Entrevista > Vicent Mut / Músico (Dénia, 28-noviembre-1973)
Vicent Mut, erudito de la guitarra, es el profesor de este instrumento de cuerda en nuestro conservatorio. Lo es desde hace veintiocho años, lo que le convierte en uno de los maestros más longevos del centro (donde también ejerció de director, ocho cursos). “Muchos alumnos míos ya son grandes profesores”, apunta con orgullo.
Su pasión musical -también toca con destreza piano y oboe- procede del seno familiar, gracias al papel que desempeñó su madre, una de las primeras mujeres en tener el título de músico. No obstante, fue Toñi, su tía, la que le derivó definitivamente hacia la guitarra.
Se apuntó primero a la banda de música de Dénia, pasando después al conservatorio local. “El grado superior ya lo hice en Alicante, logrando excelentes notas”, rememora. Finalizados los estudios inmediatamente se incorporó al recién estrenado Conservatorio de Xàbia, en 1996.
¿Qué te llamó la atención de la música?
Por fortuna la tuve dentro de mi casa desde bien pequeño, porque mi madre (Vicenta Abellán) impartió clases de piano en los conservatorios de Dénia y Alicante. Fue una pionera, al ser una de las primeras mujeres en ser tituladas en música.
De igual modo, mi tía Toñi era profesora de guitarra y con seis-siete años yo ya estaba dentro de grupos musicales, de rondallas o similares, haciendo actuaciones. ¡No recuerdo cuándo fue mi primer contacto con la guitarra!
¿Por eso la eliges como tu instrumento?
Influenciado por mi tía. En casa tocar un instrumento (guitarra o piano) era algo natural, para nada forzado. Tiempo después, al entrar en el conservatorio, fue cuando opté por el primero.
«Con seis o siete años ya estaba dentro de grupos de música, haciendo diferentes actuaciones»
Eres un referente para tus alumnos, incluso los antiguos.
No sé cuál es la varita mágica. Me gusta que los alumnos sean mucho más que eso: acercarme a su entorno y familia. Por fortuna me ha sucedido con todos a los que he tratado, pues disfruto quedando con ellos, sabiendo cuáles son sus dudas, si tienen algo que les cuesta especialmente…
Intento organizar actividades y conciertos para que estén dentro del sistema y vean cómo funciona el mundo de la música fuera de los conservatorios. En parte soy un tutor, me encanta, y a veces les llamo en verano.
Siendo honesto, ¿cuál es su nivel?
¡Muy bueno! De hecho, Nacho Rodes -catedrático del Conservatorio de Alicante- acudió al último Curso de Música de Verano, y su comentario fue que “no había visto un alumnado tan potente como el de Xàbia”.
Insisto, lo hago todo con la máxima naturalidad, para que los chicos estén muy a gusto, dentro del sistema educacional de la guitarra. Desde que empiezan al elemental hasta que acaban el grado medio están conmigo una década, de los ocho a los dieciocho años.
«Disfruto quedando con los alumnos, sabiendo cuáles son sus dudas, si algo les cuesta especialmente»
¿Cuál de tus conciertos recuerdas con más estima?
Sin duda, el que hice en el Auditorio Nacional de Luanda, la capital de Angola, para el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, tocando para embajadores franceses, suecos, americanos…
Estaba en una gira de conciertos, me vieron y pidieron mis servicios para unas actividades que se iban a realizar por el 12 de octubre, Día de la Hispanidad. Fue una experiencia preciosa, en 2013, e hice en total tres conciertos de guitarra, uno en las escuelas para músicos angoleños.
¿Y con el conservatorio?
He promovido, junto a otros profesores, cinco encuentros entre todas las escuelas de guitarra de la Marina Alta. Hacemos conciertos para todos los niveles, desde el elemental hasta el superior. Ya a nivel personal, también pertenezco a la banda de Nuria Fergó y a ‘Capital 90’, mi grupo de versiones.
«Recuerdo con mucho cariño el concierto que di en el Auditorio Nacional de Luanda, en Angola»
¿De qué modo se presenta el nuevo curso?
Siempre que afronto uno nuevo lo hago con muchas ganas e ilusión. Me encanta descubrir qué han hecho durante este parón veraniego, cómo van creciendo musicalmente, y también observar a los que entran nuevos; es un reto, porque ves de qué modo se adaptan.
La música en un conservatorio funciona un poco diferente a lo que has visto anteriormente en la escuela. Todo les es novedoso y su incorporación a veces no es fácil.
La directora, Anna Bas, nos avanzó que sois una familia.
Exacto, aunque disponemos de cerca de doscientos alumnos, todos nos conocemos, porque el periodo que están en el centro es de diez años, siempre con los mismos profesores. Se han creado cuadrillas de jóvenes a raíz de hacerse amigos en el conservatorio, no en su colegio.
Además, muchos chicos tienen de referencia a sus mayores, porque la carrera de música es muy complicada. Ojalá conozcan a otros profesores, que no se queden únicamente con lo que les enseña Vicent Mut.