La Tierra es una pequeña mancha en un mar, extraño y espectacular. Desde los criovolcanes de Tritón hasta los lagos de Titán, estas increíbles ocurrencias nos muestran que no hay que ir muy lejos en el universo para sorprenderse.
Criovolcanes de Tritón
Tritón, la luna más grande de Neptuno, es un mundo de hielo, pero es geológicamente activo. El casquete polar sur del satélite es un intrincado paisaje de depresiones, crestas y vetas creadas por criovolcanes que disparan columnas de nitrógeno gaseoso y millas de hielo al aire.
Las erupciones de estos «volcanes de hielo» difunden manchas oscuras de polvo en la superficie y pueden continuar durante más de un año. El extraño volcanismo de la luna también podría ser responsable de su famoso «terreno de melón», un área de regiones con hoyuelos en forma de melón en el hemisferio occidental de la luna.
Penachos de Encélado
Imagina una gran columna de agua y partículas de hielo que se disparan cientos de kilómetros sobre tu cabeza, ahora un centenar de estas apagándose al mismo tiempo. Eso es lo que el orbitador Cassini encontró en la región polar sur de Encélado en 2005. La pequeña luna de Saturno debería estar inactiva y muerta. Pero, en cambio, los chorros criovolcánicos arrojan agua desde las fisuras parecidas a rayas de tigres al espacio, proporcionando el material para uno de los anillos exteriores de Saturno.
Los científicos creen que las fuerzas gravitacionales explican parte del calor requerido para mantener un océano subterráneo… pero también piensan que debe haber algo más que calienta la luna también.
Los lagos de Titán
Un río serpentea a través de las dunas hacia las orillas de un lago liso y transparente. A medida que las nubes ruedan y los truenos retumban, comienza a llover… La superficie de Titán, la luna más grande de Saturno, es extrañamente similar a la Tierra.
Titán tiene una atmósfera de nitrógeno densa y es el único otro objeto en el espacio que se sabe que tiene cuerpos estables de líquido en su superficie. Pero nadar en ellas sería difícil. Compuesto de metano líquido y etano, los lagos de Titán son menos densos que el agua y cientos de grados bajo cero.
Aunque la luna carece de agua líquida, los astrobiólogos especulan que hipotéticas formas de vida metanogénicas podrían llamar hogar a Titán.
La Gran Mancha Roja, la tormenta perpetua de Júpiter
La gigantesca tormenta en el hemisferio sur de Júpiter se ha extendido por siglos. Los astrónomos la observaron en 1830, y posiblemente ya en 1665. Lo suficientemente grande como para tragarse la Tierra y tener espacio para más, la Gran Mancha Roja es un remolino colosal con vientos que alcanzan un pico de más de 400 millas por hora. Alimentado por bandas turbulentas de nubes de amoníaco que giran alrededor del planeta en ambas direcciones.
La razón de su color rojizo sigue siendo incierta, pero su persistencia se debe en parte al hecho de que Júpiter no tiene un terreno sólido para frenar la tormenta.
El océano escondido de Europa
La superficie de Europa, el sexto satélite natural de Júpiter, está liso y muerto. Pero es una luna con un secreto, o al menos así lo esperan los científicos.
Bajo unos kilómetros de corteza helada, un vasto océano podría estar escondido dentro. La evidencia incluye las grietas que cruzan su superficie, posiblemente debido a las mareas internas, y la dispersión de los cráteres de impacto, que sugieren que la superficie se ha repuesto gracias a los procesos geológicos.
Dado que existe la posibilidad de que existan microbios extraterrestres cerca de posibles respiraderos hidrotermales, los científicos están ansiosos por aprender más, y tanto la ESA como la NASA planean misiones a Europa, con la esperanza de confirmar la existencia de un océano oculto de una vez por todas.