Entrevista> José Antonio Bornay / Compositor, profesor, empresario y gestor cultural (Alcoy, 15-agosto-1961)
Alcoyano inquieto y de vida viajera que ha transcurrido en Canarias, Madrid, Italia, Egipto y, sobre todo, en Alicante. Ha realizado más de un centenar de bandas sonoras para cine y televisión, y fue el primer músico miembro de la Academia del Cine de la provincia.
Participante en otras tantas producciones discográficas como instrumentista, arreglista, ingeniero de sonido o productor, ha desarrollado su larga carrera de un modo muy ecléctico, transitando territorios que abarcan desde la música contemporánea al jazz, las músicas étnicas o el pop.
«Somos afortunados de formar parte de una época en la que la calidad y variedad de las músicas populares es enorme»
¿Qué nos puedes adelantar de vuestro nuevo proyecto ‘Good Vibes’?
Va a ser algo sorprendente. Una manera de retomar canciones que tenemos impregnadas en los huesos y el alma desde nuevas sonoridades. Surgió con la llegada de Alexander Saura, vibrafonista y batería ruso, junto con Carla Vallet, cantante con la que colaboro en repertorio de jazz-funk.
Estamos realizando un gran trabajo de síntesis para que los temas tengan todos los elementos melódicos o armónicos que los hacen reconocibles. Son pequeñas células rítmicas, ostinatos o meras líneas secundarias las que llaman a la memoria, identifican, recrean la esencia de una canción, incluso con más poder que la melodía principal.
Estará compuesto por un original formato instrumental, con vibráfono, guitarra y voz, con adición de ‘looper’ y otros elementos. ¿Cómo habéis ido definiendo el sonido y de qué forma habéis determinado el repertorio?
Somos afortunados de formar parte de una época en la que la calidad y variedad de las músicas populares es enorme. En las dos o tres últimas décadas del siglo pasado es tal la multiplicidad de corrientes musicales, estilos e intérpretes paradigmáticos que lo difícil era acotar ese primer listado de versiones.
La plantilla instrumental es original y la apoyaremos con elementos como el ‘looper’ o alguna base rítmica preprogramada, para reforzar ciertos matices o enriquecer algunas secuencias. Estamos trabajando esos aspectos, tanto desde el punto de vista musical como escénico.
«Uno de los motores fundamentales de ‘Good Vibes’ es la diversión»
¿Dónde tenéis previsto presentar ‘Good Vibes’ y cuál será la puesta en escena?
Uno de los motores fundamentales es la diversión. Nuestra y la del público. Realizaremos algunas apariciones en locales que van a servir de chequeo. El repertorio está abierto en esta primera fase, de modo que estas primeras apariciones contribuirán a pulir, cambiar o reforzar la línea inicial.
También os encontráis organizando la próxima edición del International Jazzday 2023 en Alicante. ¿Nos cuentas algo de las novedades?
En 2023 será la edición XII. Un largo camino que iniciamos con Liz Vallet en Alicante, el mismo año en que UNESCO, de la mano de Herbie Hanckock, arrancó esta celebración global. Desde entonces no ha dejado de crecer.
Los objetivos han sido siempre dos, unir a los músicos de la ciudad o la provincia alrededor de una música que nos apasiona, y su carácter de acción benéfica, desde asociaciones de investigación médica a las que se ocupan de la lucha medioambiental. El 30 de Abril tendremos el gran concierto en el Teatro Principal, y continuaremos con la entrega del premio Jazzday Alicante a alguna figura reconocida o especialmente involucrada con el evento.
La música en directo está siempre presente en tu vida, actualmente formas parte del trio musical Jazz Meeting. ¿En qué momento se encuentra la formación?
Jazz Meeting es una reunión de amigos. Desde el trío base, con Vicente Ruiz y Gustavo Luna, y donde a lo largo del tiempo han participado numerosos solistas, como Toni Moltó, Antonio Serrano, Carla Vallet, Margot Cortés, Ludmila Salazar, David Rodriguez… La lista es interminable. Particularmente destacable fue el proyecto desarrollado con el magnífico tenor José Luis Luri, que quedó plasmado en dos Cds ‘Magistrum, Opera meets Jazz’.
En tu faceta como divulgador, fuiste co-editor de la colección ‘Sonidos en la retina’. ¿Cómo se relaciona la música con el audiovisual?
Hace unos años creamos la sección ‘Música para la Imagen’ en el Festival de Cine de Alicante, que pretendía poner en valor un aspecto no siempre reconocido del audiovisual, el sonido en general y la música en particular.
Una de las actividades de la sección era un congreso en el que especialistas de todo el país traían ponencias relativas al tema. Ese fue el germen de la colección, que reúne escritos muy cualificados e interesantes sobre múltiples aspectos que atañen a estas disciplinas. Cine, televisión, performática… desde ópticas historicistas, semiológicas, etc., van perfilando los contenidos.
«Jazz Meeting es una reunión de amigos»
Como miembro de la Academia de los premios Goya, ¿cuáles son las ocupaciones que llevas a cabo en la actualidad?
La Academia del Cine no deja de ser una suerte de colegio profesional, con sus peculiaridades y avatares. Hubo unos años en los que formé parte del jurado de preselección de nominación de cortometrajes a los Goya. Después los sistemas de votación fueron cambiando, pasando a la nominación por especialidades, de manera que desapareció ese jurado previo en beneficio de otro sistema que implica, entre otros, a festivales.
Esta academia está en constante evolución con los tiempos. Ahora tendremos la asamblea anual y veremos qué novedades trae el año hacia la próxima gala, que se celebrará en Sevilla.
Por último, ¿sigues teniendo relación con Alcoy?
Los alcoyanos que residimos fuera conservamos una especie de inexplicable orgullo que prodigamos donde vayamos. Tengo anécdotas muy graciosas al respecto, como una vez que me presentaron como músico ‘valenciano’ en el Festival de Cine en Bologna.
Tras la representación, me dirigí al director de la muestra para rogarle que al día siguiente tuviera la bondad de introducirme como músico alcoyano. Puede parecer algo absurdo, pero no soy el único que podría relatar historias semejantes.