Buena muestra del crecimiento que experimentan, a lo largo de los años, las ciudades los encontramos en las infraestructuras que se van sumando al paisaje urbano y que, en ocasiones, se erigen para sustituir a otras que, por distintos motivos, dejan de ser útiles para los nuevos tiempos.
En una sociedad, la actual, en la que la oferta de entretenimiento es fundamental, las instalaciones culturales son un magnífico barómetro para, a través de los lustros y décadas en las que van variando y creciendo, medir también los cambios de los propios municipios. La llegada, hace ya tiempo, del Auditori de La Mediterrània supuso, para La Nucía, el mayor paso adelante en ese sentido, aunque su pequeño y coqueto Teatre Sindicat, por fortuna, nunca desapareció y siguió cumpliendo su fundamental función.
Tres décadas de historia
Construido en 1989, la del Sindicat fue, durante décadas, la principal –y única– sala teatral del municipio. Allí, además de representaciones de todo tipo, se celebraron actos de mayor o menor calado social que, tras la llegada de su hermano mayor de La Mediterrània se trasladaron en buena medida a ese recinto ampliado.
Con algo más de tres décadas a sus espaldas, el pasado año llegó el momento de cerrar temporalmente sus puertas para acometer unas necesarias y esperadas obras de restauración y mejoras que permitieran al vetusto teatro seguir cumpliendo su cometido durante los próximos años.
La sala, la única existente en el municipio hasta 2007, fue construida en 1989
Cambio radical
Así, el cambio de año llegó con un regalo de Navidad en forma de reapertura de una sala en la que el ayuntamiento nuciero realizó una inversión de 100.000 euros con los que ha procedido al cambio de la climatización, así como de la iluminación y el sonido de la sala.
Así mismo, el patio de butacas también se vio muy beneficiado por esta intervención gracias al retapizado de los asientos, el cambio del suelo y una nueva mano de pintura a toda la instalación, un remozado integral que ha dejado la sala como nueva.
La mayor reforma realizada
El alcalde de La Nucía, Bernabé Cano, explica que “el Teatre El Sindicat data de 1989 y durante sus 32 años de vida se han realizado diferentes actuaciones de mantenimiento y pintura”, pero reconocía que había llegado el momento de que la intervención fuese más profunda para, de esta manera, situar a la sala conforme a los estándares actuales.
Así, Cano no dudó en asegurar que “esta ha sido la mayor actuación realizada en este edificio cultural desde su puesta en marcha. Era una obra necesaria que permitirá al Sindicat acoger todo tipo de actuaciones, talleres, conferencias, escuelas culturales de teatro y presentaciones de libros”.
El Ayuntamiento ha destinado 100.000 euros a las actuaciones de mejora y restauración
Mantener el legado
En un municipio que durante los últimos veinte años ha visto aparecer una enorme cantidad de nuevas instalaciones -y no solo en el ámbito deportivo, el más claro ejemplo de todo ello-, Cano siempre ha defendido que esos pasos adelante se debían de dar sin renunciar al legado social, cultural o histórico de aquellos edificios o servicios que La Nucía ha mantenido a lo largo de buena parte de su historia.
Por ello, y en relación a esta profunda mejora del Teatre Sindicat, el primer edil afirma que “en La Nucía le damos la misma importancia tanto en construir nuevas infraestructuras como en cuidar y renovar las ya existentes, como demostramos con esta actuación en el Teatre El Sindicat, que hasta 2007 fue el único auditorio y sala cultural del municipio”.
Tiempos de pandemia
Una de las actuaciones más importantes que se han acometido en esta renovación ha sido la sustitución del sistema de climatización del recinto, “ya que la anterior estaba obsoleta y ya no funcionaba correctamente”.
Además, aprovechando lo aprendido en los últimos dos años, el alcalde explica que “se ha cambiado la maquinaria de climatización y se ha optado por una instalación adecuada a los actuales tiempos de pandemia”. Una maquinaria que “permite la ventilación mecánica y renovar el aire de la sala y del patio de butacas” tal y como recomiendan las autoridades sanitarias.
La experiencia del espectador se verá mejorada con los nuevos sistemas de iluminación y sonido
Mejoras escénicas
Pero la pandemia, tarde o temprano, pasará y el Teatre Sindicat volverá a servir para la función para la que fue construido. Por ello, esta intervención ha servido “también para abordar la renovación y mejora del sistema de sonido e iluminación”.
En este apartado, “se ha cambiado la iluminación del escenario con nuevos focos led, que consumen mucho menos que los antiguos y que permiten iluminar de una forma versátil con diferentes colores sin la necesidad de los antiguos focos que requerían el cambio de los filtros”.
A su vez, y también dentro de ese empeño por mejorar la experiencia del espectador, “se ha hecho una inversión en sonido, con nuevos micrófonos, así como nuevas conexiones para iluminación y sonido y algo muy importante, se han adquirido mesas profesionales de control de sonido e iluminación”.
Más confort
Los espectadores que a partir de ahora acudan al Sindicat se encontrarán una sala que ofrece un mayor nivel de confort. “La primera actuación de este proyecto”, explica Cano, “fue la eliminación de las goteras existentes en la cubierta del teatro”.
Esas filtraciones, además de suponer una molestia evidente para los espectadores, podían causar, a largo plazo, graves problemas estructurales y de mantenimiento. “Una vez reparadas, se procedió al cambio del suelo de hall de entrada del teatro con nuevo pavimento cerámico. En el interior de la sala se instaló una moqueta ignífuga en el pasillo del patio de butacas, la zona con mayor paso de personas”.
Cano subrayó también que las obras han servido para “acometer la actuación que más impactará a los usuarios y es que se ha renovado la tapicería de las butacas de esta sala cultural. Se ha instalado una tapicería ignífuga de color rojo que sustituye la antigua de color marrón deteriorada, que ya no existía. La antigua tapicería marrón se ha conservado en la platea, ya que estaba en buen estado”.