La Diputación de València se había convertido en el posible fortín del socialismo en la Comunitat Valenciana tras el 28 de mayo.
Después de perder Generalitat Valenciana y la capital, la única opción de gobierno de la izquierda, más allá de algunas capitales de comarca, era el consistorio provincial, el cual quedaba dividido en dos bloques de quince diputados y con la llave en manos de Ens Uneix, partido liderado por el ex presidente provincial del PSPV, Jorge Rodríguez.
Junto a Generalitat y Ayuntamiento de València, la Diputación completa el vuelco a favor del Partido Popular tras los comicios del 28 de mayo
Negociaciones
Después de varias semanas de negociaciones ha sido el popular Vicente Mompó quien se ha alzado como nuevo presidente de la diputación provincial, arrebatando la posibilidad al socialista Carlos Bielsa, y, de paso, dejando en una delicada situación el poder de la izquierda en la provincial, además de abriendo una posible guerra interna por los liderazgos dentro del PSPV, donde se contaba con que el también alcalde de Mislata sería el presidente de la diputación.
Durante más de un mes se han mantenido negociaciones entre los dos bloques y Ens Uneix, cuyo voto indudablemente inclinaría la balanza hacia un lado u otro. En este tiempo los acercamientos parecían más claros hacia el bloque de la izquierda, dada la publicidad que se llegaba a dar a algunos de estos encuentros.
Situación judicial
Entre líneas, además de los programas de gobierno de uno y otro lado, también se encontraba la situación vivida por Rodríguez, el cual dejó su cargo como presidente provincial tras formar parte de los acusados del Caso Alquería, algo que provocó su salida de la presidencia, pero también del PSPV, de forma poco amistosa. Rodríguez fue absuelto de todos los cargos, cosas de los calendarios judiciales, apenas dos días después de los comicios de mayo.
Un factor, el proceso judicial reciente, que ha podido también ser un factor crucial, o más bien la forma de tratarlo. Y es que, mientras el PSPV apenas se manifestaba al mismo tiempo que la fiscalía recurría la absolución de Rodríguez, el Partido Popular se ha mostrado más comprensivo con la situación vivida por el actual alcalde de Ontinyent.
Una estrategia que siempre estuvo acompañada de una discreción por parte del líder popular, quien, más alejado de los focos que Bielsa, fue cocinando un acuerdo que ha provocado el cambio de gobierno en València.
Natalia Enguix (Ens Uneix) será la vicepresidenta primera del nuevo gobierno provincial
El PP confirma la ‘reconquista’
Mompó ha sido el último en generar un vuelco a través del cual la izquierda, formada por PSPV y Compromís, ha pasado de gobernar en prácticamente todas las plazas de València, a perder estas, quedándose apenas con algunos municipios que, si bien son relevantes a nivel comarcal, carecen del potencial como para combatir la fuerza mediática y económica que dejan vacantes las instituciones perdidas.
El nuevo gobierno provincial estará formado por los diputados del Partido Popular, destacando el nombramiento de Reme Mazzolari como nueva vicepresidenta segunda y diputada de Cooperación Municipal, Carreteras y Contratación.
Además, repiten varios representantes populares que ya estaban en la pasada legislatura en el consistorio provincial, como el caso de Avelino Mascarell, que llevará las áreas de Medio Ambiente, Prevención de Riesgos Forestales y Desarrollo Rural; o el de Rocío Gil, quien los últimos cuatro años estuvo en la diputación, pero como portavoz de la malograda Ciudadanos.
Las negociaciones han sido discretas desde el PP y han permitido un gobierno que parecía que caería del lado de la izquierda
Ens Uneix dentro del nuevo gobierno
La formación liderada por el ex presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez, ha sido la clave del devenir de la institución provincial. El también alcalde de Ontinyent salió de forma abrupta del PSPV, algo que parecía no ser un impedimento para que ambas formaciones acordasen el nuevo gobierno de izquierdas.
Sin embargo, tras semanas de negociaciones con ambas partes, la representante de la formación en la Diputación de València, Natalia Enguix, confirmaba el naufragio de la izquierda en València al votarse a sí misma, lo cual dio la presidencia a Mompó como representante de la formación más votada.
A pesar de que el voto no fuera favorable, Enguix asumirá la vicepresidencia primera de la Diputación de València, además de las competencias en materia de Cooperación Municipal e Internacional, Igualdad y Memoria Democrática y Comarcalización. Junto a estas áreas, el nuevo gobierno ha creado la de Relaciones con la Generalitat, la cual también estará a cargo de la representante de Ens Uneix.
La derrota socialista deja al PSPV y a su líder, Carlos Bielsa, en una situación de incertidumbre tras la pérdida de todo el poder provincial
Buen acuerdo para Vall d’Albaida
El acuerdo alcanzado por la formación, que únicamente se presentaba en la Vall d’Albaida, supondrá a buen seguro un impulso en muchos sentidos para la comarca, y no sólo para Ontinyent, municipio cuya alcaldía ostentan con Jorge Rodríguez como primer edil.
