Entrevista > Héctor Catalá Laparra / Triatleta paralímpico (Serra, 17-junio-1988)
Subcampeón Olímpico en Tokio 2020, cuatro veces Campeón de España (la última en 2021), Campeón de Europa (2016) y Oro en el Mundial de 2019, entre otros trofeos, copan el palmarés de este deportista risueño, cabezota, disfrutón y orgulloso de poder vivir del deporte, “y más en España”.
¿Cómo se presenta Héctor para alguien que no le conoce de nada?
Como una persona normal, eso sería lo que mejor me define. Soy alguien que tuvo un problema grande de visión, una enfermedad, y -sin venirme arriba- creo que supe sacarle partido a esa desventaja, a ese problema… a convertirlo en una oportunidad.
Y a día de hoy me defino como deportista profesional, tengo la suerte de poder vivir del deporte, que es un lujo, y más en España. Y que disfruta mucho de lo que hace y se considera un verdadero afortunado.
Deportista, paratriatleta y diversidad funcional. ¿Serían correctos estos tres adjetivos para definirte?
(Ríe) Serían correctos, como muchos otros. Pero también quiero pensar que la gente piensa de mí que soy buena persona y demás, un poco cabezón… Pero evidentemente sí, aunque tampoco me gusta ponerme adjetivos, sí que el deporte evidentemente es mi vida, hoy marca todo mi día.
Soy paratriatleta, soy triatleta dentro del mundo del paratriatlón y tengo una discapacidad, una diversidad funcional, que no le doy mayor importancia porque no la tiene; y por suerte a mí no se me olvida -bueno a veces sí- pero a la gente que me rodea se le olvida constantemente y eso creo que es muy buena señal, y podemos estar orgullosos de lo que estamos haciendo.
«Buscamos los ídolos en grandes figuras mediáticas que ni siquiera conocemos y la gran mayoría de veces lo tenemos al lado»
¿Qué otro adjetivo que te defina añadirías a la lista?
Para mí sería constante y para otros sería cabezón (Ríe de nuevo). Pero creo que al final lo que me ha llevado a estar donde estoy ha sido la constancia, la disciplina y la cabezonería, tener una idea y trabajar por ella. Eso, depende de la perspectiva y del momento, del día y la situación, pues puede ser la tenacidad o la perseverancia o la cabezonería.
¿Qué estudiaste? ¿A qué se quería dedicar el pequeño Héctor?
Estudié Ingeniería Industrial y evidentemente a eso era a lo que me quería dedicar. Tuve la suerte de poder trabajar durante unos años de ello -así que puedo tacharlo de la lista-, y es verdad que quizá de pequeñito me gustaba más el tema de los puentes y presas…
Cuando crecí un poco el tema del motor me interesó demasiado y de ahí lo de estudiar Ingeniería Industrial, concretamente en la rama de energía y mecánica. Fue una fase de mi vida que está ahí, que recuerdo con mucho cariño y no sé si volverá.
¿Cómo descubriste y diagnosticaron la Enfermedad de Best?
Me la diagnosticaron bastante joven, prácticamente tengo un recuerdo muy difuso porqué fue cuando tenía seis o siete añitos. Recuerdo perfectamente que me taparon el ojo derecho y la sensación era que me tapaban prácticamente los dos ojos, y a partir de ahí estuve ingresado durante mucho tiempo hasta que dieron exactamente qué era lo que tenía.
Aunque tampoco saben muy bien de qué, porque aunque es genético y hereditario, es una enfermedad muy rara y no tenemos ningún antecedente familiar. Afecta a la agudeza visual y es degenerativa. Lo tuve completamente estable hasta los primeros años de universidad y ahí empezó a degenerar muy rápida, hasta el punto actual que sólo tengo un diez por ciento de visión en el ojo derecho y nada en el izquierdo.
«Al final lo que me ha llevado a estar donde estoy ha sido la constancia, la disciplina y la cabezonería»
¿Qué barreras supuso en tu día a día dicha enfermedad catalogada como rara?
En su momento la barrera es más psicológica. Hay que asumirlo. Uno mismo piensa muchas más barreras de las que tiene. La principal barrera es la movilidad, yo dependo de alguien. No puedo conducir, pero hay mucha gente que no tiene discapacidad visual y no tiene carnet o que tiene el carnet y ni siquiera conduce.
La limitación existe y está ahí, evidentemente por la noche tengo serios problemas, cada vez más, no reconozco prácticamente a nadie salvo que hable… por eso la gente que me conoce se acerca sin hablarme para tomarme el pelo (Ríe). Barreras claro que las hay, claro que es limitante, pero las se llevar bastante bien, me apaño, hace años que vivo solo. Creo que a veces le echamos más cuento del que realmente hay.
¿Cómo llegas al mundo del ParaTriatlón?
En el momento que entro en la ONCE y yo ya estaba haciendo triatlón, me ofrecieron seguir haciendo paratriatlón… aunque me produjo bastante rechazo, no me gustaba nada la idea, sobre todo lo de depender de un guía, ir en el tándem… no era algo para lo que estaba preparado psicológicamente.
Pero me consiguieron engañar para probar un tándem al cabo de unos meses y me gustó la experiencia, y a partir de ahí seguí probando con el paratriatlón aunque sin ninguna exigencia, sin ninguna ambición más allá de seguir disfrutando del deporte. La pelota se fue haciendo mucho más grande de lo que yo pensaba.
¿Has tenido el apoyo de tu familia para dedicarte plenamente al mundo del deporte?
No es que haya tenido el apoyo, es que sin ellos hubiera sido totalmente imposible. En 2016, cuando decido dejar el trabajo que tenía y decido dedicarme plenamente al deporte, la ayuda de mi familia fue fundamental.
«Barreras claro que las hay, pero me apaño bien (…) Creo que a veces le echamos más cuento del que realmente hay»
¿Pensaste en algún momento durante tus comienzos en ir a unos Juegos Olímpicos?
En ningún momento. Mi única ambición cuando empecé en el mundo del paratriatlón era seguir haciendo deporte y disfrutar con lo que hacía. Es verdad que poco a poco los resultados llegaron sin buscarlos. Con el paso de los años sí que mi ambición fue ir a unos Juegos, y no sólo ir, sino ir a ganar el Oro.
Medalla de Plata en los JJ.OO. de Tokio, Campeón del Mundo, más de veinte trofeos en tu palmarés… ¿Cuál fue para ti el más significativo o importante?
No me puedo quejar de palmarés, aunque me retirara a día, pero no me conformo. Porque, y esto lo leí una vez: “Un deportista es tan bueno como su siguiente carrera”, todo los que hayas ganado hasta ahora está muy bien, pero a día de hoy ya no sirve para nada. Hay que seguir trabajando, no es que mi ambición no tenga límites, pero me gusta mucho lo que hago y quiero seguir ganando, y por supuesto que no me conformo con lo que tengo.
Soy un insatisfecho crónico. Si me tengo que quedar con una, es verdad que el Campeonato del Mundo de 2019 significó mucho, porque no lo esperaba, era el objetivo a muy largo plazo y llegó muy pronto. No obstante, evidentemente, por encima de todo está la medalla de los Juegos, por todo lo que representa y todo lo que ha conllevado.
¿Has hecho verdaderos amigos en este competitivo mundo del deporte?
Por supuesto. Esto lo hablamos muchos. Los resultados están ahí y ahora mismo es lo que más se valora. Pero al final lo que vas a recordar son los momentos con la gente y es con lo que me quedo: la cantidad de gente que he conocido, de la que he aprendido y todo lo que me han aportado.
Una de esas cosas es el trabajo en equipo, muestra de ello es que mientras hacemos esta entrevista tengo aquí a Gustavo (su guía) al lado. Al final el deporte de élite es muy egoísta y creo que la disciplina en la que estamos nos hace un poco menos egoístas, porque nos hace pensar en la persona que tenemos al lado, por supuesto él más que yo.
«En un primer momento no me gustaba nada la idea de depender de nadie, sobre todo de un guía, de ir en tándem»
¿Qué prueba te resulta más y menos dura de la competición?
Yo hago triatlón porqué me gustan las tres disciplinas y no concibo el triatlón sin que estén de la mano. No puedo elegir una.
¿Qué deportistas son referente para ti?
Para mi Gustavo es una referente, no sólo porque sea mi guía, porque eso sería lo fácil. Ya lo era de antes, pero además en el momento en el que lo conoces, que rompes la barrera de cercanía, todavía más.
Me ha enseñado mucho, muchísimo, y es un referente a nivel personal y deportivo. Al final buscamos los ídolos y referentes en grandes figuras mediáticas que ni siquiera conocemos y la gran mayoría de veces lo tenemos al lado.
«En ningún momento me plantee ir a unos Juegos Olímpicos (…) Los resultados fueron llegando poco a poco»
¿Tienes planes de futuro? ¿Cuáles son los nuevos objetivos?
Seguir disfrutando de lo que hago. Soy muy de la filosofía de ir partido a partido, no pensar mucho más allá porque tampoco tiene mucho sentido. Además, tengo como buen ejemplo lo que me pasó y que tu propones y la vida dispone.
Hay que pensar en disfrutar el día a día, lo que me han enseñado mis entrenadores: Centrémonos en hacer cada entrenamiento bien, en mejorar cada día y luego el tiempo nos podrá en nuestro sitio, pero disfrutando de esto. Si en algún momento dejo de disfrutar, de gustarme o dejo de ser competitivo habrá que buscarlo en otro sitio, que seguro que surgen oportunidades.
#AQUÍenValènciaTest
Playa o montaña: Montaña siempre, que somos de Serra.
Comida (casera) favorita: Los macarrones de mi madre, eso no puede faltar en mi dieta.
Un libro: ‘Padre Rico, Padre Pobre’.
Una canción (para bailar): ‘Renegades’, de X Ambassador.
Un color: No soy mucho de colores (Ríe). El granate de la equipación.
Una ciudad para perderse: Gold Coast (Australia).
Nombre de tu mascota: Neo y Wendy.
Viaje (pendiente): Algún sitio de África.
Un sueño por cumplir: Ganar un Oro Paralímpico y estar en Hawaii, en Kona, aunque sea de mochilero de Gustavo.