Sería casi ilógico que un municipio que incluye el nombre de un árbol, el que preside su Plaza Mayor conmemorando la independencia de la Baronía de Polop, no hubiera hecho de ellos un atractivo turístico. Porque, además, l’Alfàs del Pi tiene muchos más árboles que el famoso pino que el pasado año fue replantado después de que el anterior, plantado en 1949, se secara cumpliendo, como los seis que le habían precedido desde 1786, ese ciclo de vida de unos 70 años.
El pino de la Plaza Mayor, que da nombre al pueblo, fue replantado el pasado año 2019
El pino de la Plaza Mayor es, seguramente, el árbol emblemático del municipio, pero ni es –como acabamos de explicar– el más vetusto ni, necesariamente, el más querido por sus habitantes, un honor para el que no será fácil encontrar un consenso ya que cada cual tendrá su propia historia, sus propias vivencias y anécdotas, pero que bien podría encontrar una respuesta mayoritaria en el algarrobo de Foia Brell que, aunque esto es muy complicado de asegurar al cien por cien, podría ser el más viejo de España.
Y es precisamente ese longevo ejemplar, con sus ocho metros de altura y un calibre superior a los diez metros, uno de los más visitados y buscados –su localización no es tan sencilla para alguien que no conozca las partidas rurales del municipio– de la Ruta de Árboles Singulares del municipio, mucho menos transitada que el turístico Paseo del Faro de l’Albir, pero no por ello menos bella e, incluso, más apasionante.
El algarrobo de Foia Brell, de unos 800 años de antigüedad, es probablemente el más longevo de España
Algarrobo de Foia Brell
Pero, detengámonos por un segundo en el algarrobo de Foia Brell. Los estudios realizados sobre el ejemplar fijan su edad entre los 700 y los 900 años así que, tomando como referencia la media de ambos extremos, la mayor parte de las guías colocan el momento de su plantación hace 800 años o, lo que es lo mismo, allá por el año 1200, cuando se data la composición del ‘Cantar del mio Cid’, Al-Andalus comenzaba su declive y los cristianos comenzaban a ganar terreno en ese periodo histórico mal bautizado como la reconquista. Es, seguro, el árbol más viejo del municipio, el algarrobo más longevo de la Comunitat Valenciana y, quizás, de todo el país.
Pero no es el único de su especie que tiene una significación especial para los alfasinos. También el algarrobo del Camí de Soler, con una edad estimada de unos 400 años, se ha ganado un hueco en el corazón colectivo del municipio y, por supuesto, en la guía de árboles singulares de l’Alfàs del Pi.
La Ruta de los Árboles Singulares de l’Alfàs del Pi no tiene un inicio o un final marcado. Para visitar los 55 ejemplares que han obtenido la calificación de singular en el municipio el visitante deberá, en más de una ocasión, abandonar un trazado lineal para desviarse hasta un ejemplar concreto y, desde allí, desandar sus pasos para retomar la visita. Por ello, sobre todo de cara a los meses más fríos y con los días más cortos, la visita se puede convertir en una entretenida y diferente actividad a realizar en familia en distintos días.
Ampliado en 2017
Muchos de los árboles que ostentan esa condición de singularidad se encuentran en terrenos privados –es el caso, sin ir más lejos, de Foia Brell–, por lo que no siempre ha resultado sencillo, sobre todo en tiempos pasados en los que la protección de los elementos patrimoniales naturales no eran una cuestión tan sensible como ahora, poder incluirlos en un catálogo que, entre otras cosas, obliga a la administración pública a proteger esos ejemplares.
La última ampliación del mismo, de hecho, data del año 2017, cuando el pleno del Ayuntamiento acordó la incorporación de 16 nuevos ejemplares, para sumar el actual total de 55 árboles. En esa ocasión se sumaron un total de once algarrobos, tres pinos y dos olivos ubicados en distintos lugares del municipio, en zonas como el carrer Castell, el Sarandó, el Tossalet, el barrio noruego, el parque de Escandinavia o el polideportivo municipal.
Esto convirtió al pueblo con nombre de tierra fértil y de árbol en el municipio de la provincia de Alicante con más árboles singulares, contando algunos de ellos también con la calificación de árboles monumentales, una distinción que se otorga a nivel autonómico.
Muchos de los ejemplares se encuentran repartidos en pleno casco urbano de l’Alfàs del Pi
Una visita especial
Cada uno de los 55 árboles singulares de l’Alfàs del Pi son testigos mudos de un tiempo pasado, no tan remoto, en el que el municipio, con una población mucho más reducida (apenas 5.000 personas en 1980), todavía se dedicaba mayoritariamente a la agricultura. Cada uno con una historia distinta y con algo que enseñar.
Como punto de partida, por qué no, se puede elegir el más céntrico de todos: el pino. Desde allí, es fácil visitar los muchos ejemplares que se encuentran en pleno casco urbano para, aventurándose en las zonas más rurales de l’Alfàs del Pi, ir planificando fines de semana, puentes o días festivos en pleno contacto con la naturaleza.