Si el Parque Natural de la Sierra Calderona es el principal pulmón verde de la provincia de València, el que les vamos a describir es el segundo. Ubicado a apenas media hora de la capital, el Parque Municipal San Vicente de Llíria es todo un oasis de naturaleza, perfecto para visitarlo y dar un agradable paseo.
Con entrada gratuita, se sitúa a solo unos kilómetros del centro de Llíria, en dirección Marines-Olocau. Se puede acceder por una senda que se recorre a pie o en bicicleta, o bien mediante en coche por la carretera CV-25.
El paraje que se observa es frondoso, muy rico botánicamente, donde se mezclan numerosas especies: olmos, acacias, chopos, eucaliptos, sauces, cipreses, pinos… También sobresale la fauna acuática, compuesta por peces -sobre todo carpas- y aves, además de ardillas correteando por las copas de los árboles y un sinfín de palomas.
Cómo es
Al llegar al parque, donde la naturaleza es centenaria, uno disfruta de un espacio lleno de historia y tradición. Diversos paneles informativos permiten conocer más del entorno y las normas a seguir al visitarlo.
El parque a día de hoy está equipado con una zona de pícnic, en el que realizar un almuerzo o merienda campestre. De igual modo cuenta con baños, un área de juego para niños -que son los que más se divierten-, gimnasio al aire libre para personas mayores y acceso para discapacitados.
Los romanos construyeron en el lugar un templo dedicado a las ninfas, diosas del agua, y muchos siglos después, los cristianos erigieron una ermita dedicada a San Vicente Ferrer.
Cuenta con baños y zona de pícnic, perfecta para realizar un almuerzo o merienda campestre
Ermita de San Vicente
Se sabe que en la época medieval hubo una ermita en honor a la Mare de Déu de la Font, que a inicios del siglo XVI se remodeló para bautizarla como la ermita de San Vicente.
En 1750 se acordó su derribo, para un año después comenzar las obras de una nueva, finalizándose en 1762. Se trata de un templo sencillo, con elementos barrocos y neoclásicos, de planta rectangular y nave única, rematada con un ábside poligonal. Posee pilastras y arcos de medio punto que sostienen una bóveda de cañón continua.
Sobresale la ermita de San Vicente Ferrer, un templo sencillo con elementos barrocos y neoclásicos
24 de abril
El día de la festividad de San Vicente Ferrer, el 24 de abril -copatrón de la localidad-, numerosos peregrinos acuden en romería a la Font de Sant Vicent.
Este emotivo acto es conocido como la romería de San Vicente o rogativa a la Font de Sant Vicent en el día de su onomástica. Conmemora el milagro que el santo llevó a cabo en el lugar en 1410 y consiste en ir caminando con su imagen desde Llíria hasta el parque, donde se almuerza y se celebra una misa.
Al finalizar, el párroco bendice a los que han participado y a la propia fuente. De camino a la población, igualmente en romería, el santo se encuentra con Sant Miquel, el otro patrono de Llíria.
Dice la leyenda que en 1410 el padre Vicente al pronunciar una frase hizo rebrotar agua de una fuente seca
Leyenda
Relata una leyenda que cerca de un olivo, entre la ermita y la fuente, el padre Vicente en 1410, año de una gran sequía, hizo milagrosamente rebrotar agua pronunciando la frase de “creixarà i minvarà, però per a beure mai en faltarà” (crecerá y menguará, pero para beber nunca faltará).
En agradecimiento le pusieron su nombre a esta fuente natural. Ya en las proximidades del manantial, atravesando el puente, veremos cercado el tronco de olivo donde San Vicente Ferrer predicó y obró el milagro.
Señalar, además, que el manantial es el elemento principal del entorno natural y desde la época romana es el caudal más importante para regar la huerta lliriana.
Llíria
La localidad de Llíria, con casi 25.000 habitantes, pertenece a la segunda corona del área metropolitana de València y es capital de la comarca del Campo de Turia.
Es denominada Ciudad de la Música, declarada así por la Unesco en 2019. Su reconocimiento se debe al Ateneo Musical y de Enseñanza Banda Primitiva de Llíria y la Unió Musical de Llíria, cuyas bandas han logrado un enorme prestigio por todo el planeta.
Se visita el Tosal de San Miguel, extenso yacimiento que era Edeta, la extinta capital de Edetania y una de las mayores ciudades íberas; la Iglesia de la Sangre -construida en el siglo XIII sobre una antigua mezquita- y la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, de estilo barroco y datada en el siglo XVII.
Otros reclamos son el renacentista Palacio de los Duques de Llíria o Masía el Espinar, antiguo monasterio de la Orden de los Jerónimos y lugar donde falleció Germana de Foix, reina gobernadora de València.