Entrevista > Eneko Delgado / Karateca (Torrevieja, 19-diciembre-1994)
El karateca de nuestra localidad Eneko Delgado, poseedor de un remarcable palmarés, tuvo que dejar las artes marciales durante dos años por motivos laborales. Regresa ahora a la competición, el próximo 24 de febrero en Sabadell (Barcelona).
Confiesa que este parón le ha convertido en un karateca diferente, aunque las sensaciones son muy buenas. Su estilo de lucha, además, ha cambiado, y asegura que no va a ser ya el de antes, “pero sin que vaya a ser peor”. Próximo reto, el Mundial de Japón en marzo.
Triple campeón de Europa y un Mundial, considera que el karate es un estilo de vida, “en el que no hay titubeos y te hace madurar de golpe, porque si a mi maestro no le trato con respeto, me echa”.
¿Cuándo te inicias en el karate?
A los cuatro años mi madre gestionaba un bar en Torrevieja y en la misma esquina montaron un dojo de karate, al que quiso apuntarse mi hermana mayor, Nerea. Le seguí y enseguida demostré mis habilidades.
¿Despuntas entonces rápido?
Entonces no había competiciones infantiles, sino veladas internas, donde apuntaba maneras. El combate siempre me ha gustado, no hago katas (una coreografía de golpes).
Con catorce años, con mi maestro actual, Antonio Celdran, participé en mi primer campeonato de España -en Alcorcón- y gané. Desde entonces no paré de participar en torneos nacionales e internacionales.
«Introduciría un arte marcial en todas las escuelas; da a los niños respeto y ese carácter del esfuerzo»
¿En qué categoría ganaste en los campeonatos europeo y mundial?
En peso ligero sénior he sido campeón de España en siete ocasiones, de Europa en tres (2017, 2018 y 2019) y Mundial en 2019, en Santiago de Chile.
¿Cuál es el tipo de karate que practicas?
El más sencillo: dos en un tatami durante dos o tres minutos, sin protecciones y gana el que le haga un ‘knocked out’ (ko) al otro.
Se pueden dar puñetazos de cuello para abajo, no en la cara, y patadas en toda la frontalidad, es decir, piernas, torso y cabeza. No se puede agarrar, son todo golpes directos. Es un deporte de muchos golpes consecutivos, buscando mermar al otro.
¿Qué te ha enseñado el karate?
Orden. Es un arte marcial -no me gusta considerarlo deporte- en el que hay una marcialidad, un respeto muy jerárquico. El maestro habla y el resto calla, él manda y los otros hacemos.
Hay un protocolo para entrar al tatami, salir y estar, y no son opcionales. Se respetan sí o sí. Si un cinturón superior te habla, le escuchas, estés de acuerdo o no.
«Un golpe de realidad será el campeonato de Barcelona, donde podré saber si regreso a como estaba»
¿Es muy sacrificado?
Mucho, te obliga a tener un estilo de vida saludable. En las escuelas, por ejemplo, introduciría un arte marcial, ya sea karate o judo, porque les da a los niños ese carácter del esfuerzo, el respeto, la constancia, valores…
Les enseña a saber dónde tienen que estar, porque cuando te tienes que enfrentar a una entrevista el día de mañana o ir al banco no se puede ir de cualquier forma.
Has estado dos años parado, ¿por qué?
Me gradué en la Universidad Miguel Hernández de Elche en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Soy preparador personal, exactamente readaptador, especializado en lesiones y gente mayor.
Monté en 2021 mi propio centro y mi tiempo se tuvo que centrar en ello, dejando de lado el karate. No podía ir a entrenar ni los fines de semana a los cursos. En el caso de poner entrenar, tras catorce horas trabajando mi cuerpo no estaba preparado.
¿Cuándo y dónde está previsto tu regreso?
Será en el Pabellón Norte de Sabadell el próximo 24 de febrero. No soy el que era, después de estar dos años parado, tiempo en el que la vida me ha cambiado radicalmente.
Este campeonato será un golpe de realidad, saber si de verdad voy a poder estar como estaba o ya ha pasado mi tren.
«Sobre el tatami estoy concentrado en el combate, pero al mismo tiempo mi mente se relaja y piensa»
¿Las sensaciones son buenas?
Sí, físicamente me encuentro muy bien. Echaba mucho de menos un objetivo deportivo, estar entrenando por algo.
He vuelto a mi peso y afronto un campeonato internacional, que es el mismo que hice antes de mi retirada.
¿Podrás regresar a tu nivel?
Soy diferente, mi estilo de lucha ya no es el mismo. Me noto cambiado, quizás más maduro; no voy a ser el de antes, pero no por ello voy a ser peor. Soy ahora más cauto, no tan pícaro como antaño, más acorde a mi personalidad actual.
¿Qué sientes cuando estás sobre el tatami?
Estoy concentrado en el combate, pero al mismo tiempo mi mente es capaz de relajarse, de pensar. Cuando entreno me vienen mis mejores ideas.