Nuestra ciudad tuvo un enorme protagonismo en los instantes finales de la Segunda República, llegando a ser incluso durante diez días capital de España, cuando el gobierno de Juan Negrín se trasladó desde València en busca de una zona más alejada del frente de batalla y con más opciones para abandonar el país llegado el momento.
Recordemos que, por entonces, en 1939, en los momentos finales de la Guerra Civil, Elda asumió una gran responsabilidad en la retaguardia como ciudad industrial y de acogida, tanto de la población que huía de la contienda como de los soldados y voluntarios que resultaban heridos.
Este periodo se puede conocer mejor ahora mediante una visita teatralizada de nuestra historia reciente en ‘Las Voces de la República’. Las dos primeras funciones se celebraron en febrero y marzo, al tiempo que las dos restantes serán pasado el verano, el 17 de septiembre y el 19 de noviembre.
Experiencia turística
‘Las Voces de la República’ es también una experiencia turística que abarca una apasionante etapa de nuestro país, desde el último cuarto del siglo XIX, con Emilio Castelar -quien residió en nuestro municipio a lo largo de su infancia- hasta 1939, cuando tras diez días como capital de España, el Gobierno de la República abandonó Elda con destino el exilio.
La obra permite conocer tanto los personajes como los edificios, lugares y objetos emblemáticos de la ciudad, todos ellos vinculados al decisivo momento histórico. Son la vara de mando de Manuel Azaña, el monumento a Castelar, el colegio Padre Manjón, la Casa de las Beltranas, el Teatro Castellar y la Casa Grande del Jardín de la Música.
Se trata de una experiencia turística que abarca una apasionante etapa de nuestro país
Periodo de escasez
En la guerra, las fábricas de zapatos, gestionadas por los sindicatos, se unieron bajo el nombre de Sindicato de la Industria del Calzado de Elda y Petrer (SICEP) para poder mantener la producción.
Pero con el paso del tiempo las instalaciones se vieron obligadas a reconvertirse en productores de elementos bélicos, como botas, ropa militar, mochilas o correas. Incluso los talleres mecánicos o del metal se destinaron a la fabricación de blindajes para vehículos militares o bombas.
Comenzó a escasear el dinero -se crearon vales y billetes que únicamente tenían valor en la ciudad- y, por supuesto, los alimentos. El peor año fue 1938: los eldenses tuvimos que acudir a otros municipios a cambiar objetos por comida y llegaron numerosos refugiados y heridos a los que se tuvo que atender y alimentar.
El Gobierno de la República se trasladó de València a Elda por su excelente posición estratégica
Elda, capital de España
El 25 de febrero de 1939, ya en la recta final de la guerra, el Gobierno de la República -con sede en València- se trasladó a Elda por su posición estratégica: bien comunicada por carretera con Madrid y Alicante, con línea férrea y un pequeño aeródromo situado en El Fondó (Monóvar).
Así, la finca El Poblet fue el lugar escogido como residencia del presidente del Gobierno. Bajo el nombre en clave de ‘Posición Yuste’, acogió las reuniones de los dos últimos consejos ministeriales (28 de febrero y 5 de marzo de ese año 1939), además de los encuentros de Negrín con los mandos militares y el personal gubernamental.
Permite conocer a los personajes y edificios emblemáticos, vinculados al momento histórico
La calle Nueva
La llegada del Gobierno de la República a Elda, Petrer y Monóvar supuso, de la misma forma, el traslado de otros órganos ministeriales y gubernamentales, que se ubicaron en diferentes edificios y dependencias de la localidad, como las Escuelas Graduadas (hoy en día el colegio Padre Manjón).
En ese momento la calle Nueva se convirtió de repente en el epicentro de la actividad gubernamental, pues en ella se asentaron los edificios de Correos y Telégrafos, el Banco de Elda y otras sucursales bancarias, además del Casino y varias sedes de sindicatos o partidos políticos.
Se habitaron asimismo viviendas en diferentes áreas para personal ministerial y miembros del Gobierno. Cerca del casco urbano se estableció la ‘Posición Dakar’, casas de recreo que habían sido incautadas para alojar el personal del Gobierno vinculado al Partido Comunista, como Dolores Ibárruri ‘La Pasionaria’, Enrique Lister, Juan Modesto, Rafael Alberti o María Teresa León.
La última reunión
En una de las casas de la ‘Posición Dakar’ tuvo lugar la última reunión política de Juan Negrín, quien anunció a los dirigentes comunistas la decisión de abandonar España ante la inminente victoria franquista.
El 6 de marzo, en el primer avión, salieron ‘La Pasionaria’ y sus acompañantes, entre ellos Alberti y León, con destino Orán (Argelia). En un segundo, de mayores dimensiones, partió hacia Toulouse (Francia) Negrín y el resto de miembros del último Gobierno republicano.
El 29 de marzo de 1939 las tropas de Franco hicieron su entrada en la ciudad de Elda, capital de España durante diez días.