Altea, como el resto de la Marina Baixa y de la Costa Blanca, se encamina ya hacia una nueva temporada alta turística. Como sucede en tantas otras poblaciones a lo largo de toda la costa del Mediterráneo, los meses estivales suponen no sólo la mejor oportunidad de negocio y creación de empleo de todo el año, sino también un momento de especial estrés para todos los servicios e infraestructuras públicas.
Ese es el caso de todas las poblaciones, independientemente de su tamaño, pero esa realidad es todavía más evidente en el caso de los municipios de pequeño o mediano tamaño en los que, además de contar durante todo el año con más vecinos de los censados, por la presencia de residentes extranjeros que no se dan de alta en el padrón, ven cómo sus calles se llenan con miles de turistas y centenares de vehículos, especialmente en julio y agosto.
Presión sobre el tráfico
Turistas y vecinos saben, por experiencia, que moverse en coche dentro o entre los municipios costeros de la Marina Baixa y de todo el litoral valenciano requiere, en los momentos de mayor auge de la temporada alta, de una cuanta dosis extra de paciencia y de un recálculo mental de los tiempos para llegar al destino.
Lo que también saben, y eso es lo que preocupa a buena parte del tejido productivo de la Villa Blanca, es que en algunos lugares eso de moverse en coche puede ser todavía más complicado por la falta de aparcamiento. Un problema que no tiene fácil solución si, a su vez, se quiere cuadrar el círculo con la protección de la estampa más bucólica, en este caso, del casco antiguo o del frente litoral.
La llegada de la temporada alta turística puede provocar un nuevo problema de tráfico en el municipio
Transporte público deficiente
Sin embargo, obviar ese problema no hace más que acrecentarlo. Sobre todo cuando, como es el caso de Altea, cada año se superan las cifras de ocupación del inmediatamente anterior, poniendo al destino en un claro riesgo de morir de éxito. Al fin y al cabo, la paciencia tiene un límite y nunca es fácil prever dónde pondrá el turista la línea roja entre su predilección por el destino y su comodidad vacacional.
Si a todo ello, además, se suma un servicio de transporte público deficiente, algo que Altea comparte con buena parte de la Marina Baixa (en buena medida, por ese desfase entre la población censada y la real), se dan las circunstancias para que se genere una tormenta perfecta o, en el mejor de los casos, una recurrente confrontación política.
«Altea se encuentra en una situación de bloqueo estructural, tanto en lo relativo al tráfico como al aparcamiento» R. Gómez
Bloqueo estructural
De hecho, y antes de que se dé el arranque oficial al verano turístico, eso es lo que ha pasado en Altea, donde la portavoz del Partido Popular en el ayuntamiento, Rocío Gómez, ha instado al equipo de gobierno, pero especialmente a “Compromís per Altea, a dejar de seguir eliminando aparcamientos y apostar por la mejora y creación de nuevas zonas para aparcar a corto, medio y largo plazo”.
Según el análisis de la portavoz del principal partido de la oposición, “Altea se encuentra en una situación de bloqueo estructural, tanto en lo relativo al tráfico como al aparcamiento”, algo que, según subraya Gómez, “se ve agravado por las políticas del equipo de gobierno de Compromís y PSOE”.
Desde el PP se solicitará que se habilite el aparcamiento en el carril bici de la avenida Juan Alvado «por estar infrautilizado»
Peatonalización sostenible
En ese sentido, la edil ‘popular’ pone como ejemplos “la prohibición del doble sentido en Cap Blanc, obligando a ir hasta el término municipal de l’Alfàs del Pi para volver a nuestro municipio; o la eliminación de aparcamientos como el del Charco y la reducción en otras calles como la avenida Comunidad Valenciana o la calle Alfaz del Pi”.
Y todo porque, a juicio de Rocío Gómez, “no se puede optar por la peatonalización sin buscar alternativas, sin un plan que compense las carencias con las zonas de paseo, buscando nuevos aparcamientos no sólo para visitantes, sino también para todos los alteanos que diariamente necesitamos desplazarnos desde Altea la Vella, las urbanizaciones o las partidas, así como la muy necesaria e importante mejora del transporte público”.
Moción popular
A juicio del Partido Popular de la Villa Blanca, “se han perdido oportunidades” para poner solución, al menos en parte, a la problemática, “como es el caso del aparcamiento del Charco”, que no se ejecutó “pese a que había propuestas para su construcción”.
No es ese, según Gómez, el único ejemplo y, por eso, han decidido tomar la iniciativa y presentar “una moción para su debate en el próximo pleno, donde se negocie o se establezca un procedimiento” para la creación de nuevos aparcamientos.
Distintas opciones
En esa moción, Rocío Gómez y su grupo ponen sobre la mesa distintas posibilidades “para su construcción, teniendo en cuenta las ubicaciones de plaza dels Esports, el carrer de la Filarmónica, el aparcamiento del Palau o la zona de la calle Benidorm o Sant Pere”.
Del mismo modo, y “como una solución más a corto plazo debido a la infrautilización del carril bici en la avenida Juan Alvado, y al abandono de los proyectos para mejorar los carriles bici en Altea, solicitamos que al menos se autorice su utilización de forma definitiva todos los días como aparcamiento, y no sólo para los días de mercadillo como hasta ahora”.