El renacimiento del motocarro es un hecho. Para muchos considerado el vehículo más icónico del franquismo, este transporte motorizado de tres ruedas era frecuente en la década de los años 50 y 60 en el reparto de todo tipo de productos.
La estética ‘oldie’ juega un papel importante en una sociedad visual. Pero a este reclamo de diseño y publicitario le acompañan una serie de motivos energéticos y de eficiencia logística, que explican el porqué del regreso de un vehículo que ya sólo se veía en las películas en blanco y negro.
Eficiencia energética
Uno de los motivos por los cuales este vehículo de tres ruedas vuelve a tener presencia en València es por cuestión de eficiencia energética, pues según algunos estudios los motocarros tienen 52% de mayor rendimiento, además reducen entre el 40 y 50% las emisiones de CO2.
Este tipo de vehículos combinan su rapidez en la urbe con la capacidad de carga. Así, su diseño les permite ser más ágiles, por lo cual son más prácticos para envíos rápidos en las ciudades. Su capacidad de carga puede alcanzar incluso la media tonelada.
Están diseñados para tener mayor estabilidad en las curvas y son resistentes a condiciones extremas de manejo, por lo que también son aptos para las zonas rurales de parte del área metropolitana de València.
Il Cortile usa el Piaggio Ape 50 como sello de identidad de su concepto gastronómico italiano
Ágil para las entregas
En lo que atañe a la logística en València, la iniciativa de última milla Smart Delivery, desarrollado por T-Box, Las Naves y Finnova, pretende sentar las bases de una nueva manera de reparto de mercancías en la ciudad, minimizando el impacto ambiental gracias a la flota de vehículos cero emisiones.
Desde esta empresa destacan que su proyecto aspira a transformar “no solo la logística urbana, sino de las cadenas de suministro en general”. Así, junto a sus unidades ‘Mouse’ de micro camión cuenta con hacer circular por València unidades de sus modelos ‘Light’ (motocarros).
Empresas de eventos lo ofrecen para la llegada de los novios o como ‘estación’ del banquete
Nostalgia de otra época
El mundo empresarial globalizado y de consumo rápido cada vez apela más al producto artesanal. Lo hecho lentamente y sin prisas se ha convertido en un valor para competir con lo ‘fast and now’. Así, la estética del motocarro casa perfectamente con esta mentalidad que se desea transmitir al cliente.
Uno de los negocios que ha apostado por ello es Il Cortile, pizzería italiana con varios restaurantes tanto en València como en su área metropolitana. Uno de los socios de esta empresa, Miguel Rives, comenta a este respecto: “Decidimos incorporarlo como seña de identidad de nuestro concepto, porque no hay nada más italiano que un Piaggio en sus diferentes formatos”.
Rives añade que en la Toscana, que es “de donde proviene la inspiración y la base de la cocina de Il Cortile”, el Piaggio Ape es un vehículo polivalente que aún se usa sobre todo en entornos rurales.
El uso de estos vehículos reduce entre el 40 y 50% las emisiones de CO2
Aprovechamiento en celebraciones
El motocarro puede ser también un elemento no sólo de transporte, sino también de mobiliario. Así lo han pensado en The Tiny Truck, empresa valenciana dedicada a restaurar Motocarros Ape Piaggio para eventos: para el bodegón de bienvenida, como mesa para bebidas o para un buffet de comida, para el ‘seating’, como ‘photocall’, para una mesa dulce…
‘Anthony’, su primer vehículo, está preparado para usarse en cualquier tipo de evento, ya sea una boda o una comunión, sorprendiendo a los invitados por sus bonitos acabados y la novedad de ver este vehículo poco usado en celebraciones.
Aunque los Ape Piaggio sólo tienen la puerta trasera, esta empresa valenciana ha modificado su vehículo para disponer también de ventana lateral. Hay que destacar que puede ser una opción original para la llegada de una novia o un novio a la ceremonia, pues caben dos personas en su cabina y es muy fácil de conducir.
Los orígenes
El origen en España del motocarro se remonta a las marcas Isothermos & Renzo e Hispano Villiers. Fundadas en 1951, estas empresas fueron la referencia en el mercado español en la venta de motocarros. Los más populares fueron el ‘Isocarro’, Huracán M-202, de 197cc, Trimacar o Sansón, el primero con motor diésel.
En 1948 Vespa empezó a comercializar su APE, aún a la venta. A España llegaría en 1960 y se le rebautizó como ‘Vespacar’. Correos compró una flotilla de este modelo para las labores de reparto y distribución de cartas y paquetería.