Benidorm ha iniciado ya la instalación de la última gran infraestructura prevista en la remodelación integral de la avenida del Mediterráneo, la principal vía de la zona de Levante, entre la avenida Europa y la plaza de la Hispanidad. Se trata del llamado tecnohito, una torre de más de 20 metros de altura que, además de revolucionar la estética de la zona, está llamada a convertirse en una nueva atracción turística de la ciudad pionera en esta industria.
La joya de la corona de los elementos visibles de esta importantísima obra -que tiene en los acondicionamientos hidráulicos del subsuelo buena parte de sus mejoras más importantes- ha sufrido un retraso muy importante respecto a los plazos iniciales previstos, algo a lo que ha contribuido de forma radical la pandemia y, en última instancia, la crisis de suministros que ha paralizado buena parte de la economía mundial. En este sentido, cabe recordar que se trata de una torre que estará cubierta en su práctica totalidad con una malla de leds.
Torre visitable
Como se explicó en el momento de la presentación del proyecto de reforma integral de la avenida del Mediterráneo, el tecnohito estará formando por una escalera de caracol recubierta por pantallas de tecnología led que servirán para reproducir publicidad, mensajes de información relevante (como la programación cultural local) o, en momentos puntuales, espectáculos visuales relacionados con las fiestas o celebraciones que así lo requieran.
Así mismo, el tecnohito se convertirá en un nuevo mirador ya que, dadas sus características y esa escalera de caracol que se ubicará en su interior, podrá ser visitable y los residentes y turistas que se enfrenten a sus escalones tendrán la oportunidad de disfrutar de una panorámica novedosa de una de las zonas más visitadas de la capital turística.
El tecnohito estará formado por una escalera de caracol recubierta por pantallas de tecnología led
Espejo de Londres o Nueva York
Con un presupuesto de algo más de once millones de euros, la torre tecnológica está llamada a convertirse en un importante atractivo turístico que hará las funciones, salvando las evidentes distancias, de los archiconocidos luminosos de Piccadilly Circus en Londres -otrora vanguardia mundial y ahora ya mucho menos llamativos- o Times Square de Nueva York.
Cuando entre en funcionamiento, en unos dos meses, el tecnohito complementará la ya instalada tecnoparada, una moderna marquesina que, también basada en la tecnología de mallas de led a modo de pantalla, ofrecerá, entre otras posibilidades, información sobre el transporte urbano de la ciudad.
La instalación de la infraestructura ha provocado que se haya tenido que volver a cortar y desviar buena parte del tráfico
Cortes de tráfico
La instalación de una infraestructura de estas características y, sobre todo, de este tamaño, ha provocado que el ayuntamiento de Benidorm haya tenido que volver a cortar y desviar buena parte del tráfico que todavía circula por una avenida que, desde el final del grueso de las obras, se ha convertido en un vial prácticamente peatonal.
El inicio de los trabajos de instalación del tecnohito arrancaron a mediados del pasado mes de diciembre y, aunque se prevé que se pueda permitir la circulación normal de vehículos en momentos puntuales, las previsiones que maneja el consistorio auguran que las molestias para los conductores de prolonguen alrededor de un mes.
Con un presupuesto de algo más de once millones de euros, la torre tecnológica está llamada a convertirse en un importante atractivo turístico
Más de dos años de retraso
Con todo, la obra de la avenida del Mediterráneo ha acumulado un importante retraso respecto a los plazos inicialmente previstos, algo que se ha denunciado en diversas ocasiones desde los grupos de la oposición municipal. Al respecto, el concejal de Obras de la capital turística, José Ramón González de Zárate, ya explicó en AQUÍ en Benidorm que buena parte de la culpa de esa circunstancia se encuentra en el pésimo estado en el que se encontraban las infraestructuras hídricas del subsuelo.
Aunque el proyecto preveía su sustitución desde el principio, lo que se encontraron los operarios al levantar el asfalto superó la peor de sus expectativas, incluyendo tramos donde, literalmente, el paso de los años -y del agua- había hecho desaparecer las tuberías, provocando que el líquido circulara por el hueco que habían dejado, a modo de topo, las canalizaciones.
Protección de la playa
Por ello, se decidió invertir más tiempo -y dinero- en reponer y modernizar todas esas infraestructuras, en un lugar en la que se centraliza la inmensa mayoría de las aguas residuales de la zona centro de la ciudad antes de ser impulsada hacia el Rincón de Loix y, de allí, a la depuradora.
Una decisión que, además de por los motivos obvios, se realizó para proteger el gran activo turístico benidormense, la playa de Levante, ya que cualquier avería de envergadura en ese lugar -algo que sólo era cuestión de tiempo que ocurriera- podría haber derivado, de forma casi garantizada, en un vertido incontrolado en la arena y, de ahí, a las aguas de la bahía, un peligro que ahora ya es casi inexistente.