Existe un periodo de la historia de la humanidad, conocido como el Neolítico, en el que los hombres dejaron de ser cazadores, habitantes nómadas de cuevas, para convertirse en unos seres sedentarios, agricultores y ganaderos. Este tránsito de la cueva a la casa, sin embargo, no se extinguió completamente hace miles de años.
Existen diversos puntos de la geografía valenciana en los que se ha continuado viviendo en cuevas hasta la época reciente. Uno de ellos, quizá el más conocido de toda el área metropolitana de València, es Paterna, con sus Cuevas del Batà.
La visita del rey Alfonso XIII
Existe la creencia de que la vida en las cuevas de Paterna fueron introducidas por los moriscos. Su uso y proliferación se produjo a principios del siglo XIX durante la crisis económica del Antiguo Régimen. Así, en 1824 existían 38 cuevas censadas, pasando a 207 viviendas en 1869.
En 1945 se llegaron a contabilizar 509, aunque a partir de la segunda mitad del siglo algunas de ellas fueron sufriendo un progresivo deterioro. Actualmente se encuentran integradas dentro de la Zona del Entorno de Protección del Bien de Interés Cultural (BIC) Torre-Palacio.
Una de las más conocidas fue la visitada por el rey Alfonso XIII, que está considerada Bien de Relevancia Local.
Las casas-cueva, además de respetar el medioambiente, también mantienen la temperatura
Espacios interconectados
En Paterna existen ocho cuevas visitables, las cuales se han convertido en el museo Espai Cultural Coves del Batà. Hay que señalar que estas ocho cuevas están interconectadas entre sí para facilitar el itinerario y que ocupan una superficie total de cuatrocientos cincuenta metros.
En su interior se encuentra una colección de objetos etnológicos dispuestos en distintas salas temáticas: sala de utensilios de cocina, la textil, la de utillaje agrícola y el taller del hierro. Les Coves del Batà se sitúan en la calle Senda del Batà y su horario de visitas es los viernes, de 17 a 20 horas; y los sábados, domingos y festivos, de 10 a 14 h
Las ocho cuevas que hay visitables configuran el museo Espai Cultural Coves del Batà
Almodóvar quedó enamorado
Las cuevas del Batà se han convertido en un espacio ideal para promocionar distintas manifestaciones artísticas. Quizá la más conocida y reciente haya sido la película ‘Dolor y gloria’ que Pedro Almodóvar rodó en 2019 y que obtuvo siete premios Goya, además de ser nominada al Oscar a la mejor película internacional.
Contó el propio cineasta manchego que encontró las cuevas de Paterna mientras buscaba localizaciones para ‘La mala educación’ y ya entonces se quedó enamorado de ese rincón del área metropolitana de València.
Actualmente se integran dentro de la Zona del Entorno de Protección del BIC Torre-Palacio
Presentación de Dani Parejo
Durante la presidencia de Manuel Llorente como presidente del Valencia CF, el club deportivo puso en marcha una política de presentaciones de jugadores en distintos municipios de la Comunitat a fin de acercar el club a sus aficionados. Así, en 2011, Dani Parejo, actual jugador del Villarreal CF, fue fichado por el Valencia y presentado en Paterna.
A principios del mes de julio de 2011 el entonces nuevo fichaje valencianista entró en La Cova Gran a última hora de la tarde, junto a Javier Subirats, exjugador ‘ché’ originario de este municipio de l’Horta, en un acto que atrajo multitud de asistentes.
Ahorro energético
A día de hoy muchas cuevas han sido rehabilitadas y acondicionadas para poder pasar la noche en ellas, dado que sus ventajas trascienden el tiempo. La principal ventaja de las casas-cueva es que respetan el medioambiente, pues tienen condiciones climáticas de comodidad en el interior, por lo que ayudan al ahorro energético e impiden el exceso de dióxido de carbono.
Además, brindan protección contra tormentas y terremotos, ya que no pueden ser arrastradas ni volcadas, así como la oportunidad de aprovechar el paisaje, pues sus techos acoplados a la tierra protegen el paisaje y realizan una contribución al equilibrio entre nitrógeno y oxígeno.
Temperatura y decoración
Por su arquitectura, al estar excavadas bajo tierra, en las casas cueva se mantiene una temperatura interior entre 15 y 21 grados de forma estable durante todo el año, con una sensación agradable, en verano incluso no es necesario ningún sistema de aire acondicionado pues su temperatura es ideal.
La forma de este tipo de casa suele provocar que las paredes no sean verticales por completo, sino que tengan una forma parecida a la de una bóveda. Esto puede causar algunos problemas con la decoración interior, especialmente si hay muebles y cuadros grandes.