Así, desde su posición en el gobierno, cabe esperar que la presencia de proyectos en el sur de la provincia se vean impulsados por Enguix y su equipo de trabajo, como parte de unas negociaciones en las que siempre manifestaron que primaría el proyecto a los sillones, a pesar de que incluso sonó la posibilidad de que su única diputada presidiera el consistorio provincial.
Vox, a favor pero sin gobernar
Con las matemáticas en la mano, Vox se ha visto relegado al papel de partido muleta. Y es que la suma de PP y Vox ofrecían 15 diputados, los mismos que PSPV y Compromís, pero la aparición de Ens Uneix como factor clave para decidir el color del gobierno, dejaba en una complicada situación a la formación de derechas: apartarse y permitir un gobierno del Partido Popular, o exigir su entrada en el gobierno poniendo en bandeja un gobierno liderado por Carlos Bielsa.
A pesar de esta compleja tesitura, nunca pareció dudarse de que Vox aceptaría ser el sacrificado del nuevo gobierno de la diputación, en un gesto que podría haberse puesto en duda después de su entrada en el gobierno autonómico, pero tras quedarse fuera con Catalá, quien prefirió un gobierno en minoría antes que dar cabida a la formación de derechas.
Aun así, incluso la primer edil de la capital ha manifestado su intención de llegar a acuerdos puntuales con Vox a nivel municipal, aceptando que en esta legislatura su papel será relevante.
Vox, que era una línea roja marcada por Ens Uneix, votó a favor de Mompó a pesar de no formar parte del nuevo gobierno
Tendrá que haber negociaciones
La formación de derechas, liderada en la institución por su portavoz Sergio Pastor, tendrá mucho que decir en estos cuatro años. Y es que, a pesar de haber ofrecido su voto ‘gratis’ para evitar un gobierno de izquierdas, el gobierno en minoría necesitará de su apoyo para algunas de las decisiones más importantes de la legislatura.
Una situación que el nuevo presidente, Vicente Mompó, deberá lidiar generando equilibrios de poder entre su socio de legislatura (Ens Uneix) y el partido que le apoyó en la investidura (Vox).
De la confianza a la incertidumbre
Carlos Bielsa tenía ante sí un panorama esperanzador, no sólo en lo que a las posibilidades de presidir la diputación se refiere, ya que se daba por hecho un pacto con Ens Uneix debido al pasado socialista de Jorge Rodríguez, sino también en lo relativo a los liderazgos internos del PSPV, con él como máximo aspirante a ser el sucesor de Ximo Puig.
La realidad ha sido bien diferente. Las semanas de negociación acabaron generando un enquistamiento del posible acuerdo a tres bandas entre Ens Uneix, PSPV y Compromís. El pasado reciente, con una salida abrupta y llena de reproches, de Rodríguez de las filas socialistas, parecieron una barrera demasiado sólida como para ser derribada por el alcalde Mislata.
Compromís ha sufrido el daño colateral de esta situación. Sumidos también en una crisis de liderazgo tras perder la Generalitat y, sobre todo, arrebatarles María José Catalá la alcaldía de València, la formación nacionalista ha permanecido en un segundo plano en estas negociaciones.
Como alcalde de Gavarda, Vicente Mompó es el presidente que procede del pueblo más pequeño en la historia reciente de la diputación
Un futuro esperanzador para Mompó
Vicente Mompó tiene ahora ante sí el reto de devolver a la Diputación de València una imagen más positiva tras años en los que las apariciones en prensa fueron más por escándalos, juicios o trifurcas, que por el importante trabajo que tiene esta institución para los diferentes municipios.
La condición de alcalde del municipio más pequeño que ha tenido a su primer edil presidiendo la institución provincial, Gavarda, dota a Mompó de una perspectiva que para muchos podrá ser la impronta de un nuevo gobierno que, a buen seguro, dará mucho que hablar en esa València orgullosa pero que no sale en los telediarios.
Mompó, perfil de presidente provincial
Vicente Mompó llega a la presidencia de la diputación para representar un papel que, a todas luces, le encaja como anillo al dedo. Político convencido del municipalismo, siempre ha manifestado su interés por la cultura y tradiciones de los pueblos de toda la provincia de València, llevando además el idioma valenciano por cada rincón de nuestro territorio.
Su perfil claramente ambicionaba alcanzar la vara de mando que ahora ostenta. No en vano, y a pesar de que ganó con una amplia mayoría absoluta en el municipio de Gavarda, la campaña de Mompó se ha desarrollado en clara clave provincial, visitando en numerosas ocasiones todas las comarcas de València y acompañando tanto a candidatos municipales como a Carlos Mazón.