Entrevista > Pasión Vega / Cantante (Madrid, 1976)
‘Todo lo que tengo’ es el nuevo trabajo de Pasión Vega. Una propuesta personal con la que la artista ha querido hacer su propio homenaje a la música y el folclore latinoamericano, a través de un singular repertorio escrito por distintos compositores contemporáneos de uno y otro lado del Atlántico.
La cantante posee una de las voces y presencia escénicas más auténticas, bellas, puras y brillantes del panorama musical actual. La pasión y dedicación por la música le han valido el reconocimiento y cariño del público a lo largo de estos años, como la Medalla de Oro de Andalucía y numerosos reconocimientos en su trayectoria musical, entre ellos varios Discos de Oro, un Disco de Platino, un Premio Amigo y varios Premios de la Música.
Hablemos de tu último trabajo ‘Todo lo que tengo’. ¿Qué te llevó a realizar este proyecto?
La música de raíz es inmensamente infinita. Quería concentrar la esencia de esos ritmos, instrumentos y temáticas a través de un repertorio nuevo, escrito para mí y cantado con mi acento andaluz para servir de puente. Esos colores también son los nuestros y forman parte de nuestro folklore.
Ha sido un reencuentro maravilloso con mis raíces y me ha dado la posibilidad de conocer a músicos increíbles de toda Latinoamérica a través del trabajo y la producción de Gustavo Guerrero.
«Cuando algo cambia tu mundo es difícil de olvidar»
Precisamente, ¿cómo surgió tu idilio, vigente a lo largo de toda tu carrera, con los países de habla hispana?
Nuestra historia de amor surge desde muy pequeñita. En casa constantemente sonaban las voces de Carlos Gardel, Mercedes Sosa, Chavela Vargas, Violeta Parra, Caetano Veloso… Yo vibraba con ellos, metida en mi habitación y cantando a viva voz a la par de sus voces. Cuando algo cambia tu mundo es difícil de olvidar.
«Interactuar con artistas de todo tipo de estilos te abre la mente»
En palabras de Santiago Auserón: ‘La música, la poesía y la sociedad españolas son interétnicas desde siempre’. ¿La integración y respeto cultural son parte importante de tus valores?
Por supuesto, respeto y sigo absolutamente las doctrinas de don Santiago Auserón y sus profundos estudios. A mí me encanta la palabra mestizaje y el mundo que tenemos ahora y la sociedad son fruto de ello.
Dedicarme a la música y poder estar en contacto a través de ella con personas de todo el mundo, viajar y conocer otros países e intentar reconocerlos a fondo, es un regalo. Interactuar con artistas de todo tipo de estilos te abre la mente. Te ayuda a no pensar en barreras geográficas ni culturales, a respetar la diversidad, apreciarla y disfrutarla, y conectar con las almas a través de mi voz.
¿Cómo es la situación que está atravesando la industria de la música en la actualidad?
El sector cultural y de la música ha sido uno de los más afectados, porque necesitamos tener delante a personas para que todo tenga sentido. Han sido muchos meses en los que técnicos, acomodadores, oficinas de contratación, compositores, músicos, etcétera, han estado paralizados y no han llegado las ayudas necesarias.
Realmente hay familias que están al límite y es muy doloroso. Sólo tenemos la opción de unirnos en esta lucha por el bien común y denunciar la precariedad que sufre nuestra profesión.
Te has adentrado en el folclore más profundo y has ahondado en géneros tan variados como el son, la bachata, la ranchera, el bolero o el tango, entre otros. ¿Qué te queda por descubrir musicalmente hablando?
Aun me quedan muchas cosas por aprender, las ganas no acaban nunca. Los nervios al afrontar un nuevo repertorio, hacer algo que una no tiene totalmente controlado. En este trabajo he podido interpretar géneros tan delicados y profundos como es la petenera huasteca, el bambuco viejo colombiano o la malagueña cumanesa y eso me preocupaba, pero ha sido un reto para mi muy emocionante y nutritivo.
«Busco la naturalidad y la pureza»
A nivel técnico, ¿cómo se educa una voz tan privilegiada como la tuya?
Soy autodidacta y nunca he dado clases de canto. Mis comienzos y acercamiento a la música de raíz siempre fueron intuitivos. Busco la naturalidad y la pureza. Todo lo que he ido aprendiendo ha sido a base de oído puro, de mis compañeros de profesión y de todos los grandes músicos que escucho a diario. Pero lo que si hago es cuidarme mucho y cuidar mucho mi instrumento, y canto todos los días, aunque no tenga concierto.
¿Tu fantástica labor de hermanamiento y unión entre culturas crees que también se produce a escala de las políticas actuales?
Los músicos y artistas somos mucho más sensibles ante los problemas de la sociedad. Somos una pieza importante para poder abrir las mentes. La cultura, en todas sus vertientes, transforma la sociedad y debe servir también para sensibilizarnos y activarnos. Los políticos, en su mayoría, tienen otros intereses: los suyos propios.
Federico Garcia Lorca dijo en su discurso al inaugurar una biblioteca: ‘muchas veces un pueblo duerme como el agua de un estanque un día sin viento, y un libro o unos libros pueden estremecerlo e inquietarlo y enseñarle nuevos horizontes de superación y concordia’. Vayamos a por esos nuevos horizontes y no nos conformemos.
Llevamos disfrutando de tu arte durante casi treinta años. ¿En qué momento te encuentras ahora? ¿Hay grandes diferencias con respecto a la Pasión Vega de sus inicios?
Estoy en un presente continuo, inmersa en muchos proyectos, sembrando mucho y disfrutando mucho de mi pequeña, que me necesita. Cuando comencé pensaba que me gustaría ser artista y ahora sé que me gusta ser artista y luchar cada día de mi vida para poder dar lo mejor de mí.
Por último, ¿qué proyectos futuros tienes en mente?
Seguimos ofreciendo conciertos a lo largo de este año y precisamente estaremos en Torrevieja el día 29 de mayo. Estoy preparando mi próximo trabajo discográfico y nuevos repertorios para proyectos muy especiales que van surgiendo en paralelo.