Entrevista> Luis Sala / Experto en moda y modelo (Mutxamel, 9-abril-2002)
Este dicharachero mutxameler tiene solo 21 años, pero repasando toda su trayectoria profesional podríamos creer que dobla su edad. Ha estudiado diseño y marketing de moda en el MOMA de Nueva York, así como en las universidades de Bocconi en Milán y Palermo. Además trabaja recurrentemente de modelo para varias marcas del sector y escribe crónicas de pasarelas u otros eventos en diversos medios de comunicación.
Por si todo esto fuera poco, Luis Sala Miquel es un gran apasionado de la historia de la moda española, hasta el punto que ha realizado un minucioso estudio de algunos de nuestros principales diseñadores históricos plasmado en el libro ‘Vestir es soñar, de Fortuny a Palomo’. Este pasado verano también organizó una exposición dedicada a este mismo tema en la Casa de la Cultura.
Me gusta analizar cómo la moda se fusiona con el arte
Cuando te tocó decidir qué querías ser de mayor, ¿por qué te decantaste por el mundo de la moda?
A ver… yo nunca he tenido muy claro nada. Estudié diseño como podía haber sido astronauta (risas). Me gustan las personas creativas y soy muy impaciente… y con los años más. Hice el bachillerato de Humanidades porque me encantaba escribir y estoy seguro que si hubiera estudiado otras carreras como historia, filosofía, lenguas o latín también me habrían gustado.
Lo cierto es que desde pequeño siempre me he fijado mucho en la ropa. Además dicen que si estudias Bellas Artes es muy probable que te mueras de hambre y al final sean tus herederos quienes cobren todo, aunque quizás ahora ya no es así gracias a que los artistas se pueden promocionar por redes sociales desde que empiezan. En definitiva, el diseño me parecía una rama artística más profesionalizable.
¿Cómo te surgió la idea de dedicar un libro a los diseñadores españoles históricos?
Cuando me puse a estudiar Diseño me di cuenta de que no me gusta el patronaje ni coser, sino más bien escribir. Me encanta la moda, y sobre todo la forma en la que se fusiona con el arte. Me llama mucho la atención cómo pasa de la galería a la pasarela, y a su vez la pasarela inspira la galería. Todo se sumó a que en verano siempre sufro un poco de desasosiego estival, porque tengo más tiempo libre y me vuelvo un poco loco al no saber qué hacer (risas).
El caso es que me di cuenta de que tenía muchos referentes extranjeros en mi sector como Balmain, Chanel, Schiaparelli, etc. pero cuando me ponía a pensar en españoles dedicados a la moda apenas me venían a la cabeza Sybilla, Balenciaga o David Delfín. Esto no puede ser, ¿cómo una persona que estudia diseño no tiene apenas referentes patrios? Por eso me puse a buscar información y por supuesto que los ha habido muy buenos.
Al final este libro no deja de ser mi historia particular de la moda española. No están todos los nombres, sino aquellos que más me han interesado.
Tal y como está ahora planteada, la industria de la moda es insostenible
¿Por qué los españoles somos tan poco reivindicativos con nuestra moda? Contrasta con el hecho de que la persona más rica de España sea precisamente de este sector.
Pues no lo sé. Por ejemplo los franceses viven constantemente en la autocelebración, mientras que nosotros lo hacemos en la autodestrucción de que todo lo que hacemos es malo. Cuando en realidad te vas a las semanas de la moda de Madrid o Barcelona y ves cosas maravillosas como en la de París.
España pasó de ser casi nada, a que en los años ochenta apareciera Inditex y volvernos los reyes del prêt-à-porter o fast fashion. Sin embargo no lo hemos sabido valorar. A los estadounidenses no les importa gastarse 400 dólares en un vestido de Sybilla, pero los españoles preferimos tener cuatro malos antes que uno bueno. No hemos tenido el desarrollo que han tenido nuestros vecinos en Francia o Italia.
¿Comprar tanta ropa como hacemos los españoles es sostenible?
Para nada. Cuando le damos tanta importancia al no repetir ropa, estamos creando un sistema insostenible. Si seguimos así, la industria de la moda va a colapsar. No hay más que ver las montañas de ropa fast fashion que hay en el desierto de Atacama.
Además ya no es solo un tema de la contaminación producida, es que un diseñador no puede hacer dos colecciones anuales y dos cápsulas con otras marcas. Somos personas, y trabajar tantas horas al día… mentalmente es imposible. Supongo que algún día saldrá un ChaGPT para diseñar moda, pero hasta entonces es que no se puede.
Todavía no me planteo ponerme a diseñar, quiero tener más engranaje
En 2023 presentaste un libro y una exposición. ¿Tienes algo nuevo entre manos para este año?
Es que no sé hasta qué punto puedo contarlo (risas). Sigo escribiendo sobre moda, e incluso sobre otras cosas. Escribir columnas me da mucha visibilidad continua porque me hace estar en el candelero todas las semanas, pero a mí me gusta más el formato libro. Desde luego me voy a meter en proyectos que de verdad me interesen, al menos mientras que me lo pueda permitir.
Aparte de escribir y desfilar, ¿te has planteado lanzarte a diseñar moda en un plazo no muy lejano?
Quién sabe. He sido muy echado adelante para escribir. No he hecho lo de primero vivirlo y luego contarlo… sino más bien al contrario (risas). Sin embargo creo que me queda todavía coger engranaje para ponerme a diseñar.
Antes quiero disfrutar de todos los contactos que he hecho, como tener una comida con Sybilla o una entrevista con Nieves Álvarez. Supongo que de todo esto algún día saldrá algo interesante. A día de hoy cojo el lápiz y dibujo cosas, pero de momento no me sale nada que yo mismo vea con suficiente calidad como para presentarlo.