Pocas ciudades en España pueden presumir de haber concedido su primer título de Hijo Predilecto del municipio a una mujer. Crevillent es una de ellas, siendo la agraciada la cantante Asunción Lledó en 1922.
Aquella crevillentina de orígenes muy humildes acabaría conquistando los escenarios de toda España durante los primeros compases del siglo XX. Su voz y belleza causaron sensación entre el público de la época, incluso llegando a ser musa para cuadros que acabaron en museos.
Siendo joven se marchó a Madrid, donde se convirtió en la triple de zarzuela oficial del Teatro Reina Victoria
De Crevillent a Madrid
Asunción Lledó Martínez llegó a este mundo el 4 de octubre de 1890, concretamente en su residencia familiar de la calle Canónigo Manchón. Fue la segunda hija de Ambrosio Lledó y Asunción Martínez, quienes eran trabajadores artesanos dedicados a la fabricación de esteras.
Por aquel entonces muchas familias crevillentinas vivían de la industria textil de la alfombra y derivados. Ésta habría sido la salida profesional natural para Asunción; sin embargo, siendo bien joven mostró poseer una gran voz que la hizo soñar con dedicarse a la farándula.
Por ello se trasladó a Madrid, donde después de actuar en diversos garitos y teatros de la ciudad consiguió un trabajo fijo como primera triple de zarzuela en la primera compañía titular que regentó el Teatro Reina Victoria, inaugurado en 1916. Su jefe, y digamos su gran descubridor, fue el empresario teatral y poeta madrileño José Juan Cadenas.
Fue musa del artista andaluz Julio Romero de Torres, quien la pintó en varios cuadros
El éxito
Durante los siguientes años Asunción se convirtió en una cantante especialista en zarzuelas, actuando tanto en el Reina Victoria como en otros teatros madrileños, e incluso realizando algunas giras con su compañía por España.
El pintor andaluz Julio Romero de Torres se enamoró artísticamente de ella (viendo sus fotos no cuesta mucho entenderlo) y la convirtió en su musa. La joven cantante posó para el pintor tanto vestida como desnuda, y algunos de estos retratos de Asunción fueron expuestos en diversas exposiciones. Dos de estos cuadros incluso llegaron a viajar hasta Argentina.
Su pueblo natal se acordó también de ella en 1922, cuando los concejales del Ayuntamiento decidieron inaugurar la categoría de Hijos Predilectos de Crevillent con Asunción Lledó, como reconocimiento a su gran carrera artística.
Polémica
Curiosamente no fue una decisión unánime, sino que conllevó cierto debate político. Hubo dos ediles que votaron en contra de la iniciativa en el pleno municipal e incluso un año después de su aprobación, todavía un concejal intentó revocar el título a Asunción aduciendo que “dicha señorita no tiene suficientes méritos para la mencionada distinción”. El autor de tal frase fue el edil Francisco Magro Candela (familiar del célebre doctor Francisco Mas Magro), aunque se quedó solo en su iniciativa.
Cuesta entender, casi un siglo después de distancia, la razón real de aquella polémica. La figura de Hijo Predilecto se había creado en el siglo XIX, y varias décadas después en Crevillent todavía no se había concedido ninguno. Viendo la meteórica carrera que por entonces llevaba ‘la señorita’ tampoco parece una cuestión de falta de méritos, como decía el concejal aquel. Tal vez a algunos no les hiciera demasiada gracia que la primera agraciada fuera una mujer, o quizás fuera una cuestión de rencillas personales entre familias.
Todavía hoy sigue siendo la primera y única mujer crevillentina en haber sido galardonada como Hija Predilecta por el Ayuntamiento
Hija Predilecta sin recuerdos
Poco más sabemos de la vida de Asunción en su vejez. Suponemos que se retiró de la escena al casarse, algo habitual en las mujeres artistas de la época. Normalmente las ofertas laborales para las cantantes y actrices solían reducirse drásticamente al cumplir la cuarentena, algo que de hecho sigue ocurriendo en cierta manera en la actualidad.
La crevillentina actualmente no solo conserva el honor de ser la primera Hija Predilecta de Crevillent, sino también el de continuar siendo la única fémina que ha recibido dicho galardón desde aquella sesión plenaria celebrada en 1922.
Irónicamente no existe ningún recuerdo visible de Asunción Lledó en su ciudad natal. Ninguna calle lleva su nombre, ni tampoco hay ninguna placa o monumento en la casa donde vivió. Sí que podemos encontrar todavía expuesta una foto suya en el museo del Real Coliseo Carlos III de San Lorenzo de El Escorial, uno de los teatros por los que pasó la crevillentina. Desde este periódico, valga aquí nuestro recuerdo para esta gran cantante de zarzuelas.