Entrevista > Juan Vera (Elda, 21-junio-1957)
Es uno de los que más sabe de las Fallas de Elda, si no el que más. No en vano fue cronista de la fiesta del fuego eldense y creador de una comisión fallera (Gran Avenida).
Ahora que las fiestas del fuego de Elda cumplen 90 años de historia, es un buen momento para pulsar el estado de salud de esta fiesta a través de su vasto conocimiento. Él es Juan Vera. Nos recibe en la recién reinaugurada ´Librería Vidal`, lugar emblemático en el corazón de la ciudad. Respirando historia por los cuatro costados aprovechamos para indagar en los orígenes de esta celebración.
Las primeras noticias de monumentos falleros eldenses datan de 1929
¿Qué representan las Fallas para Elda?
En estos momentos es una verdadera tradición. Puede ser una de las tradiciones más antiguas que puedan existir en nuestra ciudad con continuidad. De hecho el documento más antiguo que tenemos para datarlas es de junio de 1929. En un artículo en la revista ´Idella` ya se ubican hogueras en diferentes lugares de Elda.
A pesar de la intermitencia la fiesta ha pervivido. Fue en 1958 cuando se creó la Junta Central de Fallas y por tanto es una gran tradición para Elda.
¿No se llegaron a interrumpir en la Guerra Civil?
Sí claro, como casi todo. De hecho tenemos constancia de que en los años 40 volvieron. Fue el barrio Trinquete el que retomó la tradición de plantar una falla, en este caso fue para conmemorar la onomástica de un vecino del barrio. Eso es lo que tenemos certificado. También es cierto que de forma oral nos han llegado testimonios de que una vez acabada la contienda militar volvieron a plantarse fallas en algunos barrios de Elda.
El máximo esplendor coincidió con la plantá de 13 monumentos
¿Cuál fue el momento de máximo esplendor de las fallas?
Hubo una época dorada que la podemos centrar entre el año 1957 y 1964. Esa fue la verdadera eclosión de las fiestas del fuego con más barrios que querían sumarse. A raíz de ello se le encarga a Juan Mira que conforme la Junta Central para empezar esa nueva andadura.
En aquella época podría haber plantadas en Elda unas 13 fallas. A ellas hay que añadir las dos fallas que se plantaban en el término municipal de Petrer, en la Av. de Madrid, en la Frontera hasta el año 1961.
Entonces, hablar ahora de nueve comisiones más la falla oficial, es una cifra interesante… ¿no?
Efectivamente, ya que ha habido momentos en que la fiesta del fuego en Elda ha estado abocada a la desaparición incluso plantando tres monumentos. Pero poco a poco se han ido regenerando y recuperando esplendor. Eso sí, las condiciones actuales económicas no benefician a que sigan con ese gran desarrollo deseado.
¿Cómo repercutió el hecho de trasladar la celebración de junio a septiembre?
Creo que ha sido beneficioso, ya que el mes de junio es complicado por cercanía con Hogueras. El cambiarlas a septiembre, una semana después de las patronales, con el tiempo le ha venido muy bien. Si se sigue manteniendo el nivel de los monumentos va a propiciar que los falleros de otras localidades acudan a Elda a visitarlos.
También creo que se podrían potenciar estableciendo actividades paralelas de forma fija en torno al mes de octubre. Una especie de feria de complementos, pirotecnia, etc. ya que es un mes muy oportuno para la planificación del mundo fallero.
¿Qué supuso que el Ayuntamiento decidiera, hace unos años, plantar falla oficial?
Pues hubo mucha controversia en su momento por parte de la ciudadanía. Socialmente ha repercutido bien en la ciudad y el apoyo del consistorio ha sido importante.
¿Por qué los monumentos falleros reflejan, año tras año, una gran cantidad de críticas a la falta de apoyo a esta fiesta del fuego?
El mundo fallero siempre ha tenido cierto victimismo. Creo que debería haber más hermanamiento con el resto de fiestas y no crear guetos. Ese victimismo no es compartido por mucha gente de la fiesta. Se trata de crear ciudad a través de los colectivos y las fallas es un colectivo tan bien mirado como otros.
«Desde Alicante están intentando que cambiemos la denominación y pasar a llamarnos Hogueras»
¿Por qué las Fallas de Elda tienen mejor relación con Valencia que con Alicante?
Es cuestión de rivalidad por cercanía. Las fallas de Elda nacieron por una colonia de gente de Valencia que vino a nuestra ciudad a trabajar y recrearon sus fiestas. Siempre ha habido pique con Alicante, incluso con el traje. Te puedo contar que incluso hubo intentos de veto por parte de las Hogueras alicantinas para que el Ayuntamiento de Murcia no invitara a nuestra Fallera Mayor a las fiestas murcianas. Eso lo he vivido yo.
Desde Alicante están intentando que cambiemos la denominación y pasar a llamarnos Hogueras. También quieren que optemos por el traje de valenciana si nos llamamos Fallas y no llevar el traje alicantino.
¿Qué futuro real se le augura a las Fallas de Elda?
Tienen un buen futuro siempre y cuando continúen con la política de apertura a toda la ciudad y de cara al exterior. Siempre que se sepa promocionar y no querer ser el ombligo del mundo. Elda es una ciudad muy abierta y creativa y si tenemos el espíritu eldense presente el futuro es muy bueno.