Entrevista > Hans Some / Escultor (Munich, Alemania, 26-abril-1968)
El alemán Hans Some es un artista afincado en Mutxamel y con su estudio en Bacarot. Desde hace más de veinte años vive y trabaja como escultor independiente en nuestro país, donde instaló su estudio en el año 2000.
Descubrir las inagotables posibilidades del diseño y la expresión del metal, a partir de técnicas como la fundición y la forja, es una de las imborrables huellas que encontramos en las obras de Hans.
¿Qué te llevó, a un muniqués, a afincarse en Mutxamel? ¿Cómo fue ese cambio?
Mis primeras estancias en España fueron a finales de los ochenta. Un año en Sevilla y al siguiente en Granada. Todo era una aventura, con pocos extranjeros, había que pedir visados, poco tráfico, precios asequibles. Si te conformabas con lo básico podías vivir bien con poco dinero. Entonces trabajaba en Alemania unos meses para poder vivir el resto del año en España.
A principios de los 90 contacté con familiares que vivían en San Juan, y desde entonces el enfoque fue Alicante. En el año 2000 decidimos, con mi esposa y nuestra primera hija, trasladarnos definitivamente a Alicante, buscando una casa con algo de terreno, y acabamos encontrando un lugar bonito en las afueras de Mutxamel.
«En Mutxamel queda todavía agricultura tradicional con nuevos impulsos»
¿Qué tal es tu vida en la localidad? ¿Cuáles es tu relación con Mutxamel?
Realmente estoy más en mi estudio cerca de Bacarot que en casa. Nuestra familia ha crecido y los gastos básicos diarios ya tienen un nivel ‘europeo’ que hay que afrontar. Pero estamos bien en casa, convivimos con todos nuestros hijos, tres de ellos todavía van al instituto.
Aunque la casa se ha quedado pequeña, disfrutamos de todo. Tenemos un pequeño bancal con varios frutales, así siempre hay alguna cosecha, y hasta nuestro propio aceite de oliva. Y lo más importante, unos muy buenos vecinos que siempre están.
La huerta de Mutxamel es un buen lugar para vivir, es tranquilo, relativamente verde, queda todavía agricultura tradicional con nuevos impulsos. Está cerca de todo, tienes Alicante, la costa y la montaña a lado.
Tienes tu estudio en Bacarot, ¿por qué motivo? ¿qué encontraste en él?
En su momento era difícil encontrar algo para empezar, los precios estaban en auge. Era un local de un conocido y allí me instalé. Está en las afueras, no molesto a nadie y viceversa. Es espacioso, tengo mis herramientas y máquinas, además de un espacio para las obras. Cuenta con un patio con una buganvilla enorme que genera una sombra maravillosa y fresca en verano.
El sitio tiene sus inconvenientes, mucho calor en verano y bastante frio en invierno, pero en general estoy a gusto, dispongo de todo para poder realizar mis trabajos y proyectos.
¿Cómo fueron tus primeros acercamientos al mundo del arte?
En el instituto tenía que preparar una presentación sobre un estilo o una época artística. No estaba muy inspirado en aquel momento y me incliné por el Dadaísmo como tema. Y me entusiasmó, hasta hoy.
Era lo que buscaba, un movimiento con sus ideas arriesgadas, provocador y vanguardista. Un no al aburrimiento de lo establecido y su burguesía académica, romper con todo para crear algo absolutamente nuevo. El tiempo les ha dado razón, con sus influencias hasta el arte contemporáneo.
«Mi arte tiene que ver con la abstracción orgánica»
A día de hoy, ¿cuáles son tus principales inquietudes? ¿Cómo definirías tu arte?
Es difícil poner etiquetas, mi arte tiene que ver con la abstracción orgánica. Por un lado, me atrae el misterio, lo enigmático hasta utópico, el atractivo de lo desconocido, diferente y subconsciente. Por el otro, me fascinan las redes, tejidos, estructuras neuronales, como el sistema nervioso, rizomas, la organización en su complejidad, posibilidades infinitas de extensión, conexión e intercambio de información.
Como base de investigación y producción me muevo en un área de fricción entre estados opuestos. La mayoría de mis obras no llevan un mensaje directo, aunque transportan información, que son resultado de mi forma de pensar y actuar, y de mi entorno. Tienen su desarrollo en diferentes fases y series. Con frecuencia retomo ideas de ciclos anteriores.
¿Qué proyectos te encuentras realizando en estos momentos?
Quiero reactivar y retomar las colaboraciones en el extranjero. La pandemia ha dejado su marca. Desde aquí geográficamente no es fácil, tienes que estar presente continuamente, requiere muchos recursos, preparativos y tiempo, del que a veces no dispongo. Quiero producir alguna pieza más del ciclo ‘Aves de Paraíso’ y promoverlas también en el norte europeo, como Alemania.
Además estoy preparando una exposición que tuvo que ser aplazada. Está programada para principios del año 2022 en un salón cultural de Denia.
«Quiero reactivar y retomar las colaboraciones en el extranjero»
De alguna manera, te sientes más cómodo con lo físico que con lo virtual. ¿A qué se debe? ¿Te adaptarás al mundo digital o seguirás en tu misma línea?
Tengo mis dudas y consideraciones acerca de las redes sociales, el comercio virtual y la aplicación de la inteligencia artificial. La privacidad, intimidad, autoría, tus derechos fundamentales, nada es gratis. No deberíamos ceder todo esto, con sugerencias que se adaptan más a intereses comerciales de unos pocos que a las necesidades personales o colectivas.
Prefiero participar lo mínimo posible en un consumo de productos e informaciones filtrados y sugeridos por otros. Internet alberga todas las posibilidades y es uno de los logros más grandes del siglo XX, ha roto con una jerarquía del saber y conocimiento donde sólo muy pocos tenían acceso anteriormente; pero hay que saber utilizarlo.
¿Cuáles son tus lugares favoritos donde desconectar?
Es difícil desconectar, y más en estos tiempos acelerados. Lo puedo lograr escuchando música, o leyendo, en las pocas ocasiones que tengo la tranquilidad suficiente. Y físicamente en la naturaleza, sobre todo en largos paseos por la montaña alicantina. Hay lugares bellísimos, paisajes muy variados, aire puro y mucho espacio para la vista.
Aunque queda cada vez menos. Con la promoción exhaustiva de los ‘secretos’ de la provincia se ha generado mucho destrozo y daño últimamente. Nuestro entorno natural no debe ser consumido como un producto que se repone cada noche. Hay que educar para ser más conscientes, con respeto. ¡Y no voy a revelar secretos!