Tommy López / Músico
‘Brotherhood of Wolves’ (Hermandad de Lobos) es una banda de rock nacida en 2021, en plena pandemia, “para devolver el sonido de las guitarras a nuestra realidad”, como le gusta señalar a Tommy López (Alicante, 4-abril-1964), batería y alma mater del grupo.
El propio Tommy compone todos los temas, basados en ideas que le envía desde su casa de Barnaúl (Rusia) el productor ejecutivo Vladimir Emelin, letrista del último álbum de Ken Hensley, ex miembro original de ‘Uriah Heep’, tristemente fallecido en Agost (Alicante) en noviembre de 2020.
Proyecto ambicioso
Con influencias que van desde el rock más clásico, “el de ‘Aerosmith’ o Guns & Roses’”, a músicas más actuales, B.O.W. presenta ahora su cuarto trabajo bajo el título de ‘Lost in this World’. Le acompañan en esta aventura musical Izzy Cueto (guitarrista), Omar Martínez (teclista), Germán Lathe (bajista) y Diego Valdez (vocalista).
Tommy tiene claro que se trata de un proyecto ambicioso, con un disco anual y un trabajo constante, “un estilo de música para nada cerrado”. Sostiene, además, que en la actualidad todavía se puede vivir de la música “aunque ha cambiado todo, las oportunidades están en los directos”.
¿Cómo nace ‘Brotherhood of Wolves’?
Poco después de fallecer Ken Hensley me escribió Vladimir para que le hiciera una canción a partir de unas letras suyas. Era postpandemia, apenas había trabajo para los músicos y le dije que “por supuesto”.
Me mandó un tema, contacté con los músicos habituales -entre ellos el cantante mexicano Marco May- y lo grabamos en apenas una semana.
¿Cuál fue su respuesta?
Le gustó tanto que de inmediato me envió cuarenta letras más, que me sirvió para componer ¡veinticuatro temas en tres meses! Me llegan en inglés e incluso en ruso, porque la esencia se va perdiendo en la traducción.
Entiendo el concepto y, de ahí, compongo la canción, siempre en inglés, dirigida a un mercado internacional.
«Compongo la música de los temas basándome en las letras románticas del ruso Vladimir Emelin»
El resultado fue vuestro primer disco.
En efecto, de nombre homónimo, compuesto por un doble álbum de doce temas cada uno. El primero era más tranquilo, tiempos medios y baladas clásicas, mientras el segundo era mucho más cañero, rozando el heavy.
El concierto de presentación fue en Finestrat en octubre de 2021, al aire libre, lo que permitió que no se tuvieran que llevar mascarillas.
¿El éxito os llevó a Finlandia?
Sí, numerosos seguidores de ‘Uriah Heep’ sabían de nuestro proyecto y nos invitaron a tocar tres conciertos, dos en Helsinki y uno en Lati. Seguidamente hicimos una gira por España, por míticos locales del rock de Madrid, València, Murcia, Vitoria…
¿Cuál es vuestra esencia?
Principalmente la de los grupos clásicos, sin ser excesivamente duro. Tenemos un toque más internacional, el de las baladas y grandes estribillos: todo muy melódico y comercial.
Nuestro público disfruta muchísimo en los conciertos porque el repertorio es muy variado, con numerosos cambios y mezclas, intentando recordar a las canciones que hemos oído siempre de Bon Jovi o Bryan Addams, por ejemplo.
¿Qué nos va a sorprender en vuestro próximo trabajo?
El cuarto LP, que vamos a lanzar en breve -con Diego Valdez como cantante de todos los temas- muestra mucho más nuestra consolidación como grupo. Gustarán mucho temas como ‘Fractured’, ‘On the Edge’ o ‘Lost in this World’, que precisamente dará nombre al álbum.
También nos ofrecieron hacer una gira por Rusia, en febrero. Fueron nueve conciertos por diferentes ciudades.
¿Tuvisteis problemas en tierras rusas?
En absoluto. Estuvimos un total de dieciséis días, que es el visado máximo que puedes conseguir para entrar en el país.
Ya estuve en Rusia hace veinte años, junto a Ken Hensley, y en mi opinión ha mejorado muchísimo: hay una clase media que tiene una vida holgada, apenas hay paro y se aprecia felicidad. Es un público muy agradecido.
«El nuevo trabajo, que se presentará en junio, va a ser nuestra consolidación como grupo»
Háblanos un poco más de Vladimir.
Es una persona muy singular. Tiene 68 años, vive en Siberia Occidental, en una ciudad llamada Barnaúl, y se dedica a la fabricación de quesos. Hace cuarenta años tuvo un accidente que le dejó paralítico, pero tiene una fuerza de voluntad increíble: ha llegado a bailar con nosotros en algún videoclip.
Se pasa todo el día escuchando música en sus fábricas y no para de escribir temas, que me envía. Únicamente habla ruso, ni inglés y mucho menos castellano, y nos comunicamos por medio de las aplicaciones.
¿Sobre qué suele escribir?
De las rupturas emocionales, el amor infinito, muy romántico y pasional, con puntos un poco canalla. En este próximo disco tiene un tema, ‘Foam party’ (Fiesta de la espuma), que va a ser todo un pepinazo.