Altea se queda, temporalmente, sin algunos de sus rincones más frecuentados. Los chiringuitos instalados en algunos de sus arenales más concurridos fueron retirados a finales del pasado mes de enero debido a una formalidad administrativa, tal y como han aclarado a AQUÍ en Altea fuentes municipales, aunque se espera que antes de que llegue el próximo mes de marzo todos estos locales vuelvan a estar instalados sobre los cantos rodados y frente a la orilla del Mediterráneo.
Uno de los más conocidos y frecuentados por turistas y residentes en la Villa Blanca es el que se encuentra en la playa del Cap Blanch, junto a las instalaciones de puerto y del Club Náutico de Altea. Con vistas a la bocana del puerto, al edificio principal del Club Náutico y, sobre todo, a las faldas de la Serra Gelada y a la bahía de l’Albir, el chiringuito alteano funciona no sólo en los meses de verano, sino que es un lugar muy concurrido también durante el resto del año, cuando muchos turistas, especialmente los que se alojan en alguno de los campings cercanos, aprovechan en su terraza los rayos del sol y la brisa marina.
Los locales, que han sido retirados de los arenales, deben esperar el permiso de Costas para ser colocados de nuevo
Concesión extendida
Tal y como han confirmado a este medio desde el Ayuntamiento de Altea, a finales del pasado mes de enero se procedió a la retirada del local para cumplir con una formalidad administrativa fruto, a su vez, de la prórroga concedida por el Consistorio a este tipo de locales en su concesión.
En este sentido, cabe recordar que la licitación para la explotación de los chiringuitos en las playas de la villa blanca debería haberse llevado a cabo este año, pero el Consistorio decidió, para tratar de ayudar a paliar la pérdida de ingresos que para los empresarios ha supuesto la pandemia, que se demorara por doce meses más, por lo que la actual situación no implica que el municipio haya optado por seguir el ejemplo de otros pueblos que no desean contar con estas infraestructuras en sus playas.
El Ayuntamiento alargó la concesión a estos negocios un año más para paliar los efectos de la pandemia
Requerimiento de Costas
Así, tal y como se explica desde el Ayuntamiento, los locales han tenido que ser retirados por completo tras haber alcanzado la fecha tope marcada en el permiso de cuatro años concedido por Costas, aunque se aclara que, teniendo en cuenta esa prórroga concedida por el Ayuntamiento, el organismo estatal hará lo propio en breve.
Se trata, por lo tanto, de un mero trámite administrativo que no significa en ningún caso que los arenales alteanos vayan a dejar de contar con uno de sus principales atractivos.
Muchos residentes y turistas mostraron en las redes sociales su preocupación tras la desaparición de los negocios
Desazón entre los turistas
Buena muestra de lo frecuentados que son todos estos locales ha sido la inmediata reacción que su retirada ha provocado en las redes sociales de los distintos colectivos de residentes y turistas de Altea y l’Albir, desde donde muchas personas se desplazan dando un paseo para refrescarse en el chiringuito más cercano al municipio vecino de l’Alfàs del Pi, que hace décadas que no tiene ningún establecimiento de este tipo.
Los integrantes de estos grupos, en su mayoría extranjeros que viven en la Marina Baixa todo el año o que pasan largas temporadas en la comarca, lamentaban la desaparición de los locales y manifestaban su zozobra temiendo que la misma pudiera ser permanente.
De hecho, en los días previos a la retirada de los chiringuitos y pese a que la comarca de la Marina Baixa sufrió, como el resto del país, el paso de un frente frío que hizo desplomarse las temperaturas, era muy habitual ver estos negocios con una importante afluencia de clientes aprovechando, de manera especial, el sol matutino.
Esperando el regreso
En cualquier caso, y para tranquilidad de los habituales del mismo, los concesionarios del negocio ubicado en la playa del Cap Blanc ya han explicado a través de sus redes sociales que, aunque no saben la fecha exacta en la que podrán reiniciar su actividad, aprovecharán este parón para descansar y remodelar las instalaciones para la nueva temporada.
De esta forma, se espera que el regreso del chiringuito pueda producirse alrededor del mes de marzo, una noticia que ahora esperan con ansia no sólo turistas y vecinos, sino también uno de sus clientes más fieles y famosos en Altea: el cisne Paco, un ave que hace años hizo del frente litoral alteano su hogar y que, con un carácter pacífico y dócil, solía compartir esa zona con los clientes del chiringuito.