Todos, del más grande al más pequeño, de los municipios de España, están trabajando, desde hace ya varios años, en encontrar la cuadratura del círculo que supone coronar con éxito el necesario cambio de paradigma en la movilidad urbana.
En esa transición, claro está, hay varios frentes abiertos. Por un lado, se trata de mejorar la propia movilidad de las personas que habitan las ciudades. Por otro, no menos importante, contribuir a la reducción de emisiones contaminantes, de las que los motores de combustión son responsables en gran medida.
Lucha política
La eterna confrontación política, en la que se ha instalado este país, ha hecho que unos y otros se tiren siempre los trastos a la cabeza cada vez que ha tocado poner negro sobre blanco alguna propuesta en este sentido. Es triste comprobar cómo, ante la magnitud del reto, los mismos partidos que defienden una determinada solución en un municipio rechazan la misma idea en otra localidad por el mero hecho de estar allí en la oposición.
Mientras que en los países de nuestro entorno son ya muchas las grandes ciudades que han cerrado sus calles a los coches más contaminantes, especialmente los diésel, las urbes españolas amenazan -copiando el modelo de las sucesivas leyes de educación- con ir postergando el asunto a golpe de nuevas normativas, según van desfilando unos y otros por la alcaldía.
La Marina Baixa cuenta con 226 ‘coches cero’ matriculados
Una apuesta conjunta
La Marina Baixa, que tiene a Benidorm como su localidad más habitada con cerca de 70.000 habitantes, no es ajena a esta tendencia.
Sea por el motivo que sea, sí se da aquí la circunstancia de que sus municipios parecen haber apostado, en líneas generales, por una misma estrategia a la hora de abordar el reto: tratando de priorizar los medios alternativos, sobre todo bicicleta y otros vehículos de movilidad personal (VMP), y el transporte público sobre el coche particular.
Primeras medidas
A la vez, cada municipio conforme a sus posibilidades y necesidades, Benidorm, L’Alfàs del Pi, La Nucía y Altea, las cuatro cabezas de la comarca, han dado ya los primeros pasos, con la capital turística de nuevo liderando en ese ámbito, para fomentar el uso del coche eléctrico entre sus ciudadanos.
Ahora que las marcas parecen haber encaminado ya un futuro a medio plazo cien por cien eléctrico, es el turno de las ciudades de mover ficha. Son ellas las que, de una forma u otra, deben crear la infraestructura necesaria para que, de aquí a no muchos años, el previsible aumento del parque móvil eléctrico no termine suponiendo un problema mayor del que pretende solucionar.
Seis localidades no han matriculado ningún turismo con distintivo azul
Un lento despegue
Aunque el debate sobre la sostenibilidad a largo plazo del modelo eléctrico ya se ha planteado, es cierto que la industria automovilística parece haber centrado todos sus esfuerzos en esa alternativa a los combustibles fósiles.
Si, llegado el momento, será viable producir toda la electricidad necesaria para alimentar a la flota de turismos respetando el medio ambiente, es algo que está por ver.
Etiquetas azules
Hoy en día no hay marca que no cuente en su catálogo de turismos con modelos completa o parcialmente electrificados y que, por lo tanto, puedan lucir en el parabrisas una etiqueta ambiental azul (‘cero’), destinada a vehículos clasificados como “eléctricos”: de batería (BEV), de autonomía extendida (REEV) e híbridos enchufables (PHEV) con una autonomía mínima de cuarenta kilómetros, o vehículos de pila de combustible.
Sin embargo, bien sea por el elevado precio que siguen teniendo estos modelos en comparación con los tradicionales, por la deficiente infraestructura de carga existente, o por el lógico recelo que despierta toda nueva tecnología en el usuario, lo cierto es que el despegue del coche eléctrico está siendo muy lento en la comarca, aunque con un ritmo similar al resto del país.
Relleu, entre los más ‘eléctricos’ por los coches de alquiler
Patones, el nuevo Relleu
Como decimos, en España el ritmo de crecimiento de los coches con distintivo cero es muy parejo a lo largo y ancho de la geografía. Con presencia nula o muy testimonial en la ‘España vaciada’ y con porcentajes que no superan, en los mejores casos, el uno por ciento de todo el parque móvil, independientemente del tamaño o comunidad en la que se encuentren las ciudades o municipios.
Solo existe en todo el país un ‘espejismo’. Se trata de la localidad madrileña de Patones, de apenas 540 habitantes y con 3.345 ‘vehículos cero’ matriculados; lo que representa, eso sí, solo el 17,7% de un total para un pueblo en el que, según las estadísticas, cada habitante tiene 35,2 coches en su garaje.
La razón del ‘espejismo’
Evidentemente, estas cifras no se pueden tener en cuenta, ya que se trata de un municipio en el que ese desorbitado número de matriculaciones viene dado por el hecho de que muchas empresas de alquiler han optado por aprovecharse de su bajo IVTM.
Eso es algo que a principios de este siglo, específicamente en 2006, sucedió en la Marina Baixa con Relleu. En aquel entonces, el treinta por ciento del presupuesto municipal dependía de los ingresos del IVTM de sus 15.462 matriculaciones por solo 1.342 vecinos.
Seis municipios no ‘electrificados’
Algo de todo aquello todavía queda en el municipio de la Marina Baixa. Relleu sigue anclado en los 1.150 habitantes -con una despampanante cifra de 10,1 coches por vecino-, pero de todos los que se han matriculado allí, solo veintinueve tienen una etiqueta azul, lo que supone el 0,3% del total. Una cantidad muy en línea con el resto de localidades de la comarca, cuyo parque móvil sí se ajusta a su población.
