El programa ‘Dona Mare’ es una iniciativa que trabaja la inclusión de las mujeres y sus familias. Se focaliza en el empoderamiento de la mujer en sus entornos de alta vulnerabilidad y se intenta responder a las necesidades que van surgiendo.
El trabajo más conocido y extendido de Cáritas es la labor realizada principalmente por el Economato, ese servicio de reparto de alimentos que atiende a las familias más desfavorecidas. También es conocida la recogida de ropa y el reparto de esta entre las familias. Sin embargo, Cáritas abarca mucho más. Uno de sus programas estrella, estos últimos años en Alcoy, es ‘Dona Mare’.
«Las mujeres que vienen necesitan trabajar competencias personales necesarias, previas a la búsqueda de empleo» M. Bernabéu
Qué es ‘Dona Mare’
Por la ubicación en la zona centro de Cáritas Santa María, antiguamente la entidad contaba con un programa específico dirigido a personas de etnia gitana, para atender sus necesidades. Sin embargo, con el tiempo, la población evoluciona y empiezan a parecer familias de culturas distintas a las que atender.
‘Dona Mare’ nace para dar respuesta a esta necesidad, pero focalizando en las mujeres, quienes sufren situaciones extremas y complicadas que necesitan ser atendidas. Se trata de un programa de inclusión para mujeres, pero sin dejar de lado a sus familias.
Menchu Bernabéu Pérez es trabajadora social de Cáritas Santa María y es la encargada de llevar a cabo este programa. “Vemos cada día que las mujeres que llegan a nosotros necesitan trabajar cosas muy sencillas como la trasmisión de valores hacia sus hijos, competencias personales necesarias para poder buscar un empleo… es como un paso previo al taller de orientación laboral. En definitiva, trabajamos para empoderarlas”.
Familias
El perfil de las familias que acuden a este recurso es de renta baja. “Creen que como son pobres y no tienen dinero, no pueden hacer actividades, cuando, por ejemplo, llega el fin de semana. Les enseñamos también el ocio comunitario, para que conozcan los recursos y las opciones que tienen para salir por la montaña a andar o rutas verdes”.
La covid lo ha parado todo, también aquí, pero se suele organizar una actividad mensual. “Como ahora acuden familias de culturas muy diversas, trabajamos el contacto entre ellas, que conozcan sus costumbres y de dónde vienen”, explica Bernabéu.
Con este objetivo se organiza el taller ‘Sabor entre culturas’, donde las mujeres preparan una exposición para hablar de sus costumbres y cultura, preparan el plato típico de su país de origen y buscan una música representativa. “Así conseguimos que haya un mayor entendimiento entre ellas. Las mujeres de algunas culturas se critican mucho entre ellas. Si se conoce la cultura, se entiende el porqué de muchas cosas”.
«En el confinamiento detectamos que muchas casas no tenían suficiente mobiliario y buscamos para dotarlas de sensación de hogar» M. Bernabéu
Los hogares
Las casas donde viven estas familias de bajos recursos suelen ser espacios poco amueblados. Cuando llegó el confinamiento, las horas que se pasaban en familia en sus casas se incrementó de forma considerable. Ahí Cáritas, que no cesó en su labor, empezó a detectar carencias que se evidenciaban de una forma más profunda.
Muchas casas no disponían de suficientes sillas para todos los miembros de la familia o no tenían un sofá o lavadora, etcétera. Parte del objetivo del proyecto también es dotar a las casas de sensación de hogar, para que las familias estén más a gusto en el espacio en el que viven.
Cáritas empezó entonces a hacer llamamientos por las redes sociales de las necesidades que iba detectando. “La respuesta de los alcoyanos siempre es super buena. En confinamiento pedimos una lavadora, fue muy fácil conseguirla”. Esta iniciativa ha crecido tanto que están a punto de abrir una tienda de muebles de segunda mano.
La ropa
“Con los muebles pretendemos hacer como con la ropa, dignificar su reparto”, explica la trabajadora social, “cuando antiguamente se repartía ropa en Cáritas, se entregaba como nos llegaba, no siempre limpia ni doblada, ni tampoco se daba a elegir ni a probar”.
“Ahora tenemos una tienda de segunda mano donde todo el mundo puede comprar, y las personas de Cáritas van con un bono para poder coger la ropa de forma gratuita. Pueden ir allí como cualquier otra persona, ver la ropa limpia y en condiciones, probársela en el probador y coger lo que le guste”.
La tienda está situada en la Alameda y está abierta a toda la población de Alcoy, en un momento en el que hay personas que se plantean usar ropa de segunda mano por cuestiones medio ambientales.
Cáritas Santa María busca voluntariado joven que complete al más mayor que ahora no puede ayudar por no estar vacunado
Momento actual
Cáritas tiene ahora varios retos. En primer lugar, necesita voluntariado más joven que pueda ayudar en tareas que suelen hacer personas jubiladas, como impartir clases de castellano, por ejemplo. Y es que hasta que toda la población mayor no esté vacunada, hay muchas actividades que no se están pudiendo realizar y otras que han tenido que pasar a ser online.
Una dificultad que están atendiendo en la actualidad es la falta de alfabetización de las personas: “No solo muchos no tienen ordenadores, sino que no saben utilizarlos o realizar trámites que ahora son meramente online, como solicitar ayudas o descargar los deberes de sus hijos”, comenta Bernabéu.
Se detecta también una tristeza generalizada y mucho miedo para volver presencialmente a lo que se organiza en la sede.