Entrevista > Lydia Na / Presidenta de la Asociación Entendemos (Alicante, 21-julio-1967)
La experiencia de una persona trans, en un mundo que a menudo oscila entre la claridad y la sombra, es una travesía marcada por la lucha y la búsqueda de aceptación, y enfrenta el peso del juicio y la incomprensión en cada paso.
En ese baile entre la identidad y la sociedad, la historia de la persona trans emerge como un testimonio de resiliencia frente a la adversidad.
Una difícil decisión
Lydia Na pertenece además a una generación en la que todavía era más difícil vivir en una sociedad mucho más marcada por los prejuicios.
Hace diez años decidió que ya era hora de dar el paso a la transición y dejar de darle la espalda a la realidad. En esas fechas fundó junto a su amigo Carlos la Asociación Entendemos, que hoy tiene carácter provincial, y que representa a los colectivos LGTBI. Este mes se presenta su segundo libro contando sus experiencias y sus ideas, y desmintiendo los falsos mitos que existen.
La ley trans
Las principales claves de la ley trans, aprobada en 2023, son dos: que deja de considerar la transexualidad como una patología, y que reconoce la autodeterminación de género. Es decir, la capacidad de una persona para inscribirse administrativamente y con todos sus efectos jurídicos según la identidad sexual que siente.
De esa consideración se desprende también el nuevo procedimiento legal para cambiarse de sexo.
«Crecí pensando que me pasaba algo malo que había que ocultar, y vas creando una falsa personalidad»
¿Se cuentan muchas mentiras, fruto de la ignorancia sobre el mundo trans?
Se cuentan muchísimas mentiras sobre la naturaleza de las personas trans, como que es un sentimiento y algo que llevas dentro, y tonterías así.
Otra tontería que se dice es que la identidad de género se crea en una persona a partir de los tres años por el contacto con sus padres. Y bueno… no hay que olvidar que aún queda algún ignorante que nos llama enfermos.
¿Cuál es la realidad?
La única verdad es la realidad científica, que ha demostrado recientemente que la condición trans y la identidad de género son una condición biológica creada por factores biológicos congénitos.
Este estudio y sus conclusiones los ha sacado a la luz después de quince años de investigación un científico español, el doctor en Medicina y profesor de Psicobiología en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Antonio Guillamón, junto a expertos internacionales. La condición trans existe desde que se creó la humanidad.
¿En qué momento descubriste tu verdadera identidad?
Pues exactamente igual que tú, que desde que tienes uso de razón sabes que eres una mujer. A las personas trans nos ocurre lo mismo.
Al ir creciendo nos damos cuenta de que nos identificamos con las mujeres de nuestra familia, y que nuestro cuerpo no es el que nos corresponde. Es algo que vas aprendiendo. Ahora la sociedad es mucho más abierta, y la mayoría pueden hablar con sus padres, pero antes aprendías a fingir porque pensabas que lo que te pasaba era algo malo que había que ocultar, y vas creando una falsa personalidad.
«Hace diez años decidí que no podía seguir dándome la espalda a mí misma»
Empezaste tarde tu transición. ¿Por qué?
Tomé la decisión ya con 45 años. Un día, hace diez años, me miré al espejo y dije… Adelante. Decidí que no podía seguir dándome la espalda a mí misma y comencé mi transición.
Es cierto que ya con mi edad, hay cosas como la voz que no se pueden cambiar, pero por lo demás estoy viviendo los mejores años de mi vida.
¿Han mejorado los tratamientos hormonales?
En cuanto a las técnicas que se utilizan a base de hormonas, la medicina ha avanzado muy poco, y los tratamientos hormonales siguen provocando efectos secundarios. Se debería investigar más para lograr tratamientos que fueran menos perjudiciales para nuestra salud.
¿Qué diferencia hay entre la orientación sexual y la identidad sexual?
La orientación no tiene nada que ver con la identidad. Orientación es lo que te gusta, y la identidad es lo que eres. Yo soy una mujer trans y me gustan las mujeres, soy lesbiana.
«No es fácil salir adelante cuando eres trans»
¿Encontrar trabajo es un problema para una persona trans?
Es uno de los principales problemas. Yo, por ejemplo, aparte de escribir y de presidir la asociación, con lo que más me gano la vida es con mi trabajo dando talleres en institutos, y sobre todo como ‘disc jockey’ en la sala Jaleo de Alicante, donde hace años que trabajo.
¿Por qué? Pues entre otras cosas porque para otro tipo de trabajos considerados como más normales no te admiten, a no ser que ganes una oposición o que hayas podido hacer una brillante carrera. Por eso hay tantos artistas entre los trans.
¿La prostitución es una de las consecuencias de esa falta de empleo para los trans?
Desgraciadamente, sí. No es fácil salir adelante cuando eres trans. La mayoría están en el paro, y solo un 15% tiene un trabajo estable. El resto tiene pocos caminos por los que tirar, y el de la prostitución es uno de ellos.
Los que han empezado con su transición de jovencitos lo tienen más fácil, porque pueden pasar por una persona no trans, e integrarse en la sociedad sin dificultad.
¿Y los planes de empleo anunciados por el gobierno?
A los políticos se les llena la boca anunciando planes de trabajo para las personas trans, pero son solo parches. Hay mucha hipocresía.
Los trans tenemos el mismo derecho a trabajar que los demás, ya que cumplimos con todos nuestros deberes como ciudadanos, pero se nos niega uno de los derechos fundamentales como es el trabajo.