‘Benidorm Destino Seguro’. Ese fue el ‘claim’, el principal mensaje, que la capital turística de la Comunitat Valenciana se empeñó, con rotundo éxito, en exportar a sus principales mercados emisores durante lo más duro de la todavía reciente pandemia.
Tras decidir, días antes de que el Gobierno de España y la propia Unión Europea decretara confinamientos y restricciones draconianas, evacuar a todos sus turistas y cerrar su planta hotelera, la ciudad comenzó, de forma inmediata, a trabajar en el día después de la vuelta a la normalidad.
Si algo tuvieron claro desde ese minuto cero no sólo los responsables políticos benidormenses sino, sobre todo, sus empresarios turísticos (hoteleros, comerciantes, hosteleros…) fue que no se podía dar un paso en falso. Benidorm no podía reabrir sus puertas hasta tener la absoluta certeza de que la ratio riesgo-oportunidad era aceptable.
Estrategias por adelantado
Para ello, y apoyados en la potente plataforma tecnológica que de la mano de su plan de Destino Turístico Inteligente se había creado al efecto, todos los actores de esa carrera por el relanzamiento buscaron la manera de dotar de contenido a ese ‘Benidorm Destino Seguro’, que inundó todos los mensajes públicos de la ciudad.
Los hoteles se reformularon para poder abrir en condiciones sanitarias óptimas, se aceleró en cuestiones de sostenibilidad (algo muchas veces muy ligado al propio control de la pandemia), se diseñaron nuevos protocolos (con el parcelamiento de las playas como gran ejemplo visible) y se implementaron herramientas para, más que controlar, predecir el devenir de la pandemia una vez que los turistas volvieran en masa a las calles de la capital turística de la Comunitat Valenciana.
La de la EDAR de Serra Gelada será la única estación de medición que permanezca activa en esta nueva fase
Control del virus
Una de esas herramientas innovadoras, adoptada en otras ciudades, pero de forma muy temprana y pionera en el principal destino turístico del Mediterráneo, fue la que permitía analizar y controlar la presencia del Sars-Cov-2 en las aguas residuales de la ciudad. Con esos datos, no sólo se podía conocer el minuto a minuto de la situación sanitaria, sino tomar decisiones por adelantado, por dolorosas y poco atractivas que pudieran parecer.
Esa herramienta, que se ha mostrado como algo fundamental para el éxito de la reapertura de una ciudad que ha cerrado 2022 con cifras más que aceptables de ocupación -lastradas, en todo caso, por el inicio todavía restringido del año-, se ha venido renovando de forma semestral desde entonces y este mismo mes de enero, cuando a la pandemia la han relevado otros asuntos en las principales cuestiones de la ciudadanía, se ha vuelto a hacer.
El servicio de vigilancia del Sars-Cov-2 en las aguas residuales se puso en marcha en el mes de julio de 2020
Seis meses más
Fue entonces, nada más arrancar la última hoja del almanaque de 2022 e inaugurar el tan impredecible 2023, cuando la ciudad de Benidorm tomó la decisión de seguir contando, al menos durante seis meses más, con el servicio para controlar y monitorizar la presencia del virus Sars-Cov-2 en las aguas residuales de la ciudad.
El encargado de defender esta iniciativa y explicarla al resto de grupos políticos municipales y a la ciudadanía fue el edil de Ciclo del Agua, José Ramón González de Zárate, que recordaba que “este servicio fue aprobado inicialmente en julio de 2020 y de ahí que se implantara una plataforma digital para realizar la monitorización del virus en las aguas residuales”.
El coste del servicio será asumido por la concesionaria del Ciclo del Agua, Hidraqua, con cargo a los Fondos de Inversión
Tras los pasos del Ministerio
En aquel momento, nadie podía todavía imaginar que el asunto iba a durar tantísimo tiempo y a traer tantos problemas arrastrados durante muchos años. González de Zárate explica que “a causa de la persistencia de la pandemia se ha ido acordando la continuidad de la prestación del servicio por períodos semestrales”.
Por todo ello, el responsable de Ciclo del Agua en la capital turística, pese a reconocer que “ahora, la situación sanitaria permite reducir considerablemente las necesidades de vigilancia y control”, ha explicado que se ha tomado la decisión de seguir “el modelo estratégico del Ministerio de Sanidad”.
Un único ‘centinela’
De este modo, ha proseguido el concejal benidormense, “se considera adecuado mantener el servicio de monitorización en aguas residuales en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Benidorm como único punto de muestreo representativo de toda la ciudad, de modo que se convierte en un centinela permanente de la evolución y presencia del virus en Benidorm”.
José Ramón González de Zárate ha añadido que “el coste de este servicio será de 15.080 euros y será asumido por la concesionaria del Ciclo del Agua, Hidraqua, con cargo a los Fondos de Inversión”.