Entrevista > Diana Verdú / Repostera (Elda, 17-junio-1980)
La ahora docente y repostera creativa Diana Verdú persiguió durante años el sueño de abrir su propio obrador, meta que finalmente consiguió en 2013 tras lustros como administradora de empresas. Le siguió una década maravillosa, “con sus altibajos”, como nos detallará.
“Incluso de las partes menos buenas aprendí”, reflexiona a día de hoy. Después de una década, algo saturada, dio un nuevo giro a su profesión, focalizándose en la formación del método GOM (Gestiona, Organiza y Monta tu obrador).
Fue asimismo el punto de partida de su libro ‘Gestiona, Organiza y Monta tu obrador’, una guía para mujeres apasionadas por la repostería que desean transformar su afición en un negocio rentable y exitoso, “conscientes que van a trabajar en algo que les gusta”.
Recomendaciones
El manual, apunta Verdú, brinda una visión completa y práctica para montar un obrador de repostería, desde los primeros pasos hasta la gestión financiar, estrategias de marketing y organización de trabajo diario. “Hacer tartas es lo último”.
¿Tu vida empezó a cambiar hace doce años?
Se puede decir que sí, porque hasta entonces mis estudios y trabajos se centraban en la parte administrativa. La repostería era una afición, elaborando un sinfín de postres con mi madre y mi abuela.
Un par de años antes, en 2011, comencé a formarme, a hacer cursos, y llegó el momento de abrir mi obrador, de convertirme en emprendedora.
¿Fueron diez años de felicidad?
También de mucho aprendizaje, con numerosos aspectos buenos y otros no tantos, ganando por supuesto las primeras. Aprendí a tratar al cliente, a lidiar con cosas que tienes previsto salgan de una manera, pero acaban de otra, sabiendo gestionarlas, adaptándote.
«Aprendí a tratar al cliente, a lidiar con cosas que prevés salgan de una forma, pero acaban de otra»
Circunstancias que después te han servido, y mucho.
Sabía cómo funcionaba una empresa, pero desde la oficina. Descubrí más, porque dirigir un obrador iba mucho más que confeccionar tartas, ¡ése es el final de la cadena! Se debe negociar con proveedores, bancos, clientes, facturas… Son numerosos los imprevistos.
¿Tenías ya algún referente?
Gracias a las nuevas tecnologías pude hacer formaciones online, pero si tuviera que destacar a alguien sería José Manuel Marcos Candela, reconocido heladero y pastelero, al que conocí tras matricularme como Técnica en Panadería y Pastelería. Las prácticas las realicé en su local, en Redován, un pequeño pueblo de la Vega Baja.
¿Llegaste a elaborar algún postre propio?
Me presenté a tres concursos de Dulcipas, publicando un libro con las mejores recetas de esas ediciones. Entre las mías, ‘pasta de mantequilla con almendra, choco y frambuesa’ o ‘crocant de canela y mandarina’.
«Mi método está dirigido a aquellas reposteras que quieran vivir de una manera sencilla de su pasión»
¿Por qué decidiste cerrar el obrador?
Realmente fue un cúmulo de situaciones, pese a que disfrutaba muchísimo, especialmente preparando los cumpleaños de los niños. En ese periodo también daba formación, de todo tipo, y apenas tenía tiempo para nada, me sentía saturada.
Además, sufrimos la pandemia, tuve un par de encontronazos desagradables y dije ¡hasta aquí!
Háblanos de tu método.
Creado desde mi experiencia, está dirigido a todas aquellas reposteras que quieran vivir de su pasión, para que puedan hacerlo de una manera más sencilla. Obviamente van a tener errores, porque la vida es así, pero les aplano el terreno.
Gracias a este método -desarrollado a lo largo de seis meses- se sentirán acompañadas, porque normalmente nos da miedo lo desconocido. Sabrán hacia dónde van, qué opciones tienen y las herramientas que disponen.
¿Surgió a continuación el libro?
Llevaba un par de años con GOM y tuve la oportunidad de transformarlo en ‘Gestiona, Organiza y Monta tu obrador’. El método tiene un coste, que no todas se podían permitir, y mediante el libro muchas otras pueden acceder a mis conocimientos.
Arrancamos con el tema de la mentalidad, seguido de los números -importantísimos-, algo que olvidamos, saber, por ejemplo, cómo poner precio a nuestros productos…
«Sin duda, lo más importante que tenemos es el tiempo, porque pasa y después ya no regresa»
¿Cómo sorprendes a la lectora?
Aunque encaminado a mujeres, lo puede leer cualquiera, al incluir partes relevantes de los negocios. Recuerdo una cita que me ‘regaló’ una lectora, diciendo que “era como si te tuviera delante de mí y me explicaras los pasos”.
Me expreso así, con naturalidad, digo las cosas sin edulcorar, también las malas, para mejorar. Sin duda, lo más importante que tenemos es el tiempo, pues pasa y ya no regresa.
¿Eres consciente que, siendo repostera, haces felices a los demás?
Plenamente. Aún tengo grabadas en la mente las caras de felicidad de niños que venían a recoger sus tartas, en diferentes años. ¡Estoy en momentos importantes de sus vidas!, poniendo el broche a cualquier celebración.
¿En qué estás focalizada ahora?
Estoy totalmente centrada en la formación, ya sea con el programa GOM o mediante la escuela online de repostería, donde damos cursos para hacer galletas, tartas y punk cakes.