Mihnea Ignat / Director de la Orquesta Sinfónica Ciudad de Elche
La Orquesta Sinfónica Ciudad de Elche (OSCE) fue fundada en 1988, y es en la actualidad la agrupación orquestal estable más antigua de la provincia de Alicante.
Sin duda, uno de los sellos de excelencia de la OSCE es su gran versatilidad artística, que le permite abarcar con resultados muy apreciados por el público y la crítica casi cualquier estilo musical. Muestra de ello son las distintas agrupaciones camerísticas que la OSCE acoge en su seno.
Amplitud de repertorio
Gracias a esta versatilidad, la marca OSCE es capaz de abordar casi cualquier tipo de repertorio requerido, abarcando todas las épocas, estilos y géneros musicales, desde el barroco hasta la música contemporánea, incluyendo estreno de compositores españoles mundialmente reconocidos.
Casi cuarenta músicos se preparan ya para el inicio de la nueva temporada que supondrá el comienzo de los conciertos con los que van a celebrar sus 35 años de existencia.
De fondo… la falta de mayor apoyo económico de las instituciones para una orquesta que nos representa por todas las ciudades en las que actúa, con unos músicos, que, al contrario de lo que ocurre con otras sinfónicas, no pueden vivir de su trabajo.
Un director a la altura
Mihnea Ignat (Craiova, Rumanía, 7-mayo-1980) llegó a Alicante con veinticinco años, poco después de licenciarse en Dirección de Orquesta en la Universidad Nacional de Música de Bucarest. Le contrataron para formar la orquesta filarmónica de la Universidad de Alicante. La titularidad de la OSCE le llega en el verano de 2016, cuando recibió la llamada del presidente de la sinfónica de aquel entonces, Miguel García Sala, el actual director del Conservatorio Profesional de Alicante.
La OSCE se encontraba en un momento delicado, sobre todo desde el punto de vista económico, y por ende también desde el punto de vista artístico. Aceptó el reto y aquí sigue.
¿Qué nos puede contar sobre la celebración del 35 aniversario de la orquesta?
En primer lugar, tengo que decir que la OSCE es la segunda orquesta más antigua de la Comunidad Valenciana, solamente por detrás de la Orquesta de Valencia. Dicho esto, tenemos previsto realizar dos conciertos para celebrar el 35 aniversario. El primero de ellos tendrá lugar el próximo día 21 de octubre en el Gran Teatro de Elche.
En este concierto interpretaremos una de las obras de referencia de la historia de la música: la Novena Sinfonía de Beethoven. Contaremos, para ello, con la participación de la Coral Ilicitana y de un elenco estelar de solistas.
El segundo tendrá lugar el 2 de diciembre de este año, también en el Gran Teatro, y será una gran fiesta de la música. Este concierto será gratuito gracias a la generosa contribución de la Diputación de Alicante.
¿La falta de presupuesto cree que tiene solución?
Recuerdo que hablando recientemente con la gerente de una de las orquestas sinfónicas que dirijo habitualmente en Rumanía, me comentó que el presupuesto de la misma para el año 2023 era de casi un millón doscientos mil euros.
Estamos hablando de una orquesta que da servicio a un área con una población que ronda los 300.000 habitantes. Es una comparación que pienso que en Elche deberíamos tomar como ejemplo de buenas prácticas, en cuanto a la cultura se refiere, pues estamos hablando de un país, Rumanía, que tiene un PIB bastante inferior a España y que, aun así, dedica muchos más recursos a la música clásica y a la cultura en general.
¿Por qué hay tanta diferencia de presupuesto entre sinfónicas de nuestro país? ¿De qué depende?
Por un lado, la junta directiva de la OSCE y yo asumimos nuestra parte de culpa por no saber explicar y llegar de una mejor manera a los responsables políticos. Lo hemos intentado de muchas formas para hacerles ver los múltiples beneficios que podemos traer a la sociedad, incluidos los económicos directos.
Desgraciadamente, no hemos encontrado tampoco una sensibilidad en este sentido. Creo que ahora hay una gran oportunidad para cambiar esta dinámica y poner a la OSCE a la altura de las demás orquestas sinfónicas de las grandes ciudades españolas y europeas.
¿Su intención es permanecer en su puesto mucho tiempo o tiene otras expectativas?
Actualmente estoy compartiendo la titularidad de la OSCE con la titularidad de la Ópera Nacional Rumana de Timișoara. En el horizonte está la titularidad de la Orquesta Sinfónica de Sarajevo (Bosnia) en 2025. No obstante, creo que llegan tiempos ilusionantes para la OSCE.
«Todavía necesitamos creer en el poder transformador de la cultura y de la educación, que van de la mano»
¿En qué han cambiado las cosas desde su llegada?
Hemos conseguido remontar la difícil situación que me encontré a mi llegada y superado con nota la pandemia.
Muy pronto la forma de organización administrativa de la OSCE pasará a ser una fundación, y organizaremos un proceso selectivo para una bolsa de trabajo, lo cual dará la oportunidad a muchos jóvenes músicos de participar en los conciertos de la misma.
¿A qué nivel está la OSCE en comparación con otras grandes sinfónicas en España y qué futuro le ve?
Pues si hablamos de niveles de calidad artística, la OSCE representa con toda seguridad un verdadero milagro. Los últimos conciertos que hemos hecho han tenido un nivel realmente alto.
He trabajado mucho y sigo trabajando con jóvenes músicos de la zona, y puedo dar fe de que muchos de ellos ocupan ahora mismo plazas en orquestas profesionales de media Europa y, por supuesto, de España. Este potencial se debe aprovechar para mejorar la calidad de vida de la ciudad y para aportarle valor añadido, por no hablar de dar trabajo a nuestros jóvenes.
¿Piensa en alguna forma para acercar la música clásica a los jóvenes, por ejemplo conciertos como tributos a grandes bandas del rock, jazz o pop?
Tenemos ya diseñadas muchas actividades del tipo que mencionas, y en más de una ocasión hemos llevado este tipo de propuestas a los responsables políticos. Como decía antes, hace falta voluntad de inversión en la cultura.
La cultura por la música clásica, ¿es una asignatura pendiente en Elche?
Creo que la cultura en general es una asignatura pendiente en Elche, pero no por falta de actividades o por falta de interés del público, sino por la inversión que se está ejecutando.
Julián Sáez, el director del Gran Teatro de Elche, está haciendo desde hace años verdaderos milagros con la programación del mismo, con un presupuesto que no está a la altura de una ciudad europea de 240.000 habitantes. Todavía nos falta creer en el poder transformador de la cultura y de la educación, que van de la mano.