Este mes no hablaremos de política, tiempo tendremos en la siguiente editorial una vez vistos los apoyos con los que se aprueben los presupuestos y en qué concesiones se traduce.
También tenemos digital
Antes de que lean los siguientes párrafos, quiero aclarar que no tengo nada en contra de internet, de hecho nosotros tenemos 18 diarios digitales, creo que con eso queda evidente nuestra apuesta.
De lo que estoy en contra es de las mentiras y la hipocresía. Primero me voy a detener en la mentira y en el daño que produce.
Ignorancia al hablar de sostenibilidad
La prensa impresa nos encontramos con un ataque constante. Los más ignorantes dicen que no es ecológico mientras portan un Smartphone en sus bolsillos, los desinformados no quieren que se dejen periódicos por el posible contagio de la covid y mientras todo esto pasa se critica que los medios cada vez tengan menos periodistas en plantilla. Difícil de digerir la mezcla.
Para los ignorantes que hablan de sostenibilidad del planeta decirles que el papel se deriva de su condición de producto natural, renovable, reciclable y que se produce con tecnologías limpias, eficientes y responsables y que contribuye a la mejora de la calidad de vida.
Un solo dato entre los muchos que se pueden dar: las plantaciones de madera para papel ayudan a frenar el cambio climático absorbiendo CO2. En España suponen la fijación anual de 7,5 millones de toneladas de CO2, alrededor del 2% de las emisiones totales que produce el país.
Desinformación ante contagios
Para los desinformados y temerosos hay que decirles que la OMS afirma que los periódicos no transmiten el coronavirus por el papel, “no se ha documentado ningún caso de contagio en el planeta a través del papel o por el uso compartido del periódico” afirma la Organización Mundial de la Salud.
En cambio, todo cambia cuando se habla de internet, esa herramienta tecnológica que va a acabar con muchos empleos locales en pro de la globalización que tanto se ha criticado en décadas anteriores, y que hará que niños y mayores cada vez seamos más solitarios frente a nuestra pantalla.
La hipocresía
Y aquí nace la hipocresía. El mayor porcentaje de la gente ve internet a través de su Smartphone y lo hace mientras se llena la boca de la defensa al medio ambiente, la sostenibilidad, el ecologismo y tantas palabras que se dicen sin pensar solo porque quedan bien.
Llevar un teléfono inteligente no es malo, todos queremos aprovechar las innovaciones, siempre que no se quiera defender lo anterior y esto al mismo tiempo.
La covid se transmite en los Smartphone
Los Smartphone son contaminantes, no son sostenibles ni ecológicos, y son aptos para transmitir la covid-19; de hecho, es uno de los medios de contagio más directo ya que nos desinfectamos y lavamos las manos, pero no la pantalla del móvil que, según los investigadores afirmaron en los informativos de Telecinco, tocamos un promedio de 2.600 veces al día y en la que el virus puede vivir hasta 96 horas.
Además de la covid-19 la pantalla de los móviles es de por si un ‘banco’ de posibles infecciones, ya que un estudio revela que cada teléfono está cubierto de 25.197 bacterias por pulgada cuadrada.
Ni sostenibilidad, ni cuidado del planeta
Pero si nos centramos en la sostenibilidad y el cuidado del planeta, estos teléfonos tienen baterías de litio, muy nocivas y que suponen un problema ecológico, además de ser un residuo muy caro y del que apenas se recupera el 50 por ciento de sus componentes.
Eso sin contar un compuesto imprescindible para su fabricación, el coltán, por el que, según datos de Unicef, hay unos 40.000 niños trabajando en condiciones de esclavitud durante doce horas diarias en sus minas.
Servirse de la energía nuclear
También podemos hablar de esa energía limpia, ¿o no lo es tanto? Móviles, servidores y todo lo que necesita la red de redes para funcionar se basa en la electricidad. Una de las principales fuentes de generación de energía eléctrica proviene de la energía nuclear, cuya producción deja huellas en el entorno muy contaminantes y por largo tiempo, además de provocar accidentes con consecuencias fatales.
Efectos desconocidos para la salud
También podemos hablar de la salud. En el mundo hay unos 6.900 millones de contratos de telefonía móvil. El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer ha clasificado los campos electromagnéticos producidos por los teléfonos móviles como posiblemente carcinógenos para los seres humanos.
Residuos electrónicos
Y por no quedarnos nada fuera, y también pensando en la sostenibilidad, la vida útil de ordenadores y móviles es muy limitada (obsolescencia programada) y la vida media de un teléfono móvil en la actualidad dura entre 18 y 24 meses. Según la ONU generamos unos 50 millones de toneladas de residuos electrónicos al año y éstos suelen acabar en grandes vertederos ubicados en países en vías de desarrollo en Asia y África.
Por favor, menos cinismo
Por lo tanto, para esas apuestas que defienden tanto lo digital al tiempo que se llenan la boca de ecologismo y sostenibilidad del planeta y tantos conceptos que seguramente no saben explicar, insisto, menos hiprocresía y más coherencia.
Ahora ustedes elijan, nosotros seguiremos trabajando en papel y en digital, como llevamos haciendo ya muchos años, desde aquel internet al que se accedía por un modem de 56 Kbps que emitía ‘pitiditos’ y que iba lentísimo.