Altea cerró 2022 posicionándose como un claro referente turístico de la Costa Blanca. Quizás, el logro más importante conseguido durante los últimos doce meses por la Villa Blanca haya sido el de convertirse en el primer municipio de menos de 50.000 habitantes que se certificaba como Destino Turístico Inteligente (DTI).
Ese importante hito, más allá del sello DTI que permite imprimir y pasear en folletos y acciones promocionales de todo tipo, implicó también la llegada de una importante aportación económica, de hasta cuatro millones de euros, para desarrollar, a lo largo de los próximos años, una larga lista de proyectos siempre relacionados con el avance en el camino del turismo sostenible.
Xelo González, edil de Turismo, se muestra muy satisfecha con el trabajo realizado por todo su equipo
Municipio con encanto
Ese fue, decíamos, el gran titular que dejó 2022 en un destino de los calificados como ‘singulares’ dentro de la Comunitat Valenciana, es decir, que, pese a estar en plena costa mediterránea tiene mucho más que ofrecer que el mero ‘sol y playa’ y, de alguna manera, ofrece al visitante una experiencia más cercana a lo que suele relacionarse con el turismo de interior.
Un casco antiguo muy cuidado, una variada oferta gastronómica, un paisaje que no ha sucumbido al urbanismo desaforado o la clara prevalencia de lo que se llama ‘turismo de calidad’ son buena muestra de ello. En definitiva, Altea ofrece eso que en las agencias se suele vender como ‘pueblo con encanto’, pero en plena orilla del Mediterráneo donde pocos municipios quedan que puedan presumir, con auténtico motivo, de esa etiqueta.
Dificultades en el camino
Por el camino, claro está, se han tenido que sortear dificultades y no pocas polémicas. En el grupo de las primeras, evidentemente, la pandemia todavía no del todo superada ocupa, de forma muy destacada, el liderato.
Además, el cambio en el paradigma de la movilidad que se está viviendo en toda la Unión Europea, unido por la apuesta de peatonalización adoptada por el equipo de gobierno, ha puesto más de una vez sobre la mesa el problema, aparentemente de difícil solución, del aparcamiento.
En el lado de las polémicas, sin duda, las distintas derivadas que se han ido dando a raíz de la culminación de la segunda fase del Frente Litoral, una obra tan necesaria como plagada de reproches por parte de aquellos que más afectados se han visto por ella: los hosteleros de la primera línea.
Conseguir el nuevo distintivo supondría acceder a nuevas vías de financiación y subvención
Crecer y consolidar
Ahora, además de ir desarrollando todos esos proyectos que llegan y llegarán de la mano del DTI recién conseguido, es el momento de consolidar lo que ya se tiene. Aquello que, a lo largo de las últimas décadas, ha convertido a Altea en el destino turístico que es y que debe seguir siendo en este cambiante siglo XXI.
Y eso pasa, sin perder la identidad que lo diferencia, apostando por conseguir y acumular sellos de calidad, como las banderas azules que ya ondean en el Club Náutico y varias de sus playas, y sumar nuevas distinciones que hablen por sí solas de los servicios de la Villa Blanca.
Nota de sobresaliente
Un buen ejemplo de ello lo encontramos en la Oficina de Información Turística (Tourist Info), que ya cuenta, desde finales del pasado año, con la ‘Q de Calidad Turística’ otorgada por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE).
Para la obtención de este reconocimiento Altea pasó por una auditoria en la que obtuvo 970,84 puntos sobre un total de mil posibles, por lo que la única calificación posible de este importante examen es la de sobresaliente.
«La ‘Q de Calidad’ es la constatación del cumplimiento de la Oficina de Turismo de los requisitos técnicos que marca la normativa internacional» X. González
Un trabajo en equipo
Tal y como ha apuntado Xelo González, responsable del área municipal de Turismo en el equipo de gobierno, este premio llega después de “muchos meses de trabajo, de mejorar en nuestros servicios, corregir las deficiencias, etcétera”.
La edil de la Villa Blanca ha subrayado que ha sido “un trabajo que ha realizado todo el departamento de Turismo y que ha dado como resultado una gran puntuación, algo por lo que quisiera dar la enhorabuena a todos por la gran labor realizada”.
El siguiente paso
En opinión de González, “la obtención de la ‘Q de Calidad’ es la constatación del cumplimiento de la oficina de turismo de los requisitos técnicos que marca normativa internacional, con un sistema de gestión orientado al servicio del cliente y a la mejora continua que deben de cumplir todas las oficinas turísticas el mundo”.
Así, tras conseguir este reconocimiento, Turismo “seguirá trabajando para solicitar que Altea se convierta en Municipio Turístico de Excelencia de la Comunitat Valenciana, un distintivo que muestra la calidad y el esfuerzo del sector turístico de la localidad. De esta forma se podrá acceder a nuevas vías de financiación y subvención para implementar nuevos proyectos y políticas en pro de mejorar la calidad turística de Altea”.