Álvaro Urquijo / Cantante
Algunas de sus canciones son auténticos himnos de la época de la movida, y todavía se cantan a pleno pulmón en muchas fiestas. Un grupo que a lo largo de sus cuatro décadas de existencia ha tenido que reinventarse una y mil veces, pero ahí siguen al pie del cañón.
Este mayo ‘Los Secretos’ llegan a València para contar su intensa historia. Y lo hacen como mejor saben hacerlo… cantando. Del 14 al 16 de mayo protagonizarán el musical ‘A tu lado’ en el Teatro Olympia. Conversamos con el cantante principal, Álvaro Urquijo (Madrid, 22-junio-1962), para conocer un poco más a fondo este peculiar proyecto.
«Mis hermanos y yo teníamos mucha cultura musical en casa gracias a mi padre»
Empecemos por vuestros inicios. ¿Cómo te metiste en esto de la música junto a tus hermanos?
Empezó siendo un hobby y una afición desmesurada que acabó desembocando en esto. Gran parte de la culpa la tuvo mi padre, porque era un tremendo melómano y en casa teníamos un equipo de música que estaba incluso por encima de nuestras posibilidades. Él ahorraba mucho dinero para comprarse discos de jazz, folk y demás. Yo recuerdo desde pequeñito levantarme en casa los domingos con Duke Ellington o Ray Charles sonando a todo trapo.
Fue una influencia un poco atípica en la España de los años 70, ningún otro padre de mis amigos era así. Luego nosotros empezamos a escuchar discos que no eran tanto de su palo como Serrat, Bob Dylan o Crosby Stills & Nash. Más tarde nos compró una guitarra, y con ella empezamos a sacar acordes para componer algunas canciones. Aquello ya fue un envenenamiento definitivo de musicología para nosotros.
¿Cuáles fueron vuestras primeras influencias musicales cuando arrancasteis el grupo?
La mayoría de gente ubica el comienzo de la new wave en los ochenta, pero en realidad esto ya había comenzado a mediados de los setenta en Inglaterra con Elvis Costello, los Sex Pistols o los Clash. Luego ya vendría ese rollo más ochentero de música glam con hombreras de Duran Duran o Spandau Ballet.
Nosotros estábamos influenciados por la música americana de folk-rock o country-rock propia de los Eagles, Birds, Beach Boys, etc. mezclado con la new wave británica. Eso nos dio esa mezcolanza de power pop y música con guitarras eléctricas de doce cuerdas que tanto nos caracterizó.
Curiosamente tuvimos que engañar a mi padre durante una temporada, para que el padre de Canito nos avalara unas letras por las cuales compramos dos amplis y guitarras eléctricas de cuarta o quinta mano (risas). Recuerdo que eran un horror, nunca afinaban. Ensayábamos en un piso que él tenía en la sierra de Madrid.
Desde luego vuestras canciones se convirtieron en parte de la banda sonora de la Transición. ¿Qué crees que fue lo que aportasteis a la música española que tanto gustó?
Nos currábamos muchísimo que las melodías fueran bonitas y que el texto también tuviera algo de miga. A fin de cuentas teníamos esa frescura de la juventud que nos llevaba a hacer canciones marchosas y con alegría como ‘Déjame’, ‘A tu lado’, ‘Sobre un vidrio mojado’ u ‘Ojos de perdida’. Incluso aunque la letra fuera triste, son temas que empiezan con mucho dinamismo.
Eran temas que gustaron muchísimo a la gente joven, y aún hoy siguen gustando. Quizás en aquel momento no nos dábamos cuenta de que no estábamos haciendo canciones solo para nuestra generación. En realidad la música no tiene fecha de caducidad, ni sesgo por edad o raza. Sino los grandes clásicos como Mozart o Beethoven ya no se escucharían.
«Hay productoras que se han interesado por llevar nuestra historia también al cine»
Además quizás ‘Los Secretos’ haya sido uno de los grupos que más influencia causó en bandas posteriores de España, ¿no?
En realidad tampoco había mucha música de esta índole en los años anteriores en España. Solo teníamos como referencia a grupos que imitaban a los Beatles, como los Brincos o Pekeniques o algunas que eran muy buenas, pero no estaban demasiado de moda, como Triana o los Módulos.
Sin embargo después sí que vinieron otros como Hombres G que se animaron a hacer lo que nosotros hacíamos. Las referencias que nos faltaron a nosotros, se las dimos a otros.
Entre vuestra larga discografía, ¿hay algún disco al que le tengas especial cariño?
Pues mira, el primer disco que sacamos creo que fue excepcional. Está feo que lo diga yo, pero ten en cuenta que no teníamos apenas ni equipo, ni cultura musical, ni nada. Fue un trabajo muy intuitivo.
Todavía me preguntó cómo fui capaz de sacar aquellas ideas con diecisiete años… y por qué coño ahora no soy capaz de repetirlo (risas). Supongo que influyó mucho esa magia de la ilusión que suponía entrar a un estudio de grabación, el olor a corcho y ver esas máquinas. Solo eso, ya era como un sueño cumplido.
Luego me quedaría también con ‘Dos caras distintas’ y ‘Solo para escuchar’. Quizás este último pasó un poco sin pena ni gloria, pero creo que no tiene una canción mala. A los grupos que tenemos un gran pasado nos ocurre a menudo que cuando grabamos nuevos discos la gente no repara en ellos, porque en las playlists nuestras se va directamente a las canciones que conoce. Es un problema que le ha pasado hasta a los Rolling Stones.
«Cuando sacamos nuestras primeras canciones no nos percatábamos de que serían tan intergeneracionales»
¿De qué forma os surgió lo de hacer este musical de ‘A tu lado’?
Es un proyecto bastante curioso. Cuando estábamos en pandemia me di cuenta de que si me pasaba algo, había muy poca información acerca de la historia y todo lo que nos habían pasado a ‘Los Secretos’. En las entrevistas siempre hablábamos de nuestro último disco o de lo que estábamos haciendo ahora, pero nunca de lo que nos había ocurrido en la vida.
Así que me puse a grabar mis recuerdos y un amigo me los transcribía. Hasta que un día este hombre se tomó la libertad de pasar mis rollos a una chica que trabaja en la editorial Espasa, y le gustó tanto que me ofrecieron redactar un libro. Es algo que ni me había planteado, porque yo no soy escritor.
Este libro llegó a manos de la compañía Som Produce con la idea de hacer un musical, pero ellos nos dijeron que algo así nunca había funcionado con una banda o cantante en activo. De hecho ya habían intentado hacer uno con Hombres G o Joaquín Sabina. Hasta que nos planteamos protagonizarlos nosotros mismos. Así se hace mucho más veraz que tener a otro chavalín con otra voz cantando nuestros éxitos.
¿Cómo habéis redactado el guion?
En realidad ya habíamos hecho alguna gira en la que explicábamos el origen de cada canción antes de tocarla, y contábamos anécdotas con las que hacíamos hasta reír a la gente. Así que mezclamos eso con una visión externa que apenas nos conocía y sabe mucho de musicales, la del guionista Víctor Conde.
A mí me convenció mucho su guion, es una historia con principio y final muy palpable para alguien que lo ve desde fuera.
¿Qué tal os está saliendo esto de actuar, aunque sea haciendo de vosotros mismos? ¿Teníais alguna experiencia previa?
Es muy complicado, a raíz de esto he empezado a valorar mucho más el trabajo de actor. Afortunadamente cada día decimos los textos como queremos. Aunque sean los mismos, no los repetimos palabra por palabra.
Aún así esto no deja de ser una salida grande de nuestra zona de confort para complicarnos la vida. Al principio nos decíamos entre nosotros… “¿y quién nos manda meternos en este gallinero?” (risas). Pero estamos muy contentos, porque está mereciendo la pena.
«Los grupos con un gran pasado tenemos problemas para que se escuchen nuestros discos nuevos»
¿Cómo representáis a tu hermano Enrique?
Lo representa el actor Javier Orán, y lo hace muy bien. De hecho también interpreta a otros personajes como a mi hermano Javier, a mi padre, al disc-jockey de la radio que nos ponía, etc. El teatro te permite esto, y además lo hace más dinámico.
¿Estáis notando buen recibimiento por parte del público?
A la gente le está gustando mucho. Tal vez porque no saben qué es exactamente lo que se van a encontrar (risas). En un principio íbamos a probar con solo cuatro actuaciones en Madrid, y tuvieron tan buena acogida que ya tenemos unas treinta firmadas. Estamos llenando en los sitios, y sin hacer apenas promoción.
Es una obra de teatro con músicos que te la cuentan cantando. Esto es una cosa nueva, y nosotros hemos querido dar el paso porque nadie lo había hecho. Además, te soy sincero, ahora mismo me encuentro en muy buena forma, pero con setenta años imagino que estaré más cascado y no me veo haciendo este musical. Había que hacerlo ahora.
La verdad es que a ‘Los Secretos’ os han pasado muchas cosas. Algunas más oscuras como la muerte de Enrique o los temas de drogas, pero también hay otras bonitas. Ahora que están tan de moda las películas y miniseries de cantantes… ¿esto da para llevarlo a la pantalla?
Ya hay interés por parte de alguna productora para llevarlo a cabo. Sin embargo tenemos ciertos reparos. Nosotros siempre hemos tenido la característica de querer hacerlo todo lo mejor que podemos. Preferimos que las cosas salgan bien, a la fama o ganar dinero. De hecho en nuestra primera gira del 81 gastábamos el 70% de lo poco que ganábamos en equipo para sonar bien.
Por eso esto nos causa cierta desconfianza. Es algo que no controlaríamos nosotros, sino que cederíamos nuestras canciones a una productora. No queremos cagarla con algo que se nos escape de las manos. Si la cagamos… que seamos nosotros (risas). Así que hasta que no llegue alguien con un proyecto muy serio, no nos planteamos hacer nada.