Entrevista > María García Martí / Científica (Orihuela, 21-octubre-1988)
Aunque grandes contribuciones se deben a mujeres científicas destacadas, como Marie Curie o Rosalind Franklin, todavía hoy hay una considerable brecha de género en la ciencia. Por ello, desde 2012, el día once de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, para reivindicar su acceso y plena participación en dicho sector.
Como mujer científica, ¿crees que existe una pobre representación de la mujer en la ciencia?
Las mujeres representamos el 30% dentro del campo de la investigación científica mundial. A lo largo de la historia, la ausencia de referentes femeninos en el ámbito de la ciencia, las matemáticas, la tecnología o la ingeniería ha influido en que el papel de la mujer sea invisibilizado, lo que quizá haya provocado que no se despertaran suficientes vocaciones hacia esta dirección.
«No podemos dejar fuera de la investigación científica a una parte de la población»
¿A qué dificultades se tiene que enfrentar la mujer en este sector?
A los prejuicios y los estereotipos que se arrastran desde hace tiempo y que continúan alejando a las niñas y mujeres de los sectores relacionados con la ciencia. Como sociedad hemos de afrontar retos muy complejos, como el cambio climático o la erradicación de enfermedades y dentro de ese contexto no podemos permitirnos dejar fuera de la investigación científica a una parte intelectual de la población.
¿Cómo incentivar el interés de las niñas en la ciencia?
Puede que si le pidiéramos a cualquier niña que hiciera una lista con las mujeres ilustres que conoce que se dedicaron a la ciencia solo le viniera a la mente Marie Curie, la primera científica en ganar un premio Nobel por sus estudios sobre la radioactividad. Falta resaltar la aportación científica de otras mujeres que también desarrollaron estudios importantes en distintos ámbitos.
¿Por ejemplo?
Mujeres como Hipatia, una de las primeras matemáticas de la historia, Rosalind Franklin, la primera científica que capturó la imagen de una molécula de DNA, Lise Meitner, la única mujer que posee un elemento químico en la tabla periódica, o, por nombrar a alguna compañera contemporánea, María Blasco, alicantina y directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas.
Es fundamental educar y motivar a las niñas para que sepan que también son capaces de aportar soluciones y llegar a ser mujeres con éxito, como ellas.
«Hay que educar a las niñas para que sepan que también pueden aportar soluciones»
En tu caso, ¿cuándo surge tu interés por la ciencia?
No sabría decir el momento exacto en el que surgió mi interés por la ciencia, pero decidí estudiar Bioquímica en la Universidad de Murcia y para mí fue un recorrido extraordinario, ya que descubrí todos los engranajes que hacen que los seres vivos sean tal y como son.
Luego viré hacia el sector agronómico y tuve la oportunidad de realizar la tesis doctoral en el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CEBAS-CSIC). Ahora todo ese conocimiento lo aplico en el sector privado, donde trabajo actualmente.
A lo largo de tu trayectoria también has participado en distintos proyectos europeos relacionados con la revalorización de residuos de origen agrario…
Los proyectos europeos en los que he trabajado han sido proyectos tipo LIFE dedicados al medio ambiente y a la acción por el clima. En el caso exclusivo de la agricultura, se siguen realizando prácticas que generan graves amenazas para la salud humana y los ecosistemas, un problema que suele ser subestimado, tanto por los responsables políticos como por los ciudadanos en general.
«El sector de la agricultura tendrá que reinventarse»
Responsable de calidad de I+D+i en el Grupo NEWEN, ¿cuál es tu línea de investigación actual?
Mi trabajo consiste en mejorar la calidad de las especies hortícolas que servimos a nuestros clientes, especialmente tomate. Realizar cambios que afecten a la calidad comercial u organoléptica de los frutos es todo un proceso que va desde el campo hasta el consumidor final. En el grupo NEWEN trabajamos con variedades muy exclusivas y nuestro objetivo principal es diferenciarnos en el sabor de estas variedades.
Como doctora en Bioquímica, ¿cuál es el principal reto al que se enfrenta actualmente tu campo de trabajo?
La ciencia, y concretamente la ciencia basada en la mejora de la producción y la calidad de las especies vegetales, se enfrenta al reto de alimentar a toda la población mundial de manera sostenible para que las prácticas agrarias causen el mínimo impacto medioambiental en el planeta. Esto tendrá importancia vital en las próximas décadas, obligando al sector de la agricultura a reinventarse, para así hacer frente a los desafíos que plantea el futuro.
Investigaciones más destacadas
Durante sus años de investigación científica para la tesis doctoral, sus estudios se centraron en la nutrición vegetal y en cómo ésta afecta al desarrollo de las plantas y a su producción en regiones semiáridas con escasos recursos hídricos, como nuestra zona mediterránea. También colaboró en proyectos centrados en reducir el impacto medioambiental de la actividad agrícola.