Entrevista > Mauro Lorenzo / Presidente de Acypal (Palencia, 8-marzo-1963)
La Asociación de Comerciantes y Profesionales de Alfafar (Acypal) es un proyecto creado en 2010 como una necesidad local de contar con una entidad que albergara a todos los autónomos y trabajadores por cuenta propia.
Mauro Lorenzo, su presidente desde 2016, nos remarca que tuvo desde el primer momento que “fomentar el asociacionismo entre todos los comerciantes y profesionales de Alfafar”, alrededor de cincuenta, porque como dice su lema, la unión hace la fuerza.
Natural de Palencia, llegó a nuestra localidad hace ya más de cuatro décadas, “conducido por el amor a la que ahora es mi mujer”. Se siente plenamente integrado a la sociedad valenciana, sus tradiciones y singularidades.
«El comercio local no puede perderse; es necesario que se produzca un relevo generacional»
¿Cuáles son los principales objetivos de Acypal?
Sobre todo dar visibilidad a todo el comercio de proximidad, que es el local, el que tenemos en nuestros pueblos y barrios. No puede perderse, debe haber un relevo generacional para que todo este esfuerzo -de siglos-, el espíritu del comercio mediterráneo, no desaparezca.
En Alfafar, en concreto, queremos crear un centro comercial urbano, dentro del casco histórico, que todos conocieran.
¿Cómo está el comercio en Alfafar?
Está en una situación delicada. No queremos decir mal, porque soy positivo.
Mejoraría si se produce ese relevo generacional que comentaba anteriormente, con nuevos emprendedores que vean que tener un negocio es negocio. Si no apreciamos el futuro en lo que hacemos, es difícil que ese inicio se consolide. Debe haber una buena formación y asesoramiento, estar todos juntos, pues ahora es mucho más difícil que antes. Hay muchos más indicadores que nos lo impiden, como pueden ser la tienda online, la digitalización del comercio en general y las grandes superficies.
Demasiadas complicaciones.
Alfafar cuenta con un área comercial muy grande, de las más extensas de la Comunitat Valenciana, la parte que da a la Pista de Silla.
Queremos tener nuestra propia identidad como comercio del pueblo y mediante la ayuda del ayuntamiento -que la tenemos y mucho- estamos consiguiendo que el comercio de la población tenga visibilidad y, a la vez, no se vaya perdiendo.
«Queremos crear un centro comercial urbano, en el casco histórico, que todos conozcan»
¿La asociación podría crecer?
Es poco probable, porque no hay tantas tiendas en el casco urbano, como sí en la zona de Alfafar Park. En el centro, comercio que cierra, comercio que no abre. Local que se cierra, local que no se reconvierte en otra cosa.
¿Os hizo daño la pandemia?
Fue la digitalización, principalmente. La pandemia trajo que la digitalización entrara en nuestras vidas de una forma inmediata, como se venía anunciando durante años.
En 2020 nos acostamos el 14 de marzo y nos levantamos el 30 de abril como si hubieran pasado diez años en un proceso digitalizador. Muchos no han sabido adaptarse correctamente e hibridar el sistema analógico con el digital. Hay que especializarse, profesionalizarse más todavía y disponer de producto diferenciador.
¿El ciudadano valora el pequeño comercio?
Sí, y le gusta en función de su franja de edad. Cuando tienes entre quince y veinticinco años, dinero hay poco, y ganas de comprar, muchas. Quieres, de igual modo, todo inmediato. Entre veinticinco y 35 años van cambiando las cosas, especialmente si tienes hijos, y buscas otro tipo de compra; tu mentalidad ha variado.
Lo que quieres en la edad madura es que te expliquen por qué estoy comprando esto. Todos estamos ahora superinformados en lo que quieres y buscas, tanto en características como en calidades. Persigues otro tipo de trato, que me lo pongas en marcha, me lo traigas o me lo reserves.
«Nuestro objetivo es visibilizar, conseguir nuestra propia identidad como comercio del pueblo»
¿Y los mayores?
En ocasiones los estamos abandonando. Los mayores de setenta años no tienen posibilidades digitales o son muy limitadas; dependen de terceras personas -hijos o nietos- que nunca tienen tiempo…
Precisan de ir a este comercio de proximidad a abastecerse y si desaparece, llegará un momento que diremos, por ejemplo, aquello de “aquí había una carnicería o una papelería”.
¿Qué otro beneficio tiene comprar en el pequeño comercio?
Sin duda, la sostenibilidad. Estamos dentro del proyecto ecológico 20/30 y lo que te da el comercio de proximidad no te lo da ningún otro.
Al comprar en una plataforma online, se precisa de una furgoneta para que ese producto te llegue a casa. En cambio, si vas andando, es mucho más ecológico, no se produce ninguna huella de carbono. Además, compras lo que necesitas, no lo que ves y adquieres en un clic.
¿Cuál es el futuro de la asociación?
Los comercios necesitan más emprendedores, insisto, y que los que existan no cierren, bien por traspaso o herencia.
Hay que hacerlo atractivo: lograr unos horarios armonizados y que podamos funcionar. No por estar muchas más horas será un comercio más rentable.