa trayectoria como servidor público de este abogado, hijo de pescadores y hosteleros de Moraira, que comenzó en política a través de un partido independiente y acabó siendo uno de los principales puntales del Partido Popular alicantino. Una etapa vital de doce años con victorias, derrotas, proyectos logrados, momentos difíciles y muchas batallas libradas que ahora llega a su fin.
¿Cómo te metiste en política?
En un primer momento me tiraba mucho querer mejorar el sitio donde vivía y convivía con mis vecinos. Por eso me presenté como candidato a alcalde de Teulada con un partido recién fundado que llamamos Ciudadanos por Moraira.
Sinceramente yo en ese momento no tenía muchas esperanzas de llegar a alcalde, más bien contaba con ser concejal de la oposición. Sin embargo ganamos las elecciones. Y este triunfo posibilitó toda mi carrera política que ha venido posteriormente.
No es muy habitual que un partido recién fundado gane unas elecciones. ¿Cómo lo conseguisteis?
Para que la gente cambiara tanto su voto está claro que había un descontento generalizado con la gestión. Teulada es un municipio con dos núcleos de población, y en aquel momento vivía un conflicto social hasta el punto de que en Moraia estaba en marcha un proceso de segregación.
Creo que en mis años de alcalde logramos apaciguar este conflicto hasta hacerlo desparecer. Esto lo conseguimos practicando una acción de gobierno que llegara a todas las partes del término municipal para que nadie se sintiera agraviado. Invertimos especialmente en la costa, ya que era donde se producían casi todos los ingresos para el municipio. Esto calmó muchas reivindicaciones.
«Lo que se está haciendo con el trasvase Tajo-Segura es una barbaridad, igual que lo de no poner en marcha el del Júcar-Vinalopó»
Siendo ya alcalde dejas este partido independiente y pasas al PP. ¿Por qué tomas esta decisión?
Una vez que se solucionó este conflicto social, un grupo de personas consideramos que era factible aceptar la propuesta que nos hizo Julio de España como presidente provincial del PP. Evidentemente había afinidad política, pero además pensamos que era el momento indicado.
Tras diez años como alcalde, saltas a la política autonómica como delegado del Consell en Alicante. En aquella época se decía que eras el hombre de Camps en la provincia como contrapeso al bando zaplanista de José Joaquín Ripoll. ¿Lo recuerdas así?
Recuerdo que efectivamente el partido pasó por una época muy convulsa en este sentido. Pero bueno, mi misión se centró sobre todo en estar al lado de los municipios pequeños de la provincia, porque son los que tienen siempre más problemas para relacionarse con el Consell.
Me senté con prácticamente todos los alcaldes de la provincia para conocer sus necesidades y trasladárselas a las consellerias.
En 2011 te conviertes en Conseller de Educación, quizás hoy en día la conselleria más conflictiva de la Generalitat. ¿Cómo crees que debería plantearse la educación pública en la Comunidad Valenciana?
Sí, probablemente sea la más conflictiva junto con Sanidad. Creo que debería llegarse a un pacto político por la educación. Es decir un acuerdo entre, sino todas las fuerzas políticas, al menos las más importantes. Esto calmaría muchas tensiones y mejoraría la calidad de las clases que damos a nuestros hijos. Es algo que necesitamos tanto a nivel nacional como autonómico.
«Falta un pacto por la educación entre las fuerzas políticas tanto en la Comunidad Valenciana como en España»
Además las leyes educativas aprobadas sin pactar con la oposición tienen una fecha de caducidad muy corta. El sistema de plurilingüismo impulsado por Marzà caerá si vuelve a gobernar el PP, ¿no?
Cierto. De hecho nosotros ya teníamos aprobada una normativa de trilingüismo, antes de que llegara el Botànic, que reforzaba mucho el inglés y contaba con bastante consenso entre la comunidad educativa. Sin embargo este conseller lo quiso cambiar.
¿Crees que el actual sistema discrimina al castellano frente al valenciano?
Más que lo crea yo, es que la sentencia del TSJCV enmendó la plana a la propuesta de la Conselleria de Educación. Es una prueba objetiva.
¿Cómo viviste la dimisión de Camps y la llegada de Albert Fabra a la presidencia?
Fue todo muy rápido. Los consellers nos enteramos esa misma tarde. El president nos convocó al Palau para comunicárnoslo y apenas tuvimos tiempo de asimilarlo.
«Fue una proeza que durante la crisis económica ningún niño se quedara sin escolarizar ni ningún paciente por atender»
Fabra te nombró vicepresidente y portavoz del Consell. Imagino que fue una etapa muy complicada con todos aquellos presuntos casos de corrupción…
Fue complicada fundamentalmente porque estábamos en una situación de crisis económica muy dura. Al problema de la infrafinanciación autonómica, que por desgracia seguimos padeciendo en la Comunidad Valenciana, se unió un descenso brutal de los ingresos propios al caer tanto la actividad económica como el turismo. En apenas meses pasamos de recaudar unos 2.500 millones en ciertos impuestos como las trasmisiones patrimoniales… a 600.
Sin embargo teníamos que seguir afrontando los gastos, pues los servicios públicos debían continuar. Estuvimos dos o tres años con esta situación límite, y francamente fue una proeza que ningún alumno se quedara sin escolarizar ni ningún paciente sanitario sin atender.
Finalmente el Gobierno de Mariano Rajoy ideó algunos mecanismos como el Fondo de Liquidez Autonómica o el Plan de Pago a Proveedores que alivió un poco la situación del Consell.
De hecho tuvisteis que tomar algunas decisiones muy difíciles, como el cierre de Canal 9.
Teníamos que reducir el gasto que no se podía pagar con el horizonte siempre de no perjudicar a los servicios públicos básicos. Es decir la educación, la sanidad y los servicios sociales. De no haber tomado ese tipo de decisiones, el problema económico de la Generalitat habría sido mucho mayor.
¿Por qué siempre estamos infrafinanciados desde el Gobierno nacional? En los presupuestos de 2022 Alicante ha quedado como la provincia con menos inversión por habitante de toda España.
Habría que preguntárselo al Ministerio de Hacienda. Pero tienes toda la razón, históricamente la Comunidad Valenciana siempre ha estado discriminada. Además el plan de financiación es de 2009 y debería haberse cambiado en 2014.
Sinceramente veo muy complicado sacar un nuevo modelo de financiación que ponga de acuerdo a todas las autonomías, porque lo cierto es que ninguna se considera bien financiada y siempre ponen por delante su hecho diferencial para obtener más ingresos. Algunas alegan que como están más pobladas necesitan más medios para atender a tantos ciudadanos, mientras que otras dicen que como están despobladas necesitan más medios para llegar a todos los sitios.
Es un problema complicado que tradicionalmente se ha resuelto poniendo más dinero en la cesta para así contentar a todos. Pero claro, ahí tenemos la deuda pública que tenemos. Y llega un momento que la Unión Europea tampoco nos deja seguir subiendo la financiación de las comunidades y ayuntamientos. Así que tiene difícil solución.
«Veo complicado que se acuerde un nuevo modelo de financiación con todas las comunidades autonómicas»
Tu último cargo de gestión fue como conseller de Agricultura, Pesca y Agua. ¿Cómo ves el futuro del sector primario en la Comunidad Valenciana? Parece que cada vez menos gente quiere dedicarse a ello.
El principal problema es que los costes siguen creciendo mientras que los precios del producto están estancados desde hace años o incluso van a la baja. Y además en nuestra provincia se añade la falta de agua, dado que a nuestro déficit estructural ahora se han unido unas políticas hídricas que se están rigiendo con ideología en vez de con sentido común. Porque lo que se está haciendo con el trasvase Tajo-Segura es una barbaridad, igual que lo de no poner en marcha el del Júcar-Vinalopó.
Las consecuencias de todo esto son muy graves, porque si no hay relevo generacional podemos acabar perdiendo el sector primario. En la Comunidad Valenciana ya hay mucho suelo agrícola abandonado, lo cual contribuye a la desertificación. Sobre todo porque aquí no suele haber grandes explotaciones agrarias, sino más bien nuestros agricultores son pequeños propietarios que incluso tienen que compaginarlo con otra actividad profesional para poder vivir.
El tema del trasvase también me recuerda a lo de la financiación. Es difícil poner de acuerdo a las diferentes regiones.
El agua de Castilla La Mancha o Aragón no es de las comunidades autónomas, sino de España. Ellos tienen una preferencia para su uso, pero una vez cubiertas sus necesidades lo que les sobra es para el resto del país. Esto es una premisa tan lógica que incluso viene en la Constitución, pero por desgracia no se está aplicando. Tenemos una ministra muy sectaria que impone su ideología en vez de proponer soluciones factibles para este problema.
Debemos pensar en un sistema de interconexión de cuencas, llámese trasvase o como se quiera. Si se aplicaran nuevos conceptos en la gobernanza del agua como los bancos públicos o las cesiones de derechos se generaría mucha más economía sin perjudicar al medioambiente. Porque el trasvase en absoluto va contra la sostenibilidad. De hecho en los países más avanzados se siguen planificando.
Mirando con perspectiva, ¿de qué decisión política te sientes más orgulloso?
Pues precisamente del memorándum del trasvase Tajo-Segura. Ahora todo es enfrentamiento, pero quiero recordar que en su momento conseguimos un acuerdo con Castilla la Mancha, Extremadura, Madrid, Murcia y el Gobierno de España. Fue fruto del consenso y trajo mucha paz. Hasta que llegó Pedro Sánchez y decidió demolerlo.
También me siento orgulloso de haber desarrollado la primera ley de Transparencia que tuvo la Generalitat en 2015, la cual incluso fue apoyada por parte de la oposición. Y de haber puesto en marcha por fin los vuelos comerciales del Aeropuerto de Castellón.
«Cerramos Canal 9 para poder seguir manteniendo la sanidad, la educación y los servicios sociales»
¿Por qué lo dejas ahora, a mitad de la legislatura?
Son decisiones que se toman con la familia, y en este caso es una idea que me rondaba desde hacía tiempo. Siempre he pensado que la política no debe ser para toda la vida, y además me apetece volver a mi actividad privada que ya ejercía antes de ser alcalde de Teulada. De hecho desde que se inició esta legislatura ya decidí no acogerme al régimen de dedicación exclusiva.
Siempre se dice que ‘año nuevo, vida nueva’. Además como ahora Les Corts no están en funcionamiento, mis compañeros del grupo parlamentario popular tienen más margen para reorganizarse. Así que era el momento indicado.
¿Es un “hasta luego” o las puertas de la política ya están cerradas para Pepe Císcar?
Es un adiós. Yo voy a seguir trabajando para que mi partido gane elecciones, pero ahora como militante de base aportando mi granito de arena siempre que pueda.
«El agua de Castilla La Mancha o Aragón no pertenece a las comunidades autónomas, sino a España»
Un vaticinio para las próximas elecciones autonómicas.
Creo que el PP ganará y Mazón será presidente de la Generalitat. Tengo la sensación de que vamos a un periodo donde ganaremos varias elecciones como en Castilla y León, Andalucía o incluso las generales con Pablo Casado.
Hay un hartazgo popular de las políticas implementadas tanto por el Botànic como por el Gobierno de España. Y cuanto más tiempo trascurra hasta las próximas elecciones, más se reflejará este hartazgo en las urnas.
Pero mójate un poco más con los números. ¿El PP gobernará en solitario en la Comunidad Valenciana o con algún otro partido?
(Risas). Bueno, eso es más difícil de saber. Dependerá del apoyo que tengan otras fuerzas y las exigencias que éstas tengan.