Entrevista > Jaume Peiró Gramuntell / Alpinista (La Pobla de Vallbona, 4-agosto-2000)
La escalada de grandes paredes, la especialidad de Jaume Peiró Gramuntell -reconocido por la Federación de Montañismo y Escalada de la Comunidad Valenciana (FEMECV)-, es un tipo de escalada en roca que se sube en varios tramos, por lo que el ascenso requiere de diversas jornadas.
Pero lejos de amilanarse, nuestro protagonista anhela encontrar nuevas rutas para señalizarlas. Ha ascendido complicadas montañas en diferentes continentes y para los próximos meses ya prepara un nuevo reto: su vuelta a África.
Nos remarcará la importancia de la seguridad, “clave”, y el hecho de que estas rutas de pared grande requieren de un equipo para vivir in situ, a menudo utilizando y transportando portaledges. Se suele practicar en paredes con más de 450 metros de alto con caras verticales, con pocas salientes y pequeñas grietas.
¿Cuándo se inicia tu amor por la montaña?
Empecé a escalar ¡con cinco años!, de la mano de mis padres, que siempre han sido grandes amantes de la naturaleza y las montañas en particular.
A esa corta edad ya me di cuenta que me gustaba, aunque no lo practiqué de forma regular hasta unos años más tarde, con trece-catorce. Con quince me focalicé cien por cien en la escalada para comenzar a competir.
¿Es un deporte peligroso?
La escalada no es peligrosa siempre y cuando se practique cumpliendo las medidas de seguridad y los conocimientos adecuados. Si alguien lo hace sin experiencia sí pasa a ser muy arriesgado.
¿Cómo fueron tus siguientes pasos?
Entré en el equipo de competición de la Federación Valenciana de Montaña, hasta los dieciocho años, un punto de inflexión en mi vida al decidir dedicarme en exclusiva a la escalada de aventura, viajes y montaña.
«La escalada puede parecer una actividad peligrosa, pero si se hace con conocimiento lo es menos»
Enuméranos tus mayores logros.
Lo que más disfruto de este deporte es la posibilidad de poner viajar, conocer diferentes países no comunes, es decir no turísticos, y poder llevar a cabo ascensiones nuevas de rutas de escalada.
Hemos estado en Perú abriendo un camino que alcanzó los casi 5.000 metros de altitud; Kirguizistán escalando una vía muy conocida -una fisura impactante de ochocientos metros-, y Angola en una expedición el pasado verano.
¿La inversión que debes hacer es alta?
Actualmente es imposible dedicarse en exclusiva a ello porque no hay marcas ni entidades que financien totalmente este tipo de proyectos, ¡ni mucho menos tener un sueldo fijo! Por eso soy propietario de un rockódromo, en el que también doy clases y ejerzo de guía de montaña.
¿Cuáles son los valores que has aprendido en la escalada?
Superación, compañerismo y sostenibilidad. A la montaña hay que cuidarla, es un entorno natural y el que persista y se mantenga depende básicamente de la especie humana. No únicamente podemos cuidarla cuando vamos a ella.
«Disfruto mucho conociendo diferentes países, no turísticos, y abrir nuevas rutas o vías de escalada»
Como amante de la naturaleza, ¿qué opinas que el Everest sea una atracción turística?
Prefiero desmarcarme de este tipo de actividades y ascensiones. Son propuestas comerciales aptas únicamente para millonarios, que pagan para hacer allí lo que quieran, como disponer de un colchón viscoelástico en el campo base, a 6.000 metros de altura, o un chuletón.
Se ha comercializado tanto que deja de llamar la atención a los que practican este tipo de deporte.
Lo mejor y lo peor de la escalada es…
Al final la escalada es sacrificio y en esos momentos que estás a niveles extremos obviamente no es agradable, pero luego, cuando llegas a la cumbre todo lo que has sufrido se convierte en un enorme placer. No hay nada malo.
¿Qué representa este reconocimiento de la Federación?
Formar parte del FEMECV, en la que estoy desde los quince años, insisto, es un acompañamiento y una suerte. Se trata de una entidad que me ha apoyado muchísimo para poder cumplir mis sueños y objetivos.
«Ciertas ascensiones, como al Everest, se han comercializado tanto que han dejado de agradar a muchos»
¿Subvencionan algo?
Dentro del equipo de competición sí nos abonan competiciones, alojamientos y dietas para brindar facilidades al deportista. Asimismo, realizan esta convocatoria de premios de alpinismo, en el que presentas las actividades hechas el año anterior.
El jurado decide cuál es la mejor de todas, que está premiada con una cuantía económica. En mi caso, esa cantidad es la que empleo para poder seguir viajando.
¿No te parece injusto ese aspecto respecto a otros deportes?
Los esfuerzos y las cuantías económicas están muy vinculadas a lo que se genere y es cierto que el fútbol, por ejemplo, al ser un deporte de masas, mueve mucha más publicidad, gente y los sueldos de los jugadores son infinitamente mayores.
Por último, ¿dónde vas a ir este verano?
La idea es regresar al continente africano, de nuevo a países como Angola y Namibia. Si todo va bien descubriré Sudáfrica.