La ciudad de Benidorm, como ya hiciera cuando se convirtió en el primer Destino Turístico Inteligente (DTI) certificado del mundo, se ha situado ahora a la cabeza de la Comunitat Valenciana en la lucha contra el cambio climático, al ser la primera ciudad de más de 50.000 habitantes de la región en ver aprobado su Plan de Adaptación ante el Cambio Climático (PACC), un documento que ha contado con el apoyo unánime de la corporación.
El plan persigue seis objetivos, para cuya consecución se han establecido trece líneas de actuación y cincuenta y cuatro acciones concretas alineadas con la Agenda 2030.
La portavoz del gobierno local, Lourdes Caselles, ha afirmado que el PACC es “una hoja de ruta de por dónde debe ir la acción municipal para alcanzar un doble objetivo: evitar seguir perjudicando al planeta con la acción humana y adoptar medidas que permitan mitigar los efectos del cambio climático sobre el territorio y también sobre la economía y la sociedad”.
Llega ahora el momento de trasladar al día a día lo expuesto sobre el papel y para ello «hay que creérselo» L. Caselles
«Hay que creérselo»
Llega ahora el momento de trasladar al día a día de la ciudad, de sus habitantes y de sus visitantes lo expuesto sobre el papel y para ello, tal y como enfatizó Caselles, “tenemos que creérnoslo”.
La edil ha detallado que todo el trabajo realizado se concreta en seis objetivos, que son “la conservación de la biodiversidad, la renaturalización del municipio para ser más resiliente, la mejora del diseño y adaptación de la ciudad, sensibilización de la ciudadanía en el compromiso frente al cambio climático, la promoción del uso de energías renovables, el autoconsumo y la eficiencia y, por último, mejorar los impactos del turismo”.
Trabajo de preparación
Como explicaron el alcalde de la ciudad, Toni Pérez, junto a Jorge Olcina, catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante (UA); el director técnico de Inteligencia Climática, Pablo Mirete; y el ingeniero jefe del Ayuntamiento, Vicente Mayor; a finales de 2019 Benidorm tomó “el guante lanzado por el propio Jorge Olcina, que pedía que las ciudades de más de 50.000 habitantes desarrollaran un plan de estas características”.
Durante este tiempo, se ha trabajado en las tendencias climáticas que se esperan para el término municipal en las próximas ocho décadas, qué espacios marinos y terrestres se deben proteger, en la influencia del cambio climático sobre la franja costera, en el posible impacto del mismo en la sociedad y sectores económicos -con especial atención al turismo-, y en la concienciación y divulgación de medidas.
La ciudad recoge el guante lanzado por el profesor Jorge Olcina a finales de 2019
Botón de muestra
En ese sentido, Olcina también ha puesto de manifiesto la apuesta de Benidorm para adaptarse al cambio climático al indicar que es “la primera ciudad de más de 50.000 habitantes que tiene un plan de este tipo” lo que, a su juicio, supone que “es una ciudad que quiere prepararse para el futuro”.
En ese punto, el profesor ha incidido en el modelo de ciudad compacta de Benidorm como “el más sostenible y eficiente”. Por ello, ha dicho, “con este plan queríamos que Benidorm fuera el botón de muestra que activase a otros municipios de la Comunidad Valenciana”.
Noches tropicales
Olcina ha expuesto la coyuntura global actual y se ha centrado en la zona mediterránea para avanzar que “tendrá manifestaciones extremas más frecuentes, porque no podemos reducir los niveles de CO2”. Ello se traducirá en un mayor número de noches tropicales, de las que “ya no bajamos de 90 al año”, y cambios en la estacionalidad y cuantía de las lluvias.
Para combatir el cambio climático hay dos formas, ha explicado Olcina, que son “la mitigación, mediante la reducción de emisiones, y la adaptación”. En ese sentido, ha recalcado la importancia de las administraciones locales y las acciones que puedan llevar a cabo y ha subrayado que “los municipios deben ponerse las pilas cuanto antes”.
«Los municipios deben ponerse las pilas cuanto antes» J. Olcina
El turismo llega con los deberes hechos
Con respecto a Benidorm, ha precisado que el plan ha establecido una serie de riesgos por sectores y, según esos indicadores, “todo lo relacionado con el turismo y el urbanismo son los que menos riesgo presentan porque son los que se han sabido preparar en los últimos años”.
Una afirmación que Olcina ha hecho extensiva al Ayuntamiento, “que ha trabajado desde hace años en una planificación urbana sostenible y en una gestión eficiente del agua”.
Por último, en referencia al Plan de Adaptación al Cambio Climático ha dicho que se trata de “un plan a medio y largo plazo, una hoja de ruta, una estrategia que marca la pauta a seguir. No hay marcha atrás y cuanto más tarden en entenderlo los municipios, será peor para ellos”.
Financiación europea
A grandes rasgos, para incrementar la resiliencia de Benidorm frente al cambio climático, el documento propone renaturalizar el término municipal, mejorando con ello también la calidad de vida. En este aspecto, Toni Pérez insiste en que el Ayuntamiento ha solicitado una subvención de fondos Next Generation para desarrollar un proyecto en esta línea.
También plantea fomentar la conservación de la biodiversidad; mejorar el diseño y la adaptabilidad de la ciudad; promocionar el uso de energías renovables, el autoconsumo y la eficiencia; sensibilizar a informar a la sociedad buscando la proactividad de residentes y turistas; y mejorar los impactos del turismo.
Y todo ello, coordinado por un órgano interno que tutelará la implementación y desarrollo de estas medidas.