Vaya lío que tenemos montado en nuestro País. Si no fuera por la enorme gravedad del asunto, parecería que se está jugando a ver quién puede más, como las tontas apuestas de aquellos que dicen “¡a qué no hay huevos!” y el otro responde haciendo cualquier barbaridad para demostrar que sí los hay, aunque para ello se parta la cabeza.
Un Tribunal político
En este caso vamos a hablar del Tribunal Constitucional (TC), que es un órgano que no está dentro del poder judicial, aunque por el nombre pudiera parecerlo. Realmente es una institución política, solo sometida a su propia Ley Orgánica, y en los que 10 de sus 12 magistrados son nombrados por los políticos (4 a propuesta del Congreso de los Diputados, 4 por el Senado y 2 por el Gobierno). Los otros dos son elegidos por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
La renovación de miembros con el mandato ampliamente caducado es lo que ha provocado la ‘guerra’. Actualmente hay once miembros de los cuales seis son del ala conservadora y 5 de la parte progresista. Hay que tener en cuenta que este tribunal tiene potestad de decidir sobre determinadas leyes si aprecia motivos de inconstitucionalidad, con lo que su control es importante.
La falta de acuerdos evita que se pueda elegir a los nuevos magistrados que sustituyan a aquellos a los que, desde hace mucho, se les acabó el tiempo de estar dentro de este órgano. Eso supondría un cambio de tendencia hacia una mayoría progresista para los siguientes nueve años, y ahí está principalmente el motivo de la paralización.
Cuidado con las formas
Hablando de la propuesta legislativa, las formas son muy importantes. No es de recibo lo que se acostumbra a hacer, desde siempre, que es meter temas fundamentales dentro de leyes que no tienen absolutamente nada que ver, para que se apruebe todo en su conjunto.
Esta forma de gobernar, insisto histórica, no de un partido concreto, debería ser del todo anticonstitucional. Es como si yo pacto con alguien que vamos a ir juntos de viaje a Sevilla, detallo paradas, lo que vamos a visitar, que vamos a comer y en medio de este acuerdo de turismo de muchas páginas incluyo: y de paso atracaremos una gasolinera.
La obligación de leerse el acuerdo sería de quien lo firme, pero estaría condicionando todo el viaje a eso. O firma, y acepta ese atraco, o no firma y se queda sin viaje, que era realmente el motivo del documento.
‘Secuestro’ del voto
Olvidando eso, que no es lo principal en este caso, parece enormemente grave, y bastante peligroso como precedente, que el TC pueda vetar la votación de una Cámara elegida libremente por los ciudadanos a los que representa. Es crear un agujero en la democracia que luego puede ser muy difícil de cerrar.
Las Cámaras representativas de los españoles, elegidas de forma libre y democrática, deben poder votar en libertad (que suena raro tener que decir esto a estas alturas de la historia). Después, si hay indicios de inconstitucionalidad, el TC podrá juzgar y sentenciar, con sus correspondientes argumentaciones.
Resulta además algo extraordinario una reacción tan rápida de un Tribunal que tiene pendiente de pronunciarse en recursos contra leyes importantes, como la del aborto aprobada hace doce años.
Penalizaciones desiguales
En cualquier caso, estamos enfrascados en una situación en la que quien más está disfrutando es Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Ha conseguido que se rebaje de forma exprés, como nunca se hubiera imaginado, el delito de sedición y el de malversación. El primero es algo carente de sentido cuando el argumento es la no existencia en otras democracias. En EEUU se está juzgando por sedición a los que asaltaron el Capitolio.
Luego está el de malversación. Tantos años todos los partidos llenándose la boca de la lucha contra la corrupción, creando normas para convencernos a los ciudadanos sobre quien estaba más limpio e iba a combatir más fuerte para erradicarla de las instituciones, y de un plumazo olvidamos parte de esos principios.
ERC de celebración
¿Y por qué quién más está disfrutando es ERC? Pues porque lo dicen ellos mismos. Mientras el Gobierno se empeña, con todos sus ministros y el Presidente a la cabeza, en explicar que todos estos cambios legislativos son por el bien de la convivencia en Cataluña y que en ningún caso se va a celebrar un referéndum de autodeterminación, ERC les quita la razón y expresan, según ellos, lo que es la hoja de ruta.
«El Govern está acostumbrado. Escuchamos que no habría mesa de negociación, que no habría indultos, que no se derogaría la sedición y que era muy difícil que hubiera algún cambio en la malversación. Ahora dicen lo mismo respecto al referéndum», afirmaba irónicamente la portavoz del Gobierno catalán, Patricia Plaja.
Ambigüedad
Mientras, Rufián (ERC) está en su salsa. Solo hay que ver que, tras el discurso de Navidad del Rey, al que por cierto le pasa igual que a los estudios de audiencia de las radios, todas siempre dicen que son líderes. Pues, en el caso de Felipe VI, todos los partidos entienden su mensaje como que les está dando la razón a ellos. Quizá con un poco menos de ambigüedad quedaría más claro su mensaje.
Pero volviendo a Rufián (palabra que la RAE define como “persona perversa -que corrompe las costumbres o el orden y estado habitual de las cosas-“), tras el mensaje de Felipe VI su respuesta fue subir una foto del actual Rey cuando era un niño y su padre le llevo a saludar a Franco.
¿Ignorancia de la historia? No, simplemente disfruta provocando (sumamente malo, que causa daño intencionadamente. Esta es la otra definición de persona perversa que da la RAE).