Desde mediados del pasado mes de octubre y durante todo el presente mes de noviembre, las calles de Benidorm volverán a verse inundadas por centenares o miles de amapolas rojas colgadas de las solapas de muchos de sus ciudadanos, la mayoría de origen británico, en una de las tradiciones más vistosas y, a la vez, desconocidas para la mayoría, de la cultura reciente del que es el mayor exportador de turistas de la ciudad.
La ‘Rememberance Poppy’ o ‘Amapola del recuerdo’ es la imagen que desde hace algo más de un siglo, 1921, se usa para homenajear al personal militar que murió en la I Guerra Mundial y, posteriormente, en el resto de las contiendas en las que ha tomado parte Reino Unido.
Origen poético
La aparición en las solapas de esas amapolas llegó inspirada en el poema ‘In Flanders Fields’ –‘En los campos de Flandes’-, escrito por el teniente coronel John McCrae, perteneciente al Cuerpo de Expedicionarios Canadiense desplegado, precisamente, en aquella región belga que en la Gran Guerra, como también sucedería no mucho después en la II Guerra Mundial, fue escenario de algunas de las batallas más cruentas de la historia de la humanidad.
Las amapolas del recuerdo fueron adoptadas en primera instancia por la Legión Americana para conmemorar a los soldados estadounidenses muertos en la guerra, que se prolongó desde 1914 hasta 1918. Un gesto que luego adoptarían grupos de veteranos militares en casi todas las partes del todavía existente Imperio Británico y, actualmente, en la Mancomunidad de Naciones.
La aparición en las solapas de esas amapolas llegó inspirada en el poema ‘In Flanders Fields’, escrito por el teniente coronel John McCrae
Día del Armisticio
Hoy en día, cuando el mundo se asoma a un nuevo horizonte bélico de devenir impredecible, las ‘Rememberance Poppies’ se utilizan principalmente en el Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda para conmemorar a los hombres y mujeres, militares o no, muertos en todos los conflictos armados desde la I Guerra Mundial.
En aquellos países, como también sucede en una colonia británica tan importante como Benidorm, las amapolas artificiales se usan a menudo en la ropa desde mediados de octubre hasta la celebración del Día del Recuerdo o Día del Armisticio (la denominación oficial varía dependiendo del país al que nos refiramos).
Ese día, el 11 de noviembre, esas pequeñas flores, que habitualmente son vendidas por miembros de la Royal British Legion para recaudar fondos destinados a sus programas de atención a los veteranos de guerra, se pueden ver también formando grandes coronas que se colocan en los miles de monumentos dedicados a los soldados caídos a lo largo y ancho de todo el mundo.
El pueblo ucraniano adoptó ese símbolo en 2014 para recordar a sus caídos en combate
Sentido especial en Ucrania
Cabe destacar, en este sentido, que desde el año 2014 el pueblo ucraniano adoptó también las amapolas del recuerdo como símbolo de la victoria del Ejército Rojo sobre el nazismo y, a la vez, para recordar a todos sus soldados muertos en la II Guerra Mundial.
Una decisión que cobra, si cabe, más sentido hoy en día ya que esa pequeña flor roja sustituyó en gran parte del territorio de la Ucrania hoy invadida por Valdímir Putin al tradicional Lazo de San Jorge, ya que este se asoció al movimiento separatista ruso y a las agresiones militares de ese país.
La Royal British Legion volvió a elegir Benidorm para celebrar el desfile que inauguró el ‘Poppy Appeal’
Los veteranos, protagonistas
En Benidorm, la Royal British Legion celebró el pasado mes de octubre su tradicional desfile para marcar el inicio de la celebración del ‘Poppy Appeal’, un muy vistoso acto que, como ocurriera antes de la pandemia, volvió a estar acompañado de las gaitas y tambores de la banda ‘Torrevieja Pipes and Drums’.
El evento inaugural, como el resto de celebraciones que tendrán lugar a lo largo del presente mes de noviembre, guardó un hueco muy especial para los veteranos de guerra que, en este caso, estuvieron representados por los ‘Chelsea Pensioners’, soldados pensionistas del Hospital Real de Chelsea.
Fin benéfico
La Royal British Legion es una entidad sin ánimo de lucro que con la celebración de la ‘Poppy Appeal’ distribuye veinticinco millones de amapolas de tela, confeccionadas en su mayoría por personas con diversidad funcional, y cuyos beneficios en forma de donativos se destinan a la ayuda de exmilitares y sus familias como consecuencia de conflictos bélicos.
A día de hoy, sus filas cuentan con más de 700.000 miembros en todo el mundo, de los que en España hay unos 4.000 y más de un millar en la provincia de Alicante.