Carrícola es un pequeño municipio de La Vall d’Albaida de algo más de cien habitantes, situado a los pies del Benicadell. Pueblo fundamentalmente agrícola, desde los años ochenta son pioneros en la producción ecológica y la instalación del sistema de riego por goteo, recibiendo incluso diversos premios y distinciones a nivel nacional.
En 2010, después de la recuperación del paraje natural de las arcadas (acueductos), alrededor del patrimonio hidráulico de la época islámica de la huerta de Carrícola, el artista Josep Sanjuan, fuertemente vinculado a la localidad, propone al ayuntamiento la idea de convocar a autores de la comarca para crear una obra escultórica en estos nuevos recorridos.
De esta forma nace Biodivers Carrícola, un proyecto que busca contar con la participación altruista de cualquier persona creativa, con la disposición de dejar huella en el entorno de un circuito expositivo natural. Sin duda, el objetivo es conseguir una visión coherente y respetuosa con el medio ambiente.
Elementos naturales
Entre las obras se desestima la utilización de materiales artificiales, véase plásticos o aluminio, y sí se recomienda el empleo de madera, vidrio, piedra o elementos naturales encontrados en el mismo punto donde se va a actuar.
Las obras, con carácter permanente o efímero, se quedarán donde han nacido, para formar parte del paisaje de Carrícola, que el impacto visual sea para mejorarlo y que la propia naturaleza con el tiempo las haga suya.
La primera convocatoria se produjo en 2010, con la participación de 59 artistas y 58 obras, con la singularidad que diversos autores participaron en varias piezas. Respecto al montaje, destacó la aportación de los vecinos del municipio, pues en el momento de la instalación su ayuda fue determinante, “al ser una muestra altruista”.
Biodivers Carrícola es un proyecto que cuenta con la participación altruista de artistas de la comarca
Repercusión positiva
La repercusión inicial del proyecto fue muy positiva: “muchas personas que no va a museos, sí vienen a Carrícola”, sostienen sus responsables. En este sentido, se organizan visitas guiadas en los circuitos escultóricos para colegios, asociaciones o grupos.
El recorrido escultórico consta de tres circuitos, el casco urbano, la huerta y barrancos donde se ubica el patrimonio hidráulico, la senda y la subida al castillo. Las obras conviven con el patrimonio natural y arquitectónico de épocas pasadas.
Las obras se componen de madera, vidrio y elementos hallados en el propio entorno
Artistas internacionales
Mediante la firma del convenio de colaboración artística con la Universidad Politécnica de Valencia se llevaron a cabo una serie de intervenciones en Carrícola de artistas nacionales e internacionales, además de poder celebrar la segunda (2015) y tercera convocatoria (2020-21).
El museo al aire libre cuenta ahora con obras de la mexicana Yolanda Gutiérrez, que gira alrededor de elementos naturales y formas geométricas, y anteriormente de Can Altay, un artista turco que diseña los carros para exponer la mercancía de los artesanos en la plaza durante los domingos de mercado.
Mientras, la madrileña Lucía Loren basa su estilo en el uso de campos en desuso, para darles una segunda oportunidad. Utiliza una interrogación formada por plantas de lavanda y caléndula. Estas plantas, en su floración, servirán para recolectarlas y extraer aceites esenciales, haciendo también el papel de polinizadoras.
La repercusión fue inmediata, porque muchas personas que no van a museos, sí se acercan a Carrícola
Las diferentes rutas
En el barranco de Adzeneta encontramos el Arcà del barranc d’At. Acueducto construido mediante obra de tapia unida con mortero, se aprecia en la antigua acequia restos de las conducciones cerámicas utilizadas para el paso del agua en su recorrido, desde la Font Freda hasta la fuente de la plaza de Belgida, ya que servía para abastecer a la población.
Consta de dos vanos, el central con un arco de medio punto y de mayor tamaño, para el paso del agua procedente de la fuente de Adzeneta. El vano lateral, por su parte, más pequeño de tamaño, permitía el paso a los agricultores con sus animales y carros.
En el mismo barranco, agua abajo, encontramos el Assut, una parada de agua artificial en el interior del cauce que posibilitaba el abastecimiento de riego en esta partida de la huerta.
Otros atractivos de Carrícola
De visita obligada es su castillo, ubicado sobre un cerro. Es del siglo XII y tiene las características de una fortaleza, con patio y torre, de planta poligonal irregular y rodeado de muros.
La ermita del Cristo del Calvario, a los pies del castillo, preside la parte alta del municipio. El calvario presenta a un lado y otro de la subida, por medio de catorce casitas o capillas pequeñas, las escenas de la pasión.
También la plaza, con el ayuntamiento como edificio más emblemático, la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel -anteriormente mezquita- y en la parte baja, el nuevo lavador, construido en piedra en 1955 y actualmente en funcionamiento.