Porcentualmente, son Benifato (0,7%), Bolulla y Orxeta (0,6%) los que mayor índice de ‘coches cero’ tienen circulando por sus calles, aunque, de nuevo, nos encontramos ante municipios con muy pocos habitantes en los que la presencia de un solo coche de estas características -como es el caso de los dos primeros- eleva enormemente esa media.
Ampliando el foco a toda la comarca de la Marina Baixa, seis municipios comparten la cola de esta clasificación. Ahí encontramos a Tàrbena, Sella, Benimantell, Beniardà, Confrides y Castell de Guadalest, que no cuentan con ningún vehículo con distintivo azul matriculado.
Benidorm lidera la transición del modelo en la comarca con medio centenar de vehículos
Benidorm, al frente
Si nos centramos en los números absolutos, Benidorm, como era de esperar, aparece como la localidad con más ‘coches cero’ de la Marina Baixa.
En el caso de la capital turística, son 56 los vehículos que pueden presumir de esa categoría, aunque, como se repetirá en la mayoría de sus municipios limítrofes, ese medio centenar largo de matriculaciones suponen únicamente el 0,2% del total.
En el resto de la comarca
La de Altea es -de nuevo refiriéndonos al total de distintivos azules ‘empadronados’ en sus calles-, la segunda flota más numerosa de la Marina Baixa con sus 32 coches eléctricos o híbridos; pero, como en el caso de la ciudad de los rascacielos, no suponen más del 0,2% del total.
Aunque las diferencias son inapreciables, La Nucía podría considerarse el pueblo más electrificado entre los motores económicos de la comarca, ya que, en términos porcentuales, sube al 0,3% de sus coches, con un total de veintiocho pegatinas azules repartidas entre sus parabrisas, una cifra ligeramente superior a las veintidós que circulan por su vecina L’Alfàs del Pi.
El precio, las pocas estaciones de carga y los recelos lastran su extensión
Falta de puntos de carga
Uno de los grandes problemas que amenaza la extensión del coche eléctrico en la comarca de la Marina Baixa -compartido con el resto del país-, es la falta de puntos de carga en la vía pública.
La mayoría de los municipios más grandes de la zona ya han comenzado a instalar estaciones gratuitas en sitios estratégicos de su entramado urbano, pero siguen siendo, a todas luces, insuficientes.
Auge de las privadas
De nuevo, Benidorm es la ciudad con más opciones disponibles, aunque en este caso las estaciones de carácter privado, ubicadas en alojamientos hoteleros, supermercados, restaurantes o ‘parkings’ son las mayoritarias. Así, la capital turística solo cuenta con quince ‘enchufes’ de uso público -incluidos los instalados en estaciones de servicio, ciertos ‘parkings’ y centros comerciales- para hacer frente a la demanda que pueda existir.
Una cantidad que se reduce enormemente, si aplicamos los mismos parámetros de búsqueda, cuando salimos de la ciudad de los rascacielos. La vecina Alfàs solo tiene tres puntos de acceso abierto frente a los cinco de La Nucía o los seis de Altea.
Eliminación del coche
En cualquier caso, la transición entre el motor de combustión y el eléctrico es solo una de las muchas patas sobre las que se asienta el cambio en el modelo de movilidad urbana que afronta todo el planeta.
Existen otras muchas variables que entran en juego en esta ecuación, más allá de otras cuestiones como si esta es una opción realmente ‘verde’ teniendo en cuenta los materiales que se usan actualmente para la fabricación de, por ejemplo, las baterías.
La capital turística la que más opciones ofrece con 15 estaciones de carga
Una necesidad insoslayable
Volviendo al caso concreto de la Marina Baixa, es cierto que el coche particular sigue siendo una necesidad para la mayoría de sus habitantes, ya que el transporte público, salvo en el caso de Benidorm, es una alternativa inexistente. Además, la conexión intermunicipal a través de medios colectivos es, sencillamente, nula; por lo que el vehículo privado se mantiene como una opción insustituible para muchos.
Pese a ello, los ayuntamientos están apostando, cada día con más convencimiento, por la creación de carriles bici y otro tipo de medidas para los usuarios de los VMP, con la intención de que el coche particular quede arrinconado y que todos apostemos por otro tipo de forma de transporte.
Hasta que ese momento llegue, los partidarios de una y otra opción tendrán que seguir haciendo encaje de bolillos para hacer viable su movilidad.
La realidad actual del coche eléctrico en la Marina Baixa
Municipio | Turismos ‘cero’ | % sobre el total |
Benidorm | 56 | 0,2 |
Altea | 32 | 0,2 |
Relleu | 29 | 0,3 |
La Nucía | 28 | 0,3 |
L’Alfàs del Pi | 22 | 0,2 |
Finestrat | 21 | 0,5 |
La Vila Joiosa | 19 | 0,1 |
Callosa d’en Sarrià | 8 | 0,2 |
Polop | 5 | 0,2 |
Orxeta | 4 | 0,6 |
Bolulla | 1 | 0,6 |
Benifato | 1 | 0,7 |
Tàrbena | 0 | 0 |
Sella | 0 | 0 |
Benimantell | 0 | 0 |
Beniardà | 0 | 0 |
Castell de Guadalest | 0 | 0 |
Confrides | 0 | 0 |
TOTAL | 226 | 0,2